Este pasado mes de junio Gary Numan nos visitó en la península con dos conciertos por salas. Asombrado por el recibimiento, escribió en su propio Instagram lo abrumado que se sentía ante el amor recibido y que volverá en cuanto la agenda se lo permita.

Versioneado por NIN, Foo Fighters o Marilyn Manson en los noventa, es en este nuevo milenio cuando por fin Gary Numan ve de nuevo sus discos en lo alto de las listas. En su prematuro éxito a finales de los setenta y principios de los ochenta, fue masacrado por la crítica y parte del público de Bowie como un hype. Pasaron años hasta que tuvo la bendición del Duque Blanco, quien dijo de Numan que había compuesto algunas de las mejores cosas del rock británico. Justo en su fecha en Madrid, el pasado 10 de junio, horas antes de su increíble concierto, quedo con él en la prueba de sonido para hablar de lo divino y humano. A pesar de su fama de tímido, me encuentro con una persona amable, locuaz, divertida y también muy consciente de los estragos que el ser humano está haciendo al Planeta.

La última vez que hablamos fue hace cinco años, cuando editaste el álbum Savage (Songs From A Broken World). Me contaste que te habías mudado a Los Ángeles y que estabas superando una depresión. Después de este tiempo ¿Cuál es tu perspectiva sobre ese disco?
GARY NUMAN “Sigue siendo mi disco favorito. En ese periodo edité tres discos: Splinter, donde hablo sobre la depresión, Savage y por último Intruder. En Savage es donde por primera vez trato un poco el tema del cambio climático en el futuro. Sigo con la misma temática en Intruder, pero no desde un punto de vista científico sino con un lenguaje más cercano a la gente. Me encanta Intruder, pero Savage tiene más calidad y por eso sigue siendo mi favorito”.

Tu música siempre alberga ciertas atmósferas, como la banda sonora de una película.
“Creo que tiene que ver con el proceso de composición de mis canciones. Por lo general, comienzo con la melodía y a partir de eso creo la atmósfera. Mucho antes de las letras, los títulos, esas cosas. Intento crear una atmósfera a partir de lo que veo y de lo que siento. Es lo que busca la música de una película, generar una emoción que acompañe a la imagen. Eso es lo que también intento hacer. Y creo que he mejorado con el tiempo. Cuando comencé, no era muy bueno creando atmósferas, aunque mi proceso de composición siempre fue el mismo”.

Los últimos discos han llegado al segundo puesto de las listas de ventas inglesas. Cómo aprecias el factor de tener éxito.
“La primera vez que tuve un éxito fue en 1979 y pensé que era algo muy fácil de lograr. Luego me di cuenta que no era para nada fácil. De hecho, no he tenido éxito durante muchos años. Volví a tener éxito tanto Splinter como Savage e Intruder. Significó tanto para mí… me emocioné hasta llorar. Sobre todo por todo lo que me costó volver a estar alto en las listas. Me sentí muy agradecido”.

Foto: Eva Ettegard

¿Piensas que la crítica fue injusta contigo en los años que empezaste?
“Bueno, la prensa no fue muy positiva con los primeros discos. Pero creo que fue una cuestión de época. Era un estilo de música muy nuevo y a la gente le costó entenderlo. No se escuchaban guitarras, no era rock. Era un sonido muy diferente a lo que estaban acostumbrados. Fui el primero en hacer esa música y por eso recibí toda la crítica negativa”.

Trent Reznor llegó a declarar que fue por ti por lo que se decantó a la hora de incluir sintetizadores en sus canciones. ¿Cuál es tu disco favorito de NIN?
“Probablemente The Downward Spiral, e significa mucho para mí a diferentes niveles. Pero Trent siempre hace muy buenos discos, es una persona muy inteligente”.

Hablemos sobre Intruder. ¿Cómo fue el proceso de grabación y composición? ¿Qué me puedes decir sobre el concepto del álbum?
“Surgió a raíz de un poema que escribió mi hija menor, sobre laTierra hablándole a otros planetas y contando todas las cosas horribles que suceden aquí y por qué la gente es tan cruel. Fue algo que me impactó mucho porque ella sólo tenía once o doce años. Me gustó mucho su manera de ver la relación entre nosotros y el planeta y me sentí muy orgulloso de ella. Así que de alguna manera le robé su idea (risas). La verdad es que sin ese poema, el disco hubiera sido muy diferente. De hecho, este poema forma parte del diseño del álbum”.

¿Piensas que este disco, o cualquiera de tus discos anteriores, pueden inspirar alguna película?
“Me hubiese gustado hacer algo con el concepto de Intruder, alguna película que hablara sobre el planeta tomando conciencia y peleando para no ser destruido. Esa es la idea de fondo del álbum. Hubiera sido algo muy interesante”.

Al principio de tu carrera estabas muy interesado en las máquinas. ¿Cómo ves ahora la relación de la humanidad con las máquinas? Porque una vez me dijiste en una entrevista que confiabas más en las máquinas que en el hombre.
“Las máquinas no mienten, no son codiciosas, no son corruptas… pero pueden reconocer que nosotros somos el problema. Y ese es justamente el peligro, que nosotros somos el problema. La verdad, creo que en el futuro lo que la Tierra necesitará es que desaparezcamos. No es que quiera ser dramático, solo digo la verdad. El planeta está dañado y necesita que ya no estemos para que pueda tomar otra forma diferente y poder recuperarse. Y volviendo a las máquinas, mi experiencia con ellas, en especial con aviones, cuando estás en problemas, las máquinas te envían señales que simplemente tienes que escuchar. Lo mismo hace el planeta. Ha estado enviando señales desde hace mucho tiempo, pero nosotros no las escuchamos”.

Con respecto a tu música, sé que eres ateo, pero de alguna manera suena todo lo que haces muy trascendental en un sentido casi religioso.
“Ser ateo es una cosa y ser espiritual es otra. Creer en algo que no puedes ver ni tocar es una idea muy bonita. Me gusta eso. No creo en las religiones ni en un Dios. Si la reproducción humana fuera más lenta, no hubiera existido una revolución industrial ni seríamos criaturas de granja. Tendríamos una mayor relación con nuestro planeta. Viviríamos en armonía y en cierto nivel de espiritualidad. Lo digo en Intruder, somos codiciosos, curiosos, obsesivos con nuestra propia supervivencia sobre cualquier otra cosa. Intentamos ser perfectos, pero no lo somos. Somos seres horrendos (risas). La manera en que nos multiplicamos, nos hemos perdido. Nos hemos olvidado del planeta en el que habitamos. Pero todo está conectado. Existe una fuerza como en Star Wars, aunque suene estúpido. Es una idea muy bonita. Pero por querer progresar, nos hemos convertido en más crueles y más ambiciosos”.

Foto: Eva Ettergard

«El éxito es como la guinda del pastel. Tienes que disfrutar del pastel primero, de lo contrario, serás infeliz gran parte de tu vida» GARY NUMAN

¿Crees que el arte nos puede salvar?
“Somos capaces de crear belleza y generar compasión. Por cada persona horrible, puedes encontrar una persona increíble. Hay personas buenas también. Yo me considero una persona buena, no molesto a nadie. Pero nuestra naturaleza es de supervivencia. La crueldad se convierte en necesidad y de esa forma se justifica. Creo que todos tenemos esa naturaleza, incluso el mismo Papa (risas). La sociedad, las reglas y las leyes hacen que podamos cohabitar de una manera relativamente civilizada”.

La vez anterior hablamos sobre Blade Runner. ¿Qué te pareció la segunda parte?
“¿A tí te ha gustado?”

Para nada (risas). Sólo que quiero saber tu opinión…
“Me encanta la primera por supuesto, es un clásico. La segunda no es comparable, pero he disfrutado de la historia y de la música. ¿Sabes cuál es una de mis películas favoritas actuales? La nueva de Dune. Me ha encantado muchísimo, ya la he visto tres veces”.

¿Y qué opinas sobre la versión de David Lynch?
“Sí, también me gusta pero la nueva me encanta. Estoy leyendo el libro ahora”.

¿Te gustan las películas de David Lynch?
“No he visto más que Dune. Sé que son películas extrañas y muy particulares”.

Cambiando de tema, durante los conciertos ¿Cómo haces para cantar una canción feliz cuando estás mal o cantar una canción triste cuando estás bien?
“Por lo general no tengo canciones felices (risas). Así que eso es fácil. No es algo complicado. Cuando conoces tus canciones, los sentimientos aparecen de inmediato al cantar. A veces demasiado, como me pasa con el tema ‘A Prayer For The Unborn’, que trata sobre un bebé que perdió mi mujer hace muchos años. Cuando canto esa canción, trato de no pensar mucho. Pero por lo general no es un problema, intento estar muy concentrado cuando salgo al escenario”.

Para mí tu música es una catarsis…
“Sí, pasa algo que me resulta fascinante. Siempre trato de que mis canciones sean creíbles y lo hago con pasión para poder llegar al público. Y luego toda esa energía desaparece cuando te bajas del escenario. Está muy bien que eso pase, es sólo una parte de mí que aparece y luego desaparece”.

Has escrito una autobiografía, (R)Evolution. ¿Qué piensas sobre tu carrera desde los primeros años?
“Ha sido todo muy difícil. Durante gran parte de mi carrera he intentado estar en muchos sitios, ser cada vez más conocido. He logrado tener mucha credibilidad y respeto de mis colegas. Realmente nunca se trató de tener números uno, sino de mi reputación, como todavía sigo haciendo. Por ejemplo tocar aquí, donde nunca antes había tocado. Disfruto mucho haciendo esto, disfruto estando en el autobús de gira, de estar de gira con amigos. El éxito no es algo que tratas de alcanzar, es algo que aparece como sorpresa, va y viene. Si se convierte en lo que siempre tratas de alcanzar, entonces no nunca serás feliz. Se lo explico a mis hijas. El éxito es como la guinda del pastel. Tienes que disfrutar del pastel primero, de lo contrario, serás infeliz gran parte de tu vida. Tienes que disfrutar de la música, de tocar frente a las personas. El tamaño del recinto no tiene nada que ver. Por suerte, siempre he tenido esta actitud porque la mayoría de las veces he estado más bien abajo (risas)«.

¿Cómo fue colaborar en la nueva versión de la canción ‘Tower Of The Strenght’ a favor de organizaciones no gubernamentales contra el coronavirus? Wayne Hussey incluyó en la canción lo mejor de lo mejor: tú, Martin Gore, Robin Finck, Billy Duffy…
“Estaba muy nervioso porque es una de mis canciones favoritas. No quería arruinarla. Hice varias pruebas en el estudio y no estaba muy convencido de mi voz. Al final me encantó hacerlo. La idea fue completamente de Wayne. Él nos contactó a todos e hizo un trabajo fantástico. Y además por una buena causa. Estoy muy orgulloso de haber colaborado”.

IGNACIO REYO