Mastodon vuelven esta semana a nuestro país para cerrar el ciclo de Emperor Of Sand cuando prácticamente se cumplen dos años de su publicación. Pero como nos cuenta su batería Brann Dailor, la música nunca deja de fluir en el seno de la banda de Atlanta.

El poderío que han alcanzado Mastodon en los últimos años es tal que ni siquiera tienen que sacar un disco nuevo para agotar las entradas de sus conciertos. Las del 16 de febrero en La Riviera de Madrid ya han volado, y es probable que cuando leas esto haya ocurrido lo mismo con las del día anterior en la sala Razzmatazz de Barcelona. Con Emperor Of Sand, publicado en marzo de 2017, el cuarteto formado por Brent Hinds (voz, guitarra), Troy Sanders (voz, bajo), Bill Kelliher (guitarra) y Brann Dailor (batería, voz) recuperó el nivel que quizá no había alcanzado sus dos discos anteriores, The Hunter y Once More ‘Round The Sun, y como pudimos ver a su paso por festivales como Download o Resurrection, también en directo estaban impecables. Con estas fechas, los de Atlanta cierran un ciclo, pero por lo que nos contó Brann Dailor a principios de enero, ya están barajando nuevas ideas para su próximo álbum. Incluso puede que muy, muy pronto escuchemos una canción nueva.

Hace un par de días salió la noticia de que ibais a lanzar un tema nuevo coincidiendo con la gira europea. ¿Lo puedes confirmar?
BRANN DAILOR “Si logramos que suene como queremos, lo lanzaremos. Estamos trabajando hoy mismo en ello. Ahora tenemos nuestro propio estudio. Todos los locales de ensayo en Atlanta han cerrado, así que compramos un edificio y hemos abierto un complejo de locales y nos hemos hecho un estudio en el sótano. Así que, para probar el estudio, decidimos componer un tema nuevo y grabarlo. Hoy tenemos a nuestro amigo Scott Kelly (Neurosis) grabando voces. Y también cantamos Troy y yo. Es un tema heavy, duro y un poco psicodélico. Suena a Mastodon”.

Pues esperamos poder escucharlo pronto. ¿Lo vais a tocar en la gira?
“Creo que sí. Depende de si gusta a la gente”.

Supongo que con estas próximas fechas dais por terminada la gira de Emperor Of Sand.
“Sí, de hecho, casi las vemos como algo fuera de ese ciclo. Nuestro agente nos dijo que había una gran demanda para que volviéramos a Europa y nos preguntó si estaríamos interesados. Y dijimos que sí. Si la gente quiere vernos, ahí estaremos. Como esta gira no está tan vinculada a Emperor Of Sand, nos va a permitir tocar temas de todo nuestro catálogo”.

Perfecto. El disco tiene casi dos años. ¿Cuáles han sido para ti algunos de los mejores conciertos de esta larga gira?
“La verdad es que el del Resurrection Fest en España fue bastante extraordinario. El público estaba muy loco. Así que me quedo con ése”.

En esta gira os acompañan Kvelertak y Mutoid Man. ¿Tenéis una relación especial con ellos?
“Sí, conozco a los tíos de Mutoid Man desde hace mucho tiempo por sus bandas previas, pero nunca he visto a Mutoid Man en directo, así que en esta gira pienso verles cada noche (risas). Hacía un par de giras que ya los queríamos tener. Y con Kvelertak hemos tocado varias veces. Hicimos dos giras con ellos y Gojira por Estados Unidos, así que también son amigos. Han hecho la gira con Metallica, así que están en un buen momento. Es importante tener a bandas que, además de ser amigas, también lleven gente a los conciertos. Todo suma”.

¿Cómo ves ahora Emperor Of Sand? Creo que ha sido un álbum que ha gustado más que los dos anteriores.
“No lo sé. A mí me gustan todos nuestros discos, es complicado verlo desde la perspectiva de un fan. Estoy demasiado involucrado. Sé que hay gente que piensa que The Hunter es nuestro peor trabajo, pero yo podría dar argumentos de por qué me gusta ese disco. Quizá la producción, los temas y sobre todo la emoción que impregna Emperor Of Sand quizá conectaron más. Desde luego, quizá nos expusimos más y eso es lo que lo hace especial. Por un lado, es malo pasar por experiencias que te llevan a ese lugar, pero por otro, es bueno porque puedes trasladarlo a la música”.

¿Habéis empezado a pensar en el próximo álbum?
“Sí, siempre estamos pensando en nuevas ideas. Quizá el que tengamos nuestro propio estudio nos ayude a acelerar el proceso. Escribimos Leviathan en tres meses, así que quién sabe. Pero muchas veces trabajamos en algo y luego necesitamos dejarlo descansar para tener un buen juicio. Llevamos veinte años, así que necesitamos tiempo tanto para recuperarnos de una gira como para estar con nuestras familias. Cuando estamos en casa les debemos al menos un año de nuestra atención. Se lo merecen. No es fácil encontrar el equilibrio entre ser músico y ser un buen esposo o padre. Cuando tienes 40 años, no es lo mismo que cuando tienes 20. Ahora tenemos responsabilidades, aunque seguimos girando mucho. Pero sientes que estás en deuda con la gente que te aporta felicidad en tu vida. Mi mujer se merece un año de Brann (risas)”.

Y al cabo de un año está deseando que te vayas (risas).
“Sí, ya está harta de mí (risas). No, es broma. La verdad es que nunca quiere que me vaya de gira”.

¿La conociste cuando ya estabas en Mastodon o la relación venía de antes?
“La conocí la misma semana que me mudé a Atlanta. Fue la misma semana que conocí a los tíos de Mastodon. Sabía que estaba en el grupo Today Is The Day y empecé a trabajar en el mismo sitio donde trabajaba ella. Ella estaba en un grupo y yo estaba empezando otro, así que sabía que mi objetivo era estar en un grupo que girara. Estuvo en el primer concierto de Mastodon, así que ha estado ahí desde el principio”.

«Nunca miramos atrás y nunca miramos demasiado adelante. Nuestro horizonte nunca va más allá del último concierto que tenemos cerrado»

Mastodon habéis alcanzado un nivel al que muy pocos grupos llegan. ¿Crees que si el grupo no hubiese pasado de tocar para 200 ó 300 personas todavía seguirías juntos?
“Nunca he pensado a largo plazo. Nunca planeamos nada. Simplemente, si nos ofrecían una gira, la cogíamos. Simplemente fuimos componiendo y trabajamos. Nunca miramos atrás y nunca miramos demasiado adelante. Nuestro horizonte nunca va más allá del último concierto que tenemos cerrado. Ése es el límite. Pero llevamos veinte años y, la verdad, estoy sorprendido porque nunca pensé que nuestra música pudiera tener una salida comercial. Sólo sabía que a mí me gustaba (risas). Pero sabía que era algo distinto al heavy metal que se hacía y que merecía la pena intentarlo”.

Conozco al menos cinco personas que consideran que los verdaderos Mastodon murieron con Leviathan porque luego os volvisteis demasiado comerciales. ¿Entiendes esa visión purista de algunos fans?
“No lo entiendo. No entiendo cómo Blood Mountain puede ser considerado un disco comercial con canciones como ‘Capillarian Crest’, ‘Bladecatcher’ o ‘Siberian Divide’. Y también Crack The Skye es muy loco, con canciones de 15 minutos. Quizá es un poco más pegadizo, pero no es un disco comercial en ningún aspecto. Quizá ‘Oblivion’ es más accesible, pero sigue siendo oscura. Realmente no lo veo. Creo que hay gente que lo dice para ir de guays. Supongo que en algún momento yo también fui ese chaval. Pero incluso así, no creo que hubiera rajado de un disco como Blood Mountain. Supongo que ahora que soy mayor ya no me importa si algo es heavy o no y tampoco quiero que un grupo haga siempre lo mismo. En realidad, nadie sabe por qué le gusta lo que le gusta, es una reacción química. Pero si tienes una carrera de veinte años, es inevitable que decepciones a algunos fans. Vas a sumar gente y perder gente. Es como funciona. A menos que seas Guns N’ Roses o Sex Pistols, que sacas un primer disco clásico y luego desapareces, te va a pasar eso. Bueno, Guns tuvieron ‘November Rain’, pero ya me entiendes. Nosotros tenemos más de cien canciones, así que es muy difícil que gusten a todo el mundo por igual. Seguro que hay gente que le gusta lo que hacemos ahora y escucha Remission y le parece horrible”.

JORDI MEYA