Insect Warfare, ni están ni se les espera. Wormrot, por desgracia, nos pillan muy lejos. De Looking For An Answer, qué os vamos a contar que no sepáis ya… Así que os vais a tener que acostumbrar a su locura ruidosa y permanente experimentación, porque Full Of Hell lo tienen todo para convertirse en los nuevos reyes del grindcore.
Fue hace justo dos años cuando, por fin, Full Of Hell llamaron la atención de todas las orejas ávidas de sonidos extremos y propuestas inconformistas. No contentos con fundir cientos de neuronas por todo el globo con el estupendo Trumpeting Ecstasy, Dylan Walker (voz, electrónica, noise), Spencer Hazard (guitarra, noise), Sam DiGristine (bajo, voz) y Dave Bland (batería) unieron fuerzas con otra buena panda de malhechores, The Body, para regalarnos otro disco colaborativo tremendamente recomendable, Ascending A Mountain Of Heavy Light. Con ello, y sin ni siquiera pretenderlo, la banda de Ocean City dejó muy claro que no se iba a relajar ni un instante y que su intensísimo calendario de publicaciones tampoco iba a bajar el ritmo, por muchas miradas que hubieran atraído.
Viendo la extensa discografía que los estadounidenses han conseguido recolectar en apenas una década, podemos asegurar que lo suyo es una apuesta por la eterna reinvención, una perpetua y extenuante carrera hacia nuevos retos. Pero sobre todo, lo de Full Of Hell es una historia de militancia y aprendizaje continuo, de expresión musical por simple necesidad vital. Si su reciente álbum Weeping Choir (Relapse) vendiera dos copias, unas miles o 30 millones, ni la personalidad de estos cuatro chicos, ni la del combo, y muchos menos su voluntad por llevar cada vez más lejos su grindcore sin fronteras, variarían un ápice.
Eso es algo que ya intuía antes de ponerme en contacto con su cantante, y sobra decir que con su amabilidad y sencillez me lo acabó de confirmar. Que también fuera un apasionado de la literatura fantástica sí que no me lo imaginaba para nada…
24 nuevos minutos de música… Álbum, EP… ¿Acaso importa?
DYLAN WALKER “Esto es un álbum completo. Sé que hay directrices tradicionales que dictan qué es un EP o un LP, pero para nosotros y muchos de nuestros colegas, esos términos están anticuados. Nuestro estilo de música se digiere mejor en este tamaño para un LP”.
En la portada de Trumpeting Ecstasy había una monja con la cara en llamas, y ahora mostráis a un sacerdote con humo en vez de cabeza. Además de la relación clerical que se pueda establecer, ¿qué significado tiene en vuestro universo? ¿Recurriendo a eso queríais mostrar una especie de continuidad entre ambos trabajos?
“La elección de la estética física está, en gran medida, en manos de nuestro compañero conspirador Mark McCoy. Él culmina su papel una vez la mayoría de las letras han sido escritas. Le transmito mis teorías e ideas y él las destila en algo que representa el disco en su totalidad. La monja significó un catalizador; el sacerdote está en la raíz de ese catalizador”.
¿Me lo parece a mí o la voz black ha ganado mucho más peso en estas nuevas canciones? En ‘Downward’ o ‘Armory Of Obsidian Glass’ es la que predomina directamente… ¿Por qué?
“Realmente no puedo decirlo de una forma o de otra… Simplemente componemos lo que queremos en ese momento y, para este álbum, ciertamente se podría decir que el estilo de riffing black metal obtuvo una pequeña ganancia en nuestro sonido por cualquier razón. Siempre ha sido parte de nuestro ADN, al igual que muchos otros estilos, y esta vez se adaptó mejor a nuestros fines”.
Al principio me sorprendió mucho la canción ‘Silmaril’… ¿Cuál es tu relación con el mundo de Tolkien? Y luego, con su parte que roza el free jazz, tenemos a ‘Ygramul The Many’… ¿¡La Historia Interminable!? Tras esto me fijé mucho más en los títulos de los temas, y casi se podría decir que estamos ante un disco con una temática fantástica detrás…
“Como fan de la gran fantasía, Tolkien me ha brindado una inconmensurable inspiración en mi vida. He estado leyendo y releyendo El Señor De Los Anillos, El Hobbit y El Silmarillion desde que era joven, y todavía sigo fascinado por esa historia a día de hoy. Me parece que es importante tener títulos de canciones muy llamativos. Palabras que puedas sentir y saborear, si es que eso tiene algún sentido. Para aquéllos que saben lo que es un Silmaril, evoca una imagen clara en su mente. Los títulos son a menudo metáforas que ayudan a impulsar cualquier mensaje o apunte que esté tratando de transmitir. Lo de Ygramul The Many es un tema que había querido incluir en una canción durante mucho tiempo, pero simplemente no había encajado hasta ahora. La fantasía y la realidad son intercambiables. Para mí son uno en lo mismo, y siempre estaré más cómodo utilizando uno para describir al otro”.
Ya… Por mucho que lo intente, no me puedo imaginar cómo tiene que ser crear alguna de vuestras canciones. ¿Cuál es vuestro método? ¿Os juntáis para hacer jams o cada uno va por su lado y luego lo ponéis en común? Supongo que los samples se trabajan de forma separada…
“Nuestro guitarrista Spencer es algo así como el arquitecto detrás de toda la música. Él comenzó la banda y tuvo el gran plan de qué tipo de música queríamos probar o hacer. Así que, generalmente, todavía empieza por él. Compone riffs por su cuenta y, muchas veces, tiene un plan más elaborado sobre cómo quiere que se sienta el disco. Él y nuestro batería Dave luego desarrollarán las canciones reales, hacen jams muy a menudo. A partir de ahí hacen demos aproximadas para que pueda escribirles y, honestamente, todo es bastante normal en términos de funcionamiento del grupo”.
Pero por ejemplo, ¿cómo se realiza un tema de puro noise como ‘Rainbow Coil’? Para vosotros, ¿resulta fácil o complicado crear cortes como ésos?
“Por lo general, vamos al estudio con algo de la idea para la canción si no tiene ninguna instrumentación tradicional pero no está escrita formalmente de antemano. Por ejemplo, para ‘Rainbow Coil’, Spencer y yo habíamos debatido el uso de baterías cortadas y de dispositivos electrónicos ‘basura’ para crear algo discordante e inconexo, pero que eso todavía tendría flow y un clímax. En el estudio tomamos eso y lo ampliamos, y lo trabajamos hasta que sentimos que era lo que queríamos. La improvisación es muy importante, y no existe una correlación entre la dificultad y si la canción está desprovista de instrumentación normal o no. Todo depende”.
Si uno observa vuestros splits, puede comprobar hasta qué punto os gusta experimentar con vuestro sonido… Code Orange, Merzbow, Nails… ¿Qué habéis aprendido de estas experiencias y cómo de lejos crees que tenéis vuestro límite?
“Sólo hemos trabajado con gente que creíamos que harían compartidos y colaboraciones interesantes, eso es todo. Nos hemos movido más a hacer discos de colaboración en lugar de splits a lo largo de los años. Las colabos han sido tan importantes para nuestro crecimiento como músicos… y creo que es importante que sigamos haciéndolas. Todos tenemos un límite; nosotros no hemos encontrado el nuestro respecto a este tipo de cosas”.
Si piensas en grupos actuales, ¿con cuáles te gustaría hacer más discos conjuntos o splits por cómo están contribuyendo a la vanguardia del metal extremo?
“Es difícil de responder, no estoy realmente seguro… Definitivamente, disfrutaríamos colaborando con Lingua Ignota. Ella está contribuyendo enormemente a esos géneros mencionados al ser sólo ella misma y hacer álbumes sobresalientes”.
Conozco a algunos fundamentalistas del grindcore que no aceptan bandas como la vuestra, que os salís de la normalidad o el clasicismo para ofrecer otras experiencias ruidosas que pisan otros estilos musicales. Supongo que no te importa lo más mínimo, ¿verdad? ¿Lo has notado en alguna crítica o en conciertos donde toquéis como apoyo de alguien, que hay una parte del público que no os entiende?
“Cuando era joven, cuando empezamos, creo que me molestó un poco. No pasó mucho tiempo antes de que me diera cuenta de que, uno, si fuera un purista, probablemente tampoco me gustaría nuestra banda, y dos: la mayoría de mis grupos favoritos también tomaron elementos de géneros dispares e hicieron versiones ‘impuras’ o ‘falsas’ de dichos estilos. Es guay. No creo que a ninguno de nosotros nos moleste, entendemos la reacción. Sólo estamos realizando lo que queremos hacer y eso es todo lo que puedes hacer, no cambiaría nada”.
Para Weeping Choir, por eso, os habéis ido de un sello de culto como Profound Lore para ingresar en Relapse Records, mucho más grande a todos los niveles. Por muchas razones guardo un gran respeto hacia ambos, ¿pero qué diferencias habéis encontrado vosotros y qué ha motivado ese cambio?
“Profound Lore es uno de los mejores sellos del planeta. Siempre hemos cambiado a diferentes discográficas en los últimos nueve años, por lo que es bastante normal que lo hagamos. La mayor diferencia con Relapse es que se trata de un equipo gigante de personas que trabajan en distintas cosas a la vez. La mayoría de los sellos con los que trabajamos tienden a ser una o dos personas como mucho, y la experiencia es diferente. Hemos tenido una experiencia muy positiva en Relapse. Sentimos que podría ayudar a nuestra banda a crecer, pero de una forma en la que aún podríamos mantener el control, y hasta ahora ése ha sido el caso”.
¿Y qué preparan Full Of Hell para los próximos meses? ¿Mucha carretera o algún otro artefacto musical?
“Estamos a punto de volver a girar. Nos acabamos de tomar nuestro descanso más largo en aproximadamente nueve años desde que somos una banda, ¡seis meses!, por lo que todos estamos ansiosos por volver a salir. Estaremos de gira durante el resto de año y, sí, también tenemos un par de proyectos en camino. Estamos de pie al borde del acantilado ahora mismo”.
Honestamente, me encanta vuestra música y todo lo que la rodea, así que sólo tengo un reproche que hacerte… Opino que a vuestros shows les falta algo de continuidad entre canción y canción, creo que si fuerais capaces de encadenar cuatro o cinco explosiones grind seguidas realmente nos chafaríais contra el suelo. ¿Qué te parece, es algo que hayáis hablado?
“¡Gracias! Sí, sé a qué te refieres. Siempre depende de lo que esté pasando entre nosotros. A veces escribimos deliberadamente el set para sentirnos muy arriba y muy abajo todo el tiempo. ¡Tal vez intentaremos idear un repertorio para tocar todo el rato sin dejar aire para nadie! (Risas)”.
Gracias por tu tiempo y felicidades por el nuevo disco.
“¡Gracias a ti por la entrevista!”.
PAU NAVARRA