Amados y odiados a partes iguales, Emmure vuelven a escena con su octavo álbum Hindsight. Pero si en el pasado parecía que quisieran dar la nota porque sí, ahora su energía parece haberse dirigido hacia la música. ¿Unos Emmure maduros? Tampoco nos pasemos.

Cuando hace unas semanas la web Loudwire hizo una lista de ‘10 bandas a las que no les importa si las odias’, Emmure aparecían en ella junto a artistas como GG Allin, Behemoth o Sex Pistols. Y como era previsible, su vocalista, Frankie Palmeri, no dudo en darle un retweet. Desde que se formaran en 2003, el grupo de Connecticut se ha visto acompañado de polémicas. Su actitud de ‘me la suda todo’ les ha convertido, efectivamente, en una de las bandas más criticadas de la escena metalcore, ya fuera por canciones como ‘Bring A Gun To School’, los diseños de sus camisetas (en una de ellas se podía ver a los asesinos de Columbine con la frase “Shoot first ask questions last”), acusaciones de racismo, o sus peleas internas que les ha llevado a cambiar casi tanto de formación como de calcetines.

Y sin embargo, pese a todo eso, Palmeri ha conseguido mantener la banda a flote. Es más, desde que en 2016 entrara en el grupo el guitarrista Josh Travis (que por cierto, es negro, algo que apunta a que Palmeri igual más que racista es un provocador nato), Emmure han entrado en un periodo de estabilidad. Algo que también se refleja en el buen nivel de su flamante nuevo álbum Hindsight (Sharptone), en el que se alejan de los clichés del metalcore para ofrecer unas canciones densas, gruesas, con toques industriales y, naturalmente, sin perder su sonrisa burlona.

Hoy, 26 de junio, es justo el día en que se publica vuestro nuevo trabajo. ¿Sueles celebrarlo de alguna manera?
FRANKIE PALMERI “La verdad es que no, pero siempre es un poco abrumador. Hay mucha gente que hoy parece que quiera ser amiga mía, pero no es malo (risas). Fuera de eso, es un día normal. Estoy contento con que la gente pueda escuchar el disco”.

¿Os planteasteis retrasar el álbum por la pandemia?
“No. Terminamos la grabación en agosto de 2019, así que lo teníamos planeado desde hace tiempo. Hemos intentado ir sacando contenido ya que no podemos girar, y ésta era la mejor opción. El último concierto que dimos fue en diciembre, así que ya son seis meses sin tocar. En abril deberíamos haber ido a Europa, pero no pudo ser. Pero en cuanto al disco decidimos seguir con el plan”.

¿Se te ha hecho duro no poder salir a tocar? Sois una banda que gira mucho.
“Sí, en lo que respecta a la banda ha sido duro. Me gustaría poder tocar y hacer música, claro. Pero esperamos que la cosas mejoren y podamos volver a la normalidad. A nivel personal no me he sentido ansioso o deprimido. Supongo que lo he llevado lo mejor que he podido, como todo el mundo”.

Vuestra productividad es bastante asombrosa. Éste es vuestro octavo disco en trece años.
“Solemos trabajar bien bajo presión. Componemos de manera muy intuitiva y lo que sale es lo que sale. Creo que cuando analizas demasiado las cosas, no es bueno. Preferimos componer, grabar y seguir adelante. Creo que eso hace que cada álbum tenga su propia personalidad aunque tengan una base similar”.

Siempre me has parecido alguien muy motivado. ¿De dónde te viene? ¿Ya eras así de pequeño?
“Tengo una habilidad para tirar las cosas adelante. No puedo rendirme o dejar cosas a medias. Cuando quiero algo, no paro. Me da igual lo que tenga por delante. Si me pusieran un muro de cemento delante, encontraría la manera de atravesarlo. Soy muy competitivo, pero sobre todo lo soy conmigo mismo. No celebro las cosas, sólo quiero tener el motor en marcha y tirar adelante. Tenía una visión desde que era pequeño y he hecho todo lo posible para hacerla realidad. Para mí la libertad para hacer lo que quiero hacer es lo más importante”.

Volviendo al disco, ¿lo has vuelto a escribir todo con Josh como el anterior Look At Yourself o has trabajado con otra gente también?
“No, Josh y yo lo hacemos todo. Él tiene ideas, yo tengo las mías, las compartimos e intentamos encontrar un punto en común. Hay grandes momentos en los que nos entendemos a la primera, y grandes momentos en los que hay tensiones creativas, pero creo que las dos cosas son necesarias para que salga algo interesante”.

¿En qué soléis chocar más a nivel creativo?
“Nos ponemos de acuerdo en que queremos hacer algo duro, agresivo y divertido. El problema principal es cuando tenemos demasiadas cosas con un sentimiento parecido. No todos los temas pueden ser iguales, porque si no, lo que hace que un tema sea especial se diluye. Así que encontrar diferentes emociones para cada canción es un desafío. No queremos que el tema 8 sea igual que el tema 3. El 8 tiene que destacar igual que el 3. Ésa es la misión y lo que nos resulta más difícil”.

Cuéntame un poco lo que supuso para ti su entrada en la banda. ¿Tuviste claro desde el primer momento que habías encontrado al socio perfecto?
“Yo conocía a Josh desde mucho antes de que entrara en el grupo, hará unos 13 años o así. Descubrí una banda en la que él había estado mucho antes, When Knives Go Skyward, y me encantó. Eso fue en la época en la que empezaba MySpace y Josh me respondió. Y a partir de ahí empezamos una amistad a través de internet. Me encanta su manera de tocar y todo lo que hace es fenomenal. Cuando en 2015 me quedé sin guitarra, fue la primera persona a la que llamé. Me siento muy agradecido de haber creado esa relación porque contar con su talento, para el grupo, es algo increíble”.

Aunque el disco sea agresivo y duro, por debajo hay como una vena cómica. ¿Buscabais esa especie de humor oscuro?
“Sí. Aunque para mí, como cada persona lo perciba, me parece bien. Pero siempre hemos tenido un punto de humor. Creo que el estar asociados al mundo del rock y el metal, venimos de la escena deathcore y metalcore, hace que se nos asocie con esa agresividad, pero uno de los objetivos de Emmure es hacer música divertida, que la gente lo pase bien cuando la escuche. Que cuando está corriendo o conduciendo y la escuche, la ponga de buen humor o le dé energía”.

Algún tema incluso me ha recordado a Marilyn Manson. ¿Es alguien que te haya influenciado?
“Me gusta Marilyn Manson, pero no diría que es una de mis influencias principales, aunque ame su música. La verdad es que cuando hacemos canciones raramente escuchamos otra música. A veces igual ponemos algo como referencia de alguna atmósfera interesante, o para inspirarnos, pero la mayoría de veces estamos en nuestro propio mundo”.

Creo que se nota, porque no respondéis a los clichés del metalcore.
“Desde luego queremos crear algo con su propio rollo y sónicamente poderoso. Mi objetivo es hacer algo que casi ni sepas qué estilo es. Sabes que es duro, que hay guitarras, pero la producción es distinta a la típica del metal”.

Sí, los graves retumban como si fuera un disco de dubstep.
“Sí, sí, estoy totalmente de acuerdo. No queremos sonar como otras bandas. Queremos un elemento especial”.

¿Sientes que en cierta manera habéis trascendido a la escena de la que venís?
“Yo creo que no. Tocaríamos con cualquier grupo de hardcore o metal. La verdad es que no me importan los estilos, me da igual cómo la gente clasifique a Emmure. Si escuchas todos nuestros discos, vas a escuchar muchos estilos distintos. Lo escucharás todo. No hacemos música para un tipo determinado de gente, sino que hacemos lo que nos resulta interesante”.

¿Pero te sientes cercano a alguna otra banda actual?
“Seguro que hay grupos interesantes, pero al final Josh y yo siempre acabamos referenciando a las bandas con las que crecimos: Fear Factory, Korn, Limp Bizkit, Nothingface, Candiria, Hatebreed… la lista es interminable. En cierta manera somos un homenaje a todos ellos. Creo que todos los grupos toman sus influencias e intentan hacer algo propio. En ese sentido no somos distintos al resto”.

“Si me pusieran un muro de cemento delante, encontraría la manera de atravesarlo. Soy muy competitivo, pero sobre todo lo soy conmigo mismo” FRANKIE PALMERI

La lista de giras en las que habéis participado es bastante impresionante. ¿Guardas un recuerdo especial de alguna de ellas?
“¡De muchas! He tenido la oportunidad de compartir escenario con muchos grupos que admiro. Tocar en el Knotfest, girar con Korn en el Mayhem Fest. Para mí formar parte del mismo momento de esos grupos es siempre especial. Girar con Ill Niño o Static X, que escuchaba de pequeño, también fue increíble. No puedo ni decirte lo agradecido que me siento hacia nuestros fans que nos han permitido vivir eso”.

Sin embargo, vuestra carrera ha estado llena de obstáculos y habéis recibido muchos ataques. ¿Te sientes ya inmune hacia las críticas?
Mmm… No me siento ligado emocionalmente a lo que otra gente piense sobre mí. La gente puede decir lo que le dé la gana. Está en su derecho y no me lo tomo como algo personal. Nunca he dicho que fuera una persona perfecta. No creo que sea inmune, pero intento que no me afecte. Me lo tomo más como un observador”.

Está bien. Es que ahora parece a veces que casi haya una caza de brujas… Cuando la gente saca un tweet de hace diez años para atacar a alguien, me parece ridículo.
“Yo creo que la razón por la que la gente hace eso es porque vivimos en una época en la que los hombres no tienen un enemigo. Vas a la compra y alguien ya ha matado a los animales por ti y ha recolectado los vegetales (risas). Creo que de manera instintiva nos sale buscar cierta tensión. Es como ir de caza. E internet es un lugar perfecto para hacer eso sin tener que mover el culo y sin peligro. No me gusta la gente que hace eso, pero hasta cierto punto lo entiendo. Yo intento no meterme con nadie, porque creo que todos compartimos la rareza de ser seres humanos. Pero me siento mal cuando a alguien le atacan por algo que hizo cuando igual era una persona totalmente distinta. La gente cambia y crece”.

¿Te sorprende que Emmure todavía exista pese a todo?
“La única cosa que tengo clara es que algún día moriré. Hasta entonces pienso hacer lo que me dé la gana. Para mí Emmure es lo más divertido e interesante que podría hacer, así que mi intención es seguir hasta donde pueda. No sé cuándo llegará el final, pero incluso cuando termine Emmure pienso seguir haciendo música y compartiendo experiencias con la gente”.

Ahora que hay tantos documentales musicales, ¿nunca has pensado en hacer uno sobre Emmure?
“La verdad es que sí. Pronto cumpliremos veinte años. He estado trabajando en un libro que será una historia visual del grupo con textos que explicarán las imágenes. Tengo cosas guardadas de cada gira que hemos hecho. Voy a intentar poner el máximo de imágenes e historias. Por ahora no he tenido ninguna oferta para un documental, pero espero que podamos hacerlo en el futuro”.

JORDI MEYA