Después de 25 años de haber empezado su andadura, Halestorm siguen convencidos de que el esfuerzo y la perseverancia tienen recompensa. En vísperas de sus conciertos en Madrid y Barcelona, junto Mammoth WVH y Alter Bridge, pudimos conversar un rato con Lzzy Hale.
En unas horas Lzzy Hale y sus compañeros, Joe Hottinger (guitarra), Josh Smith (bajo), y su hermano Arejay Hale (batería), se subirán al escenario del Palacio Vistalegre de Madrid en la primera de las dos fechas en España (el domingo tocan en la sala Razzmatazz de Barcelona) como parte del ‘Pawns & Kings Tour’ que encabezan Alter Bridge.
Es significativo de los tiempos que vivimos que a pesar de haber dedicado más de media al grupo (empezaron a tocar siendo adolescentes), de haber publicado ya cinco discos repletos de buenos himnos de hard rock, y de contar con una figura mediática como Lzzy, el grupo todavía tenga que seguir girando como banda de apoyo de otra. Probablemente, de haber surgido en los 80, Halestorm hubieran conseguido tocar en arenas a estas alturas de su carrera.
Sin embargo, lejos de mostrarse frustrada o amargada, Lzzy transmite total entusiasmo por poder seguir persiguiendo su sueño. Superado el parón de la pandemia, que aprovecharon para grabar Back From The Dead (Roadrunner), Halestorm siguen dispuestos a seguir picando piedra pase lo que pase.
Medio año después de haber publicado Back From The Dead, ¿qué balance haces del disco?
LZZY HALE «Ver cómo ha sido recibido ha sido muy hermoso. Lo hicimos durante la pandemia, y ni siquiera estábamos seguros de que fuera a publicarse. Y una vez salió, cruzamos los dedos para que gustase a la gente, y afortunadamente así ha sido. Ha sido increíble. Hay chavales que vienen al concierto con las letras tatuadas en los brazos, y la respuesta en los conciertos ha sido muy buena».
¿Te abruma que haya fans que vivan vuestra música de manera tan intensa?
«Sí, claro, pero no de una manera negativa, más bien lo contrario. Llevo en esta banda desde que tenía 13 años, y solo podía soñar con estar en esta posición en la que lo que dices y lo que haces importa a la gente. Mi hermano y yo empezamos el grupo con la intención de que se convirtiese en nuestra vida, y el hecho que hayamos podido construir una carrera y que los fans vengan a los conciertos y compren los discos, es una pasada. Cuando nos dicen que nuestra música les ha transformado o les ha cambiado la vida, me vuela la cabeza. Es algo maravilloso».
¿Qué grupos te hacían sentir eso cuando eras más joven?
«Cuando empecé a escuchar rock tenía 11 años. Mis padres eran unos locos que amaban el rock. Mis primeros héroes fueron Alice Cooper, Dio, Blue Oyster Cult, Deep Purple, por supuesto, los Beatles… Era una niña de los 90, pero amaba el rock de los 70 y los 80. Creo que se nota en nuestra música (risas). Pero recuerdo escuchar por primera vez la voz de Ann Wilson de Heart y que me conmoviera profundamente. Igual que Jeff Buckley. Había algo en sus voces que era mágico. Pero también tengo que citar a Janis Joplin, Tom Keifer de Cinderella o Ronnie James Dio. En cierta manera, todos ellos me transformaron. Cuando una voz y un mensaje se convierten en parte de ti, te inspira. Y yo aspiraba a poder hacer lo mismo, ni que fuera en una milésima parte. Por eso el rock se convirtió en mi obsesión. Veía vídeos de Dio tocando para miles de personas en Inglaterra, y pensaba, ‘¿Cómo puedes dominar al público de esa manera?’ o ‘¿Qué hay que hacer para subirte a un escenario?’. Lo creas o no, era una niña introvertida, y al principio cuando actuaba, me costaba mirar a la gente. Así que para mí ver esos vídeos era casi una manera de aprender cómo hacerlo».
¿Tenías algún amigo o amiga en la escuela con quien compartir esa obsesión o solo la entendía tu hermano?
«Ninguno de mis amigos lo entendía. En realidad, la mayoría de mis amigos odiaban esa música. Solo tenía un vecino, un chico llamado David Livingstone, si puedes creerlo; dios sabe por qué sus padres decidieron llamarle David llamándose Livingstone (risas). El caso es que en la escuela se metían mucho con él, y nos hicimos amigos. Fue él quien me dio mi primer CD de Metallica, y escuchábamos a Rammstein juntos. Pero a excepción de él, mi hermano y mis padres, tuve que buscarme mi tribu por mi cuenta. Por eso cuando encontramos a Joe y Josh, nuestro guitarrista y bajista, fue increíble porque teníamos los mismos intereses, la misma visión, y el mismo amor por el rock y el metal. Y mira, seguimos juntos muchos años después (risas)«.
El single ‘The Steeple’ parece pensada para esos fans que, como tú, quizá no tienen un círculo que les comprenda y pueden encontrar un refugio en vuestra banda.
«Exacto. Has dado en el clavo. Escribí la canción pensando en eso. Cuando estás en un concierto y encuentras a gente que es como tú, puedes ser tú mismo. Ya no es solo por la música, un concierto es un lugar donde puedes ser libre, distinto a los estándares que dicta la sociedad, y ver que no estás solo. Siendo una chica, cuando estaba creciendo, no estaba bien visto que escuchara metal. Afortunadamente, ahora las cosas han cambiado, y en nuestros conciertos ves a un montón de chicas. Cuando estoy en el escenario veo a muchas chicas que me recuerdan a cómo era yo con esa edad. Mola mucho poder ser la anfitriona de todas ellas (risas)».
Aunque tus referentes musicales vengan de los 70 y de los 80, la industria ha cambiado mucho desde entonces. Mientras hay artistas que pueden tener éxito de la noche a la mañana a través de TikTok, para las bandas de rock resulta mucho más complicado. Vosotros ya estáis en vuestro quinto disco, pero tenéis que seguir trabajando muy duro para poder seguir adelante. ¿Alguna vez te lamentas por no hacer nacido antes?
«Intento no pensar en ello. La realidad es que cuando conseguimos nuestro primer contrato, ya estábamos dando 200 conciertos al año de manera independiente, y teníamos muy claro quiénes éramos y lo que queríamos. No le desearía a nadie tener un éxito repentino. Lo he visto y les destruye, porque son chavales que no están preparados para hacer giras enormes. Pero claro, todo el mundo quiere sacar tajada. Como me dijo Alice Cooper, ‘Necesitas 50 años para poder digerir tener un éxito de la noche a la mañana’ (risas). Cuando no tienes experiencia tratando con la gente, o sabiendo gestionar toda la parte económica, puedes meterte en problemas muy gordos. Dicho todo esto, me siento muy agradecida por no haber escogido el camino fácil. Creo que el hecho que sigamos creciendo se debe a que tenemos una base muy sólida».
Ahora estáis de gira con Wolfie Van Halen y Alter Bridge. ¿Os conocías de antes?
«Sí. Conocimos a Wolfie en Los Angeles cuando estábamos grabando nuestro segundo disco a través de un amigo común, y venía a nuestro apartamento constantemente a pasar el rato con nosotros. Nos hicimos amigos mucho antes de que compartiéramos un escenario. De hecho, grabó coros en ese disco, algo que ni recordaba. Pero sale en los créditos y todo (risas). Es maravilloso verle tocar su propio material cada noche. En cuanto a Alter Bridge, también les conocemos desde hace mucho tiempo. Creo que ya giramos con ellos en 2015. Esta gira es como una reunión familiar. Nos queremos mucho».
¿Alguna vez habéis girado con alguien con quien no os llevaseis bien?
«Alguna vez, pero hemos tenido suerte. Lo peor fue en nuestros inicios. Había grupos que te trataban fatal, no te dejaban probar sonido, no te deban nada, ni siquiera te daban unas aguas. Pero lo bueno de pasar por eso, es que aprendes como no tratar a los grupos teloneros. No importa quien toque primero o después, lo importante es el concierto y todos los que forman parte de él, deberían sentirse a gusto. Pero sí, nos hemos encontrado con gente maravillosa y con gente que esperamos no volver a encontrarnos nunca (risas)«.
Muchos grupos están hablando abiertamente sobre lo difícil que es girar hoy en día, por el incremento brutal de los gastos. ¿Crees que toda vuestra experiencia acumulada os está ayudando a superar este momento complicado?
«Sí, desde luego después del COVID está resultando difícil. Incluso conseguir un autobús de gira resulta complicado. Tienes que prepararlo todo con mucha antelación. Nosotros ya tenemos cerrado todo 2023, precisamente para no encontrarnos con sorpresas desagradables en cuanto a la logística. Me siento fatal por los grupos que están empezando ahora, porque los promotores difícilmente apostarán por nuevos talentos, prefieren asegurarse los grupos que saben que venderán entradas. Pero está siendo duro para todos. Tienes que trabajar el doble para ganar la mitad. Al final tienes que encontrar la manera de hacer que funcione. Y pese a todo, me siento afortunada por no tener que estar trabajando en un McDonalds o en una oficina (risas)«.
¿Y qué le dirías a alguien que está trabajando en un McDonalds o en una oficina y sueña con estar en una banda como Halestorm?
«¡Deja tu trabajo! Lo digo en serio. Hace mucho tiempo decidimos que no íbamos a tener un plan B. Y es por ese motivo por el que tiramos adelante, porque todos teníamos claro que solo había una dirección. A veces es muy duro, y das pasos para atrás, pero lo más importante es no tener otra opción que tirar adelante. Mi segundo consejo sería trabaja en serio en tus capacidades, intenta ser la mejor versión de ti mismo, para cuando te llegue una oportunidad estés preparado. Y mi tercer consejo sería no tomártelo todo demasiado en serio. Lo más importante es divertirse en cada paso que das. Ama lo que haces, porque es muy duro, pero no hay nada más gratificante que hacer lo que te apasiona».
JORDI MEYA
Puedes ver a Halestrom hoy 18 de noviembre en el Palacio Vistalegre de Madrid y el domingo 20 en la sala Razzmatazz 1 de Barcelona. Entradas a la venta en este enlace.