L.S. Dunes fueron una de las sorpresas más agradables que nos dejó 2022. Una superbanda que lejos de parecer motivada por el dinero o el ego, transmite sinceridad y buen rollo. Y encima suenan increíbles.
A estas alturas todos estamos tan escamados por precedentes fallidos que el término superbanda o supergrupo provoca más escepticismo que emoción. Pero cuando en agosto del año pasado, nos encontramos sin previo aviso con un temazo como ‘Permanent Rebellion’ firmado por unos tales L.S. Dunes de quienes nunca habíamos escuchado hablar antes, fue difícil no ilusionarse más allá del currículum de sus componentes.
Como tantas otras historias, el tiempo muerto generado por la pandemia fue el responsable de que una panda de viejo amigos -Tim Payne y Tucker Rule, bajista y batería de Thursday, Fran Iero, guitarrista de My Chemical Romance y Travis Steever, guitarrista de Coheed And Cambria- decidieran hacer la realidad lo que hasta entonces había sido solo un deseo expresado a lo largo de los años de «hacer algo juntos algún día». La pieza que acabó por completar el puzle fue Anthony Green de Circa Survive quien con su peculiar timbre de voz y facilidad para la melodía acabó cosiendo las piezas instrumentales que el resto habían creado de manera telemática.
Tras pasar por el estudio de Will Yip (Quicksand, Code Orange) en New Jersey, L.S. Dunes tenían listo un debut (publicado en noviembre por Fantasy) en el que reconocemos elementos de ese post hardcore y emo de principios de siglo que cada miembro ayudó a definir con sus respectivas bandas, pero con la frescura inherente a un nuevo proyecto. Y es que aunque decidieran titularlo Past Lives, su contenido transmite estar hecho por una banda totalmente vigente.
Hace unas semanas charlábamos de todo ello con el simpático Tucker Rule durante una de las pausas de la última gira de Thursday.
Por algunas entrevistas que habéis dado, parece que todos estáis enamorados de esta banda. ¿Podrías intentar describir qué es lo que hace de L.S. Dunes algo tan especial para vosotros?
TUCKER RULE «Creo que es tan especial porque lo creamos de la nada. Lo empezamos durante la pandemia, sin haber estado juntos en un mismo espacio, lo creamos en ‘la nube’, por decirlo de algún modo. La manera en la que escribimos la música, la velocidad a la que la hicimos, la comunicación tan fluida que tuvimos… es algo que no habíamos experimentado antes. Ni siquiera habíamos pensado en publicar nada, ni tocar en directo, hasta que el disco se materializó. El proceso fue difícil porque no estábamos juntos, y grabar cada uno por su cuenta y compartir los archivos, fueron obstáculos que tuvimos que superar, pero nos proporcionó la motivación que necesitábamos en ese momento. Era muy emocionante levantarte cada día, sabiendo que ibas a encontrar algo con lo que poder crear cuando todo estaba parado. Era un rayo de luz al que agarrarse. Y además el que lo hiciéramos en secreto, también lo hizo más especial».
Todos habéis tenido carreras más o menos paralelas, procedéis de la misma escena, y en el caso de Tim y Frank, ya habías tocado con ellos. ¿Erais realmente muy amigos o simplemente conocidos?
«A todos les conozco desde hace al menos 20 años. A Tim le conozco desde 1999 cuando empezamos Thursday, pero nunca pudo girar mucho con nosotros porque tiene familia y un trabajo que no se lo permitía, pero siempre hemos sido amigos y nos entendemos muy bien musicalmente. Es tan buen bajista que me ha hecho mejor batería. A Travis le conozco porque nos llevamos de teloneros a Coheed And Cambria en un sus inicios en 2000 o 2001. Siempre nos gustó su banda, y él es un guitarrista increíble. Anthony solía venir a los conciertos de Thursday incluso antes de estar en Saosin o Cirva Survive. Recuerdo ver a este chaval tan guapo siempre por ahí, haciéndonos preguntas. Fue una alegría ver cómo se convirtió en un cantante tan bueno y tan poético. Y Frankie y yo somos muy amigos. También venía a vernos siempre con Thursday, y conectamos en seguida. En 2007 toqué durante un tiempo con My Chemical Romance cuando su batería se lesionó, y en 2018 me pidió ser el batería su banda en solitario, Frank Iero And The Future Violents, y nos entendimos muy bien componiendo y tocando. Así que podríamos decir que los cimientos de L.S. Dunes son tan sólidos porque nos conocemos desde hace mucho tiempo».
Siempre he pensado que Thursday fue la banda que abrió las puertas para el resto de grupos de New Jersey y Long Island a principios de los 2000. ¿Erais conscientes en ese momento de la influencia que estabais teniendo en la escena?
«No teníamos ni idea. Solo intentábamos hacer lo que hacían otras bandas que nos gustaban como At The Drive-In o Sunny Day Real Estate. Formamos el grupo para poder tocar en los conciertos que nuestro cantante Geoff (Rickly) organizaba en su sótano. At The Drive-In, Saves The Day, Hot Water Music… todos tocaban en su sótano, y literalmente empezamos el grupo para poder tocar con ellos. No teníamos ni idea si alguien iba a escucharnos. No teníamos ni idea que fuéramos a grabar un disco, y mucho menos siete. Así que no éramos conscientes de nada, solo éramos chavales que querían divertirse. Mirando atrás es muy loco pensar que estábamos en el epicentro de algo que se estaba formando a nuestro alrededor, pero simplemente nos veíamos una banda más. Me siento muy afortunado por poder seguir subiéndome a un escenario y que todavía haya gente que quiere vernos 22 años después. Es una locura».
Habéis dado ya unos pocos conciertos con L.S. Dunes. ¿Qué sentiste la primera vez que tocasteis en directo y escuchaste estas canciones tomar vida?
«Antes de tocar en directo nos juntamos en la casa de Frank para ensayar, antes incluso de la grabación final, y ya ahí pudimos ver que las canciones iban a funcionar en directo. Desde la primera nota de la primera canción, me sentí muy bien. El primer concierto en el Riot Fest fue una locura, estábamos muy nerviosos, pero somos profesionales, y confiábamos en las habilidad de cada uno, pero no sabíamos que iban a conectar tanto con el público. En ese momento solo habíamos publicado una canción, pero la gente respondió muy bien con todo el repertorio. Fue toda una sorpresa».
Por lo que has podido ver ¿el público está formado básicamente por viejos fans de vuestras otras bandas o ves también caras nuevas?
«Es difícil de decir. Estoy viendo mucha gente que nunca había visto en conciertos de Thursday o de My Chemical Romance, así que creo que L.S. Dunes está llegando a otra gente, lo cual es muy emocionante. Mola porque esta banda es distintas a todas las otras que tenemos, así que tiene sentido que guste a otra gente y pueda convertirse en una entidad propia. No queremos vivir de rentas o de la fama de nuestras otras bandas, queremos que se sostenga por sí misma. Y quién sabe, quizá lo fans de L.S. Dunes puedan convertirse en fans de nuestras otras bandas (risas)«.
Si no me equivoco, fuiste tú quién pensó en Anthony como vocalista del grupo. ¿Era vuestra única opción o tenías pensados otros nombres?
«No teníamos otras opciones. Era o Anthony o nadie. Todo el mundo encontró muy rápidamente su sitio, y escribimos unas cuantas canciones, y creo que, sin decirlo, todos pensábamos en cómo sonarían estos temas cantados por Anthony. Le mandé cinco temas, una de ellas era la primera que habíamos escrito, ‘Antibodies’, y fue en la primera que decidió poner su voz sin que le dijéramos nada. No sé si era una señal, pero nos la mandó y nos encantó a todos. Estaba claro que tenía que ser él».
¿Quién fue el arquitecto del sonido del grupo o el que montó el esqueleto de los primeros temas?
«Fue bastante loco porque hay temas que empezaron con un riff de bajo, otras con un ritmo de batería que grabé yo en mi estudio, y otras con un riff de guitarra. Nos íbamos mandado esa base inicial, y luego cada uno iba añadiendo su instrumento. Cuando ya estaba todo, Tim lo retocaba y lo estructuraba. Así que todos tuvimos mucho peso, pero Tim fue el que dio el paso al frente y actuó como ingeniero y constructor de los temas. Cogía igual una parte pensada para un estribillo y la recolocaba como un puente, cosas así. Pero la idea era conseguir la energía de la espontaneidad de cada uno».
Y luego fuisteis al estudio para grabar con Will Yip. ¿Era importante reuniros todos y darle un acabado más profesional?
«Sí. Durante la pandemia me compré un montón de equipo y me monté un estudio en casa para grabar baterías, pero no deja de ser algo casero. Por mucho que me gustaba como sonaba, y de hecho grabé las baterías para el disco de Jim Ward desde ahí, con L.S. Dunes quería hacerlo de la manera más profesional posible. Will Yip es un gran productor, ingeniero, arreglista, es un músico fantástico, así que cuando escuchó las maquetas también les dio una vuelta, y trabajó con Anthony en algunas melodías. Grabar las baterías en su estudio marcó la diferencia porque son la base de todo, y consiguió que todo sonara mejor».
«Tengo el presentimiento de que este disco nos llevará tan lejos como queramos» TUCKER RULE
Todos tenéis mucha experiencia en el estudio, pero todos vuestros grupos han pasado por alguna grabación complicada. ¿Crees que al no haber expectativas porque nadie sabía ni que el grupo existía os hizo disfrutar más en el estudio?
«Totalmente. No sentíamos ninguna presión porque durante un año y medio no se lo dijimos a nadie. Si hubiéramos querido hacer una canción de black metal, la hubiéramos hecho y no hubiera pasado nada. Todavía no sentimos demasiada presión porque simplemente nos estamos divirtiendo. Como decía, todos nos conocemos desde hace mucho, pero también hemos estado tan liados girando, que pueden pasar cinco años sin que te veas o solo de pasada en un festival. Así que fue genial poder reconectar a ese nivel también».
Me ha dado la sensación que en este disco has podido hacer baterías más rockeras, con más energía, en Thursday muchas veces tus partes parecen más parte de la composición en sí.
«Sí, en Thursday muchas baterías forman parte del paisaje sonora. Con L.S. Dunes van más al grano, el enfoque es más directo, con menos notas. Quería subrayar los riffs, que sonara lo más compacto posible. Quería que cada instrumento brillara, y la mejor manera de hacerlo era dejarles mucho espacio. Quería hacer algo simple, pero potente, que la gente pudiera hacer air drumming a escucharlo porque es lo que me gustaba hacer con mis discos favoritos».
Me imagino que una de las cosas más difíciles a la hora de empezar una nueva banda es encontrar un buen nombre y que no esté pillado. ¿A quién se le ocurrió el de L.S. Dunes?
«Queríamos encontrar un nombre que molara, pero Metallica ya estaba cogido (risas). Primero pensamos en Dunes porque a nivel gráfico daba juego, y Anthony fue el que pensó en añadir lo de LS Dunes, porque esta banda es adictiva. Y lo escribí y entonces pensé en añadir los puntos como si fuera un escritor en plan T.S. Eliot o J.K. Rowling, o lo que fuera. No sé, me molaba ese rollo».
Aunque has remarcado lo bien que os lleváis, ¿no hubo o ningún problema a nivel más logístico a la hora de decidir el calendario de conciertos, o el sello con el que querías trabajar?
«Son problemas buenos que tener porque significa que todos tenemos trabajo. El éxito de un músico depende de lo ocupado que estés. Cuanto más mejor. Pero L.S. Dunes es una prioridad para todos al nivel de nuestras otras bandas. Intentamos que todo el mundo sea muy serio y eficiente a la hora de planificar sus agendas porque queremos hacer muchas cosas. Tengo el presentimiento de que este disco nos llevará tan lejos como queramos».
Hablando de llegar lejos, me gustaría saber tu opinión sobre My Chemical Romance. Tú los viste crecer y tocaste con ellos, pero no sé si te sorprende como a mí la magnitud que ha tomado su gira de reunión, en la cual también tocasteis Thursday. ¿Cómo explicarías su éxito?
«Lo más importante es que todos son personas brillantes por separado, y cuando se juntan, todavía crean algo aún mejor. Son gente muy lista, escriben canciones muy pegadizas, pero profundas. Creo que llegaron en el momento en el que una generación les necesitaba. Y estéticamente tienen la imagen perfecta. En esta última gira les he visto tocar mejor que nunca y pasárselo bien. Hacen que la gente se sienta parte de algo. Cuando tienes todos esos ingredientes, tienes algo que muy pocos grupos tienen, así que no me sorprende que estén donde están».
Algo que también compartís es que sois gente bastante humilde. A lo largo de los años he entrevistado a todos vuestros grupos y siempre me he llevado esa impresión. En cualquier punto de vuestra carrera, habéis sido siempre los mismos. ¿Crees que es una cuestión de personalidad o también una influencia de vuestra escena?
«A mí me crio mi madre, y es una persona extraordinaria, así que eso tuvo mucho que ver. Pero creo que la escena también. Mis amigos de Thursday son todos muy buenas personas, son dulces, son mis hermanos, y lo mismo podría decir de Circa Survive o Coheed. Y sinceramente, creo que es mucho más duro ser un gilipollas. Malgastas mucha energía jodiendo a los demás. No hay mucha gente que pueda vivir de tocar un instrumento, y siempre debes sentirte agradecido por ello. Poder estar ahora en dos bandas que me encantan es un regalo».
Aun así, no todo ha sido de color de rosa. En todos vuestros grupos, habéis tenido problemas con las drogas. Anthony lo pasó especialmente mal, y Geoff Rickly también. ¿Crees que es inevitable pasar por ello?
«No lo sé. Estar en la carretera es duro, estar alejado de tu familia es duro. Y aunque hayamos tenido éxito, también hemos pasado por momentos muy bajos. El mundo de la música es complicado, no es una industria amable. Siempre hay gente dispuesta a joderte. Y tienes mucho tiempo libre. De gira, estás una hora y media en el escenario, pero el resto del tiempo puedes darle muchas vueltas a la cabeza. Es fácil caer en excesos porque está montado así. No todo el mundo lee un libro y se va a dormir. La vida es complicada para todo el mundo, pero cuando estás alejado de la gente que quieres, lo es un poco más».
Por cierto, ¿hay planes de grabar algo nuevo con Thursday? Ya hace una diez años desde el último disco…
«Bueno, hasta Navidad estamos celebrando el 21 aniversario de Full Collapse con una gira con Cursive por el aniversario de Domestica, pero no tenemos planes más allá porque estamos todos muy ocupados. Nunca sabes qué puede pasar, pero por ahora nos estamos divirtiendo tocando estas viejas canciones y viendo a la gente cantándolas. Te hace sentir muy orgulloso de haber creado algo que significa tanto para la gente. Realmente el impacto de ese disco es gracias a la gente, más que a la banda».
Así que es más probable que haya antes otro disco de L.S. Dunes que uno nuevo de Thursday.
«Es muy posible. Tenemos como otras 15 canciones casi terminadas con L.S. Dunes. Esto va a toda máquina. Ayer recibí otro tema nuevo en mi Dropbox. Estamos listos para poder grabar cuando llegue el momento».
JORDI MEYA