El impresionante currículum de Kat Von D ya tiene una nueva línea que añadir con la de cantante, o ese término, recording artist, que tanto gusta a los americanos, gracias a la edición de su primer álbum, Love Made Me Do It. Un trabajo que podemos catalogar como de hard synth pop, y al que le ha puesto la misma intensidad, sino más, con la que ha triunfado en cualquiera de sus otros proyectos.

Pocos nombres han tenido la fuerza de Kat Von D en este nuevo milenio, si de cultura pop hablamos. Su irrupción allá a mediados de los 2000 gracias a un look que era imposible pasar por alto mezcla de belleza latina y un cuerpo tatuado de arriba a bajo -algo extraordinario en aquellos días- no dejó indiferente a nadie, porque además Kat Von D era una tatuadora de nivel altísimo, especialmente en lo que a retratos se refería.

Desde luego, nadie podía tirarle en cara que era alguien con un rostro bonito sin oficio ni beneficio. Todo lo contrario, la artista de origen mexicano y defensora de la cultura vegana, ha ido demostrando que tiene un olfato de primera para los negocios y sacar rentabilidad de su marca ya fuese con shows televisivos como LA Ink, donde era la máxima protagonista, una línea de cosméticos que arrasó en todo el mundo, y, por supuesto, su exitoso estudio de tatuajes en Hollywood.

Siempre ligada al mundo de la música (mantuvo relaciones con Nikki Sixx, Deadmau5 y Oliver Peck, y desde 2018 casada con el músico Rafel Reyes, líder de los más que recomendables Prayers) era sólo cuestión de tiempo que Kat editase finalmente ese disco en el que ha estado trabajando durante años y años. El resultado de ello, Love Made Me Do It -que publica este viernes el sello Kartel Music Group- es como mínimo sorprendente y suena a mucho más que el capricho de una estrella millonaria. 

Lo primero que llama la atención, es que hayas tardado tanto en sacar un disco, ya que nunca has escondido tu amor por la música. Supongo que esto debe ser un sueño hecho realidad.
KAT VON D “Sí, desde luego. La mayoría de la gente me conoce por ser tatuadora y más recientemente por los cosméticos, pero muy poco gente sabe que mi primera gran pasión fue la música. Ya tocaba el piano con cinco años, ya que mi abuela lo tocaba y ella misma me enseñó a tocarlo a mí y mis hermanos y es algo que nunca he dejado de hacer. Ella me enseñó  el amor por tocar música. Pero la vida te lleva por donde te lleva y durante muchos años me he dedicado a los programas de televisión, al maquillaje, edité algunos libros, etc… y todo eso me alejó de lo que verdaderamente quería hacer, que era música. Pero bueno no es un problema, soy de las que creo que las cosas pasan en el momento adecuado y ese ha sido ahora».

Como dices, muchas cosas han pasado en tu vida y me imagino que ofertas para hacer un disco no te habrán faltado. Por lo tanto, ¿por qué precisamente ahora?
“Cuando vendí mi marca de cosméticos hace un año, supe que era el momento en que podía hacerlo ya que iba a tener tiempo para grabar, salir de gira, etc… aunque, ya sabes, luego se cerró todo, y poco se podía hacer en ese aspecto. Tenía una gira prevista para el pasado otoño, que haremos próximamente. Para mí es todo una cuestión de equilibrio y que las cosas puedan encajar. Ahora tengo un hijo y no es tan fácil irme de casa, pero también el álbum lleva escrito y grabado en su mayoría desde hace tiempo, por lo que creo que es un momento óptimo para enseñarlo al mundo”.

¿Tal como están las cosas, tienes miedo o te da respeto salir de gira?
“La verdad es que no. Hay un momento que tienes que dar el paso y decidir que has de vivir y no estar metido en una burbuja por miedo a lo que pueda pasar. En Estados Unidos cada día hay más cosas abiertas, la gente empieza a salir y disfrutar y creo que eso es muy bueno e importante. Ten en cuenta que venimos de un periodo en que la gente tenía miedo hasta de salir de casa y al final tu salud mental se acaba resintiendo de la misma manera que la física. Somo criaturas sociales, necesitamos salir, relacionarnos, respirar aire fresco… de lo contrario acabarás con una depresión. Muchos amigos míos han pasado por eso durante estos meses, algunos hasta se han suicidado, han tenido sobredosis, recaídas… un momento complicado. Quedarse en casa como solución, puede ser peor que la propia enfermedad, así que hay que encontrar una fórmula en la que hayamos de tener respeto por el virus, pero al mismo tiempo vivir. Espero que con el paso del tiempo todo se vaya abriendo. Ahora podemos girar por América, pero no en Canadá o Europa. Tenemos previsto ir por allí, España incluida, sobre el mes de mayo, y esperamos que todo esté bien por entonces y podamos tocar para vosotros”.

Centrándonos en Love Made Me Do It, el pasado mayo escuchamos el primer adelanto, ‘Exorcism’ y ya nos pudimos hacer una idea de la dirección que ibas a tomar. Pero hasta entonces, todos pensábamos que iba a ser un álbum más orientado al rock, por todo el bagaje que has ido teniendo. Siempre te hemos visto con camisetas de bandas de metal, has aparecido en videos de Alkaline Trio, etc…
“Sí, mucha gente daba por hecho que cuando fuese a hacer música iba a ser más orientado al metal, porque me gusta mucho el metal en todas su variantes, pero también hay otras cosas que me gustan mucho. Soy una gran fan de los sintetizadores analógicos, me encanta grupos como Depeche Mode, The Cure, Siouxsie And The Banshees y el post punk en general. Me encanta ese sonido nostálgico de los 80 y los 90. Cuando pienso en mis bandas favoritas, muchas de ellas están relacionadas con las letras que hacían, me encanta la poesía y en el metal la poesía no es algo tan común. También tengo que pensar en mi voz, conozco mis límites. Podría cantar como si estuviese en Arch Enemy, pero esa no sería yo (risas)”.

Grabar este álbum ha sido un largo proceso, al que le has dedicado años. ¿Podrías explicarnos un poco de como has ido construyendo lo que finalmente podemos oír en Love Made Me Do It?
“Tengo que ir al principio. Empecé a escribir música hará unos 10 años. Estaba en una relación que no acabó bien, y mi ex me mandó un álbum en el que cantaba las cosas que quería decirme. Pensé que la mejor manera de responder era haciendo yo misma mi propio disco. Así es como se empezó a gestar y como todo lo que he hecho en la vida empecé desde abajo. Me llevó mucho tiempo y esfuerzo aprender a cantar de manera correcta, fue un trabajo intenso junto a mi profesor de canto. Vivir en Los Angeles es una ventaja porque vives rodeada de gente creativa y con talento y me siento muy afortunada de que algunos de mis amigos sea músicos  a la que admiro y que estuvieran dispuestos a ayudarme. Mi vecino en aquellos días era Danny Lohner de Nine Inch Nails con el quedé muchas veces para crear música, otro día vino Dave Grohl a mi estudio de tatuajes, le comenté que estaba haciendo un disco y me dijo que le encantaría tocar la batería en algunas canciones…¡Que guay! Así que tuve a muchos amigos haciendo sus aportaciones y ayudando a crear algo bonito. Creé el álbum original junto a Adam Noble. Me encantan muchas sus producciones, especialmente alguna que hizo para Placebo e hicimos un álbum, pero lo tuve que dejar de lado porque coincidió con un periodo mío de mucho trabajo y no podía dedicarle el tiempo que merecía a la música. Cuando el año pasado me liberé al vender la línea de cosméticos y tenía tiempo con el encierro, básicamente me traje a mi banda a casa y allí empezamos a darle una nueva vida a los temas remezclándolos, haciendo nuevos arreglos. Me gusta porque creo que representa mejor lo que hacemos ahora, pero por otro lado me sigue gustando mucho el trabajo original que hice con Adam y he decidido que en algún momento sacaré ese álbum original. En esa versión, todo y que hay sintetizadores, había más guitarras y en general tenía otro sabor”.

El álbum variedad, aunque no tenga muchas guitarras tiene por momentos su carga de agresividad, pero por otro lado una canción como ’I Am Nothing’ podría recordar a una Lana del Rey introspectiva. Imagino que tiene que ver con intentar diferentes facetas de ti misma.
“Sí es que eso es muy importante para mí. Todas las canciones están relacionadas de manera estrecha, pero eso no significa que tengan que sonar igual. Ese es el reto. Creo que como elemento en común tienen la oscuridad, porque mis influencias vienen de ahí y no se escribir canciones felices… De hecho estamos empezando a trabajar en el segundo álbum ahora mismo y me gustaría ir en una dirección más agresiva de la que tiene este. Veremos que sale (risas)”.

Otro de los elementos claros de tu música es el aspecto visual. Tanto si oyes las letras, ves los videos, etc… todo tiene un elemento cinematográfico. Tampoco puede extrañar porque toda tu carrera se ha basado en cosas donde la imagen es el elemento principal.
“El aspecto visual de la música es fundamental, especialmente cuando actúas en directo. Me disgusta cuando veo a una banda plantada en el escenario sin hacer nada. Me gusta que se explique una historia, que haya una conexión con lo que se está tocando. He trabajado con Linda Strawberry, que ha trabajado con Smashing Punpkins entre otras bandas, y nos gustan las mismas cosas. Algo oscuro pero que al mismo tiempo tenga belleza. En mi banda tengo una contorsionista, que no toca ningún instrumento, su instrumento es su propio cuerpo  y se expresa así. Me gustan las cosas excitantes. Cuando tu ves a Kiss, por ejemplo, lo es con su maquillaje, vestuario, las explosiones, el diseño de escenario… Para ser honesta tampoco es un paso muy complicado porque nosotros ya somos un poco así (risas). La manera en que salimos vestidos a un escenario, no es muy diferente a como lo hacemos en nuestro día a día, así que ya solemos expresarnos de esta manera en un día corriente de nuestra vida”.

Llevar una gran producción es caro y sueles necesitar recintos de cierta envergadura. ¿Crees que, de momento, puedes estar algo limitada en ofrecer lo que quieres?
“Sí, pero tampoco necesitas necesariamente un gran recinto para hacer una producción que sea especial. Todo se puede adaptar al tipo de locales donde actúas. Mientras no te quedes sentada, tocando tu instrumento, todo va bien (risas)”.

Eres una persona muy acostumbrada a las cámaras, la prensa, etc… pero estar en un escenario y ser el punto de mira es algo muy diferente ¿Te causa respeto ese nuevo rol?
“No especialmente. He colaborado y estado de gira con alguno de mis amigos como IAMX, y ha sido una beuna manera de ir ganando experiencia, porque como bien has dicho es algo diferente a cuando estar grabando un programa o haciendo una sesión de fotos. Es un reto mayor porque tienes que estar cantando al mismo tiempo que actúas, pero es algo que me gusta, no tengo ningún miedo. Mas bien al contrario”.

¿Tienes idea a que público puede ir dirigida tu música? Como Kat Von D tienes fans de todo tipo, pero no necesariamente se pueden sentir atraídos por tu faceta musical.
“La música es algo muy especial, porque te puede llegar una canción pero no necesariamente tienes que ser como quien la está interpretando. Sé que mi música no es para todo el mundo, pero mucha de mis canciones están escritas desde un estado donde me sentía muy vulnerable y expresaba mis sentimientos a través de esas canciones, y eso puede crear una conexión. En ‘I Am Nothing’ por ejemplo, estoy muy sorprendida como ha llegado a muchas personas y ojalá sirva para que se sientan menos solas, eso es algo que buscas como artista. Pero me encantaría claro que mis canciones lleguen a un amplio tipo de gente (risas). Al fin y al cabo es lo que busca cualquier artista”

Aun así, ya sabemos lo cruel que puede ser la gente en las redes sociales y siendo este un álbum tan personal, ¿te da miedo lo que puedan decir sobre él?
“No para nada. Siempre habrá haters. Siempre he sido una outsider, incluso dentro de mi circulo familiar, así que estoy acostumbrada a que se me pueda juzgar y no tener que aceptar mi validación por lo que otros digan de mí. No me tomo las críticas muy en serio, tampoco los elogios por otro lado, y como te he dicho sé que mi música no es para todo el mundo y las críticas van a llegar, pero tanto si te gusta como que no, la realidad es que he hecho la mejor música que soy capaz de hacer y eso es todo lo que está en mis manos. Si te gusta genial y si no, pues no vengas a los conciertos (risas)”.

Otro tema del que has hablado mucho últimamente es sobre el hecho de ser madre. ¿En una persona como tú, hasta qué punto ha afectado lo que has hecho desde que tuviste a tu hijo hace tres años?
“Este álbum está escrito desde hace tiempo. Estaba en otro estado mental, he crecido mucho desde entonces obviamente, pero también tengo la suerte de tener una pareja que entiende perfectamente lo que hago, ya que el también está en una banda. Compartimos el mismo estilo de vida y eso lo hace todo mucho más sencillo. En las dos direcciones, para el también es una gran ayuda, que yo entienda lo que hace. Ahora si nos vamos de gira juntos, podemos llevar a nuestro hijo con nosotros, y será como un negocio familiar. La gran diferencia es que antes podía hacer lo que quisiera, cuando quisiera y ahora tengo que hacer gran parte de mi trabajo cuando él está durmiendo y eso hace que tu tiempo sea mucho más limitado”.

«En cuento acabe la gira volverá a tatuar como lo he hecho siempre.
¡Voy a tatuar hasta que muera!» KAT VON D

¿Todavía sigues tatuando?
“Sí, claro. Mantengo mi estudio de tatuaje en West Hollywood y suelo tatuar de manera bastante regular, lo que pasa es que ahora estoy más centrada en la música, preparando la gira, los ensayos, entrevistas. Ahora mismo no estoy cogiendo nuevos clientes, pero en cuento acabe la gira volverá a tatuar como lo he hecho siempre. ¡Voy a tatuar hasta que muera! (risas)

En España, y supongo que en otras partes del mundo, empezamos a saber de ti gracias a los canales temáticos donde ponían show como Miami Ink. Desde entonces las cosas han cambiado radicalmente y el tatuaje se ha convertido en algo ya totalmente aceptado, pero en aquellos días no era fácil ver, especialmente a chicas, con su cuerpos llenos de tatuajes. ¿Crees que te influencia en esta normalización ha sido fundamental?
“Sí, desde luego. Cuando empecé con programas como Miami Ink o LA Ink no era consciente del impacto que tendrían y pienso que ayudaron a cambiar la percepción de los tatuajes, especialmente en las mujeres. Ahora mismo en América, una de cada tres mujeres tienen algún tatuaje y eso es mucha gente, se ha convertido en algo común. No es algo malo, pero echo un poco en falta aquellos tiempos en que era algo especial, porque ahora ya no lo es”.

Para acabar me gustaría preguntarte por tu ascendencia latina. Es algo de lo que nunca has renegado, todo lo contrario, y que parece estar muy presente en tu vida. Tu marido también es latino y por consecuencia tu hijo. ¿Cómo sigues viviendo tu raíces y como de complicado ha sido con un gobierno como el de Trump?
“Para mí, las raíces latinas son muy importantes y me influencia mi día a día, ya sea en lo artístico o en lo personal. Mis padres son de Argentina, yo nací en México y nos mudamos aquí cuando tenía seis años. Todavía siento una conexión muy profunda con mis raíces latinas porque es quien soy. Es muy importante no perder nunca de vista de dónde vienes y me siento muy afortunada y orgullosa de lo que sea. De hecho mi hijo habla español y todavía no habla inglés porque queríamos enseñarle lo que somos. Ya aprenderá inglés cuando vaya a la escuela, pero es fundamental para mí no perder nunca la conexión de mis raíces”.

RICHARD ROYUELA