Consolidado como una cita ineludible para los amantes del stoner, el doom y la psicodelia, el Kristonfest regresa un año más para dar el pistoletazo de salida a la temporada festivalera. Encabezando el cartel de esta edición encontramos a unos Graveyard que vuelven a pisar España tras la pandemia. Establecemos contacto con los suecos para hacer la previa.

Desde su irrupción en el panorama rockero con su segundo largo en 2011, el magistral Hisingen Blues, Graveyard se han convertido en unos fijos de nuestros escenarios. Al igual que tantas formaciones escandinavas, la relación entre los suecos y el público español se ha ido estrechando cada vez más en cada visita que han realizado. Ni tan siquiera la breve y bochornosa separación de apenas unos meses que sufrieron en 2016 ha cambiado el hecho de que sigan disfrutando de una buena aceptación dentro de nuestras fronteras.

Es por ello que, a pesar de no traer consigo nuevo material bajo el brazo (se prevee que su sexto álbum aparezca en el trimestre final del año en curso), el Kristonfest ha decidido apostar por ellos para liderar su cartel esta temporada. Además de un repaso por toda su discografía, el próximo sábado 27 de mayo en La Paqui de Madrid podremos disfrutar de los míticos The Obssesed de Scott ‘Wino’ Weinrich, los alicantinos Rosy Finch como representación nacional, y los psicodélicos Mars Red Sky. Estos últimos también estarán el día antes acompañando a Graveyard en el Kafe Antzokia de Bilbao. (Entradas para ambos en este enlace).

Antes de su desembarco en nuestra tierras, llamamos al guitarrista Jonatan Larocca (el cantante y guitarra Joakim Nilsson, el bajista Truls Mörck y el batería Oskar Bergenheim completan la alineación actual) para que nos pusiera al día sobre la reciente gira que han protagonizado junto a Kadavar, lo que podemos esperar de su próximo disco y su relación con ‘nuestros Graveyard’, la banda barcelonesa de death metal.

Acabáis de finalizar vuestra primera gira desde la pandemia. ¿Qué sensaciones habéis tenido al volver a la carretera después de tanto tiempo?
JONATAN LAROCCA “Llevábamos mucho tiempo deseando volver a salir de gira. Necesitábamos regresar a los escenarios. Nos lo hemos pasado muy bien y el público ha respondido genial en todos los lugares que hemos visitado. Para nosotros ha sido fantástico poder volver de esta manera”.

«A pesar de que en Suecia siempre han surgido muchos grupos de rock increíbles, la realidad es que luego en la radio suena mucha música terrible» JONATAN LAROCCA

Habéis compartido cartel con Kadavar, de quienes son buenos colegas. ¿Desde cuando os conocéis?
“En realidad no habíamos tenido muchas oportunidades de tocar con ellos previamente, pero les conocíamos por haber coincidido en algunos festivales. Nos preguntaron si nos gustaría salir de gira con ellos y pensamos que ya iba siendo hora de hacerlo. Pero no habíamos podido conocernos tan bien hasta ahora. Son buenos chicos”.

Me resulta curioso que ambas bandas explotaseis casi en el mismo momento, entre 2011 y 2013. Mucha gente descubrió a Graveyard con Hisingen Blues y con Kadavar ocurrió lo mismo cuando publicaron sus dos primeros álbumes. Parece que durante un momento volvió a haber un pequeño boom de grupos de hard rock clásico, pero en realidad siempre ha sido un estilo que ha estado ahí, aunque fuese en la sombra. ¿Qué recuerdos te vienen de aquella época?
“Tengo buenos recuerdos de entonces. Cuando publicamos nuestro primer disco en 2007 comenzamos a girar tanto como nos fue posible. Eso continuó durante los años siguientes hasta que publicamos Hisingen Blues. Fue una buena época, pero también trabajamos muy duro. Giramos un montón y fuimos creciendo concierto a concierto, noche tras noche. Fue duro pero al mismo tiempo una gran experiencia. Con los años hemos tendido a buscar más comodidad a la hora de hacer las giras, pero aún así nos sigue resultando increíble poder tocar nuestra música para tanta gente. También hemos aprendido mucho viajando y saber relativizar lo que es de verdad importante cuando estás en casa. Así que ha sido un recorrido fantástico pero también hemos trabajado muchísimo”.

¿Os pilló por sorpresa el recibimiento tan positivo que tuvo Hisingen Blues y también Lights Out al año siguiente?
“Sí, por supuesto. Nunca hubiera pensado que lograríamos ese nivel de popularidad. Aunque fue genial, no lo esperábamos para nada. No pensábamos que el tipo de música que estábamos haciendo pudiera encajar de alguna manera entre el público en aquel momento. Fue una agradable sorpresa”.

Hablando ya un poco del presente, tenéis un nuevo disco grabado desde hace tiempo, aunque ahora le estáis dando los últimos retoques con la mezcla y el master. ¿Qué es lo que os ha hecho retrasaros tanto?
“Necesitábamos darnos un respiro de girar tanto y es lo que hicimos antes de la pandemia. También, y habló por mi, la creatividad bajó un poco. Entonces vino el COVID, el confinamiento… Nos llevó un tiempo porque tuvimos que encargarnos de otros asuntos que nada tienen que ver con la música. Hicimos la grabación durante varios periodos de tiempo, básicamente cuando alguno de nosotros no tenía que hacerse cargo de los niños (risas). Ha costado pero esperamos que haya merecido la pena”.

¿Dónde y con quién habéis grabado esta vez?
“Don Ahlsterberg ha sido el productor. Es el mismo que grabó nuestros tres primeros álbumes. Casi todo lo hicimos en su estudio Don Pierre. Está al norte de Gotemburgo en un bosque. Pero también hubo unas tres canciones que grabamos en Silence Studio en Koppom”.

¿Y qué me puedes contar sobre el álbum? El último que sacasteis, Peace, tenía un sonido mucho más duro que de costumbre. ¿Seguirá este un camino similar?
“Diría que este nuevo disco es un poco más lento de lo que normalmente solemos hacer en Graveyard. Habrá algunas canciones más animadas y movidas, pero en general la sensación es mucho más suave que en el anterior. Va ser diferente, pero confiamos en que igualmente bueno”.

De hecho, muchas de mis canciones favoritas de vuestra discografía suelen ser las baladas como ‘The Siren’, ‘Uncomfortably Numb’, ‘Too Much Is Not Enough’…
Oh, muchas gracias. Espero que los fans sepan apreciarlo cuando lo escuchen”.

¿Y eso cuando ocurrirá? ¿Quizás para después del verano?
“Creo que sí. No sé las fechas exactas, pero creo que será para finales de septiembre”.

Tenéis ya una discografía considerable con cinco trabajos. La gran mayoría de vuestros seguidores suelen coincidir en que Hisingen Blues es el mejor. ¿Estás de acuerdo?
“Creo que sin duda Hisingen Blues es nuestro disco más importante porque mucha gente nos descubrió con él cuando salió. Es muy bueno, pero como músico siempre siento que el último álbum que he hecho es el mejor de todos. Así que diría que ahora mismo mi preferido es este nuevo que vamos a lanzar dentro de unos meses. También Lights Out me gusta mucho”.

Siempre he sido un gran fan del rock escandinavo y de toda la oleada de bandas de rock suecas que han ido apareciendo desde la explosión de Backyard Babies y The Hellacopters en los 90. Luego aparecieron The Hives, The Soundtrack Of Our Lives, The (International) Noise Conspiracy, más tarde vosotros, Blues Pills… Parece que tenéis una cantera inagotable de grupos. ¿Cuál es vuestro secreto?
(Risas) Suelen preguntarnos a menudo por esto y es difícil de responder. A pesar de que en Suecia siempre han surgido muchos grupos de rock increíbles, la realidad es que luego en la radio suena mucha música terrible, para serte sincero. Así que si no quieres oír eso tienes que crear tus propias canciones (risas).También tiene que ver con que el gobierno suele apoyar mucho para que las bandas jóvenes puedan desarrollarse. Hay muchos locales de ensayo dónde un chaval puede coger prestada una guitarra, incluso si no tiene dinero. Ese es un punto importante y creo que se ha hecho un buen trabajo con ello. No necesitas ser rico para comprarte un buen kit de batería y empezar a hacer música”.

Ese es uno de los aspectos por las que siempre he sentido envidia de vosotros. Aquí en España no hay una industria que se preocupe de verdad en que los grupos pequeños puedan crecer y tener una carrera. Es una mentalidad muy diferente. Supongo que eso explica en parte el porque allí tenéis tantas bandas tan buenas.
“Puede que tengas razón. Aquí sientes que sí hay un verdadero interés por la música. La gente necesita oportunidades para poder tocar y conseguir que ese sea su trabajo”.

Sin duda la banda sueca más importante, o al menos la más grande, surgida en los últimos años es Ghost. ¿Te gustan?
“No soy muy fan, la verdad. No los he escuchado lo suficiente, pero pienso que son muy buenos ofreciendo algo muy entretenido de ver y escuchar. Entiendo porque se están convirtiendo en algo tan grande, pero no acaban de encajar dentro de mis gustos”.

¿Pero te sorprende el éxito que están alcanzando? Porque incluso en Estados Unidos ya son un grupo que toca en grandes recintos. Puede que desde ABBA ninguna banda sueca haya llegado tan lejos allí.
“Probablemente sea así. Creo que llegaron a ganar un Grammy hace unos años, ¿verdad? Es bastante loco. Como te digo, no le sigo mucho pero me alegro por su éxito porque son buenos en lo que hacen”.

De quienes sé que sí sois fans y además grandes colegas es de The Hellacopters. ¿Qué te pareció Eyes Of Oblivion, el álbum que publicaron el año pasado?
“Son geniales. Siempre han hecho música muy buena y tienen un nivel de calidad altísimo. Además llevan mucho tiempo en esto así que saben muy bien lo que hacen. Me encantaría hacer una gira conjunta con ellos. Sería fantástico”.

En unos días os tendremos de vuelta por España encabezando el Kristonfest y también tocaréis en Bilbao. ¿Conocías el festival?
“Realmente no estoy seguro si hemos llegado a tocar allí anteriormente, pero sí que me suena el nombre del festival. Tenemos muchas ganas de volver a tocar en España. Preparamos un setlist nuevo antes del tour con Kadavar. Es un poco distinto pero conserva mucha variedad de todos nuestros álbumes, así que podréis escuchar muchas canciones de cada uno de ellos”.

Ya para terminar, supongo que sabéis de sobra que en España hay otra banda llamada Graveyard que son de Barcelona y practican death metal. Tengo entendido que en su día hablasteis con ellos y no visteis la necesidad de meteros en juicios y demandas sobre los derechos del nombre. ¿Puedes explicar un poco la historia?
(Risas) Eso fue hace mucho tiempo. Creo que fue Axel, nuestro anterior batería, quién mantuvo una conversación por email con ellos. Pensamos que tampoco sería un problema ya que son estilos de música diferentes, por lo que no le dimos mayor importancia. Creemos que fue bueno para las dos partes. No tenía sentido pelearse por ello”.

Lo curioso es que aún así me he encontrado a gente que ha ido a festivales de rock y metal pensando que eráis vosotros quienes tocabais. Luego se enteraban de que eran los otros Graveyard y se llevaban una decepción.
“¿En serio? Oh, vaya (risas). La verdad que visto así puede ser un problema. Tal vez alguno de los dos debería cambiarse el nombre: Graveyard 1 y Graveyard 2 (risas)”.

O tal vez podríais dar un concierto juntos. Seguro que así nadie se confundiría.
“Sería divertido de ver. Tendremos que volver a contactar con ellos (risas)”.

GONZALO PUEBLA