No es la primera vez que Mastodon se inspiran en la muerte para crear un nuevo álbum, pero sí la que más se han abierto a volcar todos sus sentimientos en la música. Hablamos con Troy Sanders sobre el cómo y el por qué de Hushed And Grim.

Desde The Lamb Lies Down On Broadway de Genesis, pasando por The Wall de Pink Floyd o Physical Graffiti de Led Zeppelin, forma parte de la tradición de las bandas clásicas de rock publicar un disco doble. Y si alguien hubiera tenido que apostar qué banda del siglo XXI acabaría haciéndolo, seguro que muchos lo habríamos hecho por Mastodon.

Desde que Troy Sanders (voz, bajo), Brent Hinds (voz, guitarra), Bill Kelliher (guitarra) y Brann Dailor (voz, batería) decidieron el 13 de enero de 2000 formar una banda tras haber coincido en un concierto de High On Fire, y descubierto que a todos les chiflaban bandas como Melvins, Neurosis y Iron Maiden, Mastodon siempre han tenido una tendencia progresiva -algo que se ve tanto en la temática de sus discos como en la duración y desarrollos de sus canciones- que ha ido a más a medida que avanzaba su carrera. Que sacaran un álbum doble era sólo cuestión de tiempo, y aunque han tardado algo más de lo esperado y haya tenido que venir una pandemia para que tuvieran la tranquilidad necesaria, finalmente lo han hecho realidad.

Grabado en su propio estudio en Atlanta con la ayuda del experimentado productor David Bottrill, Hushed And Grim (Warner) huele a futuro clásico desde el primer momento en que te sumerges en sus 90 minutos de música. Hace unos días teníamos la oportunidad mantener una breve charla con Troy Sanders sobre un trabajo destinado a sobresalir en una discografía ya de por sí brillante.

Muchas veces cuando un grupo saca un disco doble, la gente piensa ‘sería mejor si lo hubiesen dejado en uno solo’…
TROY SANDERS «Es verdad (risas)«.

¿Os daba un poco de vértigo dar ese paso? ¿Cuándo tomasteis la decisión de que sí o sí iba a ser un doble?
«Mira, hubo dos motivos. Empezamos a trabajar en material nuevo en octubre de 2019. Llevábamos un año y medio de gira de Emperor Of Sand, y durante un parón, nos apeteció empezar a intercambiar nuevas ideas y ver si había algo que nos motivara. Cinco meses después, en marzo de 2020, se cancelaron todos los planes por la pandemia, pero la verdad es que no nos importó demasiado porque estábamos muy emocionados con las nuevas canciones. Así que durante todo ese año, trabajamos a tope, fuimos muy productivos, y en octubre empezamos a grabar. Así que de octubre a octubre, un año entero, tuvimos la oportunidad de componer, algo que no habíamos podido hacer antes. Ese es el primer motivo. El segundo es que los cuatro aportamos un montón de ideas, riffs, patrones, conceptos… Así que si sumas el tiempo más la cantidad de ideas dio como resultado que acabamos con 30 canciones que grabamos en plan muy básico. Nunca, nunca, habíamos tenido tanto material. Cada día cogíamos una idea y la desarrollábamos hasta tener algo más o menos definido. Al día siguiente, cogíamos otra y lo mismo. Al final teníamos como 15 que estaban prácticamente terminadas, y decidimos parar porque ya era muchísimo. Y la idea era coger 9 o 10 de esas 15 para el disco, pero es que nos gustaban todas. Cuando empezamos a pensar en cuáles quitar, nadie era capaz de eliminar ni una. Potencialmente podía originar muchas discusiones porque si yo decido quitar tu canción, entonces ¿tú querrás quitar la mía? ¿Me entiendes?».

Claro…
«De hecho, desde hacía tiempo nos habría gustado hacer un disco doble, pero nunca habíamos tenido suficiente material, y es algo que ya teníamos asumido que nunca ocurriría. El caso es que cuando estábamos en el proceso de quitar temas Brann me dijo ‘¿Por qué no hacemos un disco doble?’. Y no encontré ninguna razón por no hacerlo. Para nosotros todo el material nuevo tenía una coherencia, y el hecho que no sean canciones que van a piñon también lo hacía posible. Incluso para los fans más acérrimos, un doble de música agresiva sería demasiado, contraproducente. No queríamos eso. Pero en este disco hay de todo, temas oscuros, rápidos, lentos, ambientales, progresivos… así que tenía todo el sentido del mundo hacerlo. ¿Y quién mejor que hacer un disco doble que Mastodon? (Risas)«.

«Es una suerte tener una plataforma como Mastodon en la que poder volcar la luz y la oscuridad de nuestras vidas» TROY SANDERS

Para mí es vuestro disco más emotivo desde Crack The Skye. Y ya no solo por las canciones en sí, sino por el efecto acumulativo del sentimiento que te va impregnando. Y entonces todo eso se libera en el último tema ‘Gigantium’. No sé si la escribiste tú, pero ¿tuvisteis claro que cerraría el disco desde que la compusisteis?
«No desde el principio, pero cuando empezamos a pensar en la secuencia de temas, se hizo bastante evidente. El disco está impregnado de tristeza, pero ‘Gigantium’ tiene un sentimiento más de esperanza, así que era perfecto. Es una manera de dejarte con una energía positiva. Solo porque esta música surgiera de la tristeza no queríamos que el oyente se deprimiera. Queríamos que se emocionara, pero no que sintiera lástima por nosotros».

El disco está inspirado por la muerte de vuestro manager Nick John, fallecido en 2018. No es la primera vez que abordáis la muerte de alguien cercano en vuestros discos. ¿No tuvisteis dudas de volver a hacer otro disco con esa temática?
«Siempre nos hemos sentido orgullosos de hacer música y letras que son auténticas, que nos salen del corazón. Es lo que nos ayuda a crear y a canalizar nuestros sentimientos. Es una suerte tener una plataforma como Mastodon donde poder volcar la luz y la oscuridad de nuestras vidas. Es muy beneficioso y terapéutico. Poder estar los cuatro juntos y hacer música es la mejor manera de afrontar un duelo. Es algo maravilloso. No sé cómo lo haríamos si no tuviéramos el grupo. Nick fue una persona fundamental en nuestras vidas durante 15 años, y hubiera sido imposible hacer un disco nuevo que no fuera sobre él. Fue una pérdida monumental, como personas y como banda. Este disco es como un memorial musical sobre él y para él. Es nuestra manera de mostrar nuestra gigantesca gratitud por todo lo que hizo por nosotros».

Mucha gente piensa en los managers como personas que solo se preocupan por el dinero. ¿Qué hacía que Nick fuera tan especial para Mastodon?
«Mira, normalmente con una manager estableces una relación de negocios, pero no con Nick. Era nuestro mayor fan, y cuando nos descubrió en 2004, cuando no éramos nadie, nos acogió y logró que hiciéramos realidad nuestro sueño de tocar por todo el mundo. Y además de nuestro mayor fan, era nuestro mejor amigo. Con él hablábamos más de comida, cine, viajes… que de negocios. Cuando se lo presentaba alguien siempre decía que era mi amigo, no mi manager. Nuestra relación no era lo habitual, pero su pasión era Mastodon e hizo todo lo posible para que el grupo creciera. No tengo nada malo que decir de él. Y nunca he oído a nadie hablar mal de él. Así que toda la tristeza que refleja el disco sale de esa pérdida tan grande. Creo que compartir algo así también nos pone al mismo nivel que cualquier fan, porque todos hemos pasado, o pasaremos, por una experiencia parecida, y puede ser una ayuda».

Desde luego. Es la magia de la música.
«Por supuesto. A lo largo de los años el mejor cumplido que nos han dado es cuando alguien te dice que tú música le ha ayudado en momentos oscuros. No es quisiéramos escribir otro disco triste, pero las cosas son como son».

¿Has aceptado tu propia mortalidad?
«Sí, claro. Sí. No es algo que puedas controlar. A menos que decidas terminar con ella, claro… Con la pandemia creo que mucha gente se ha visto obligada a enfrentarse a la muerte».

Volviendo al disco, tiene mucho sentido que lo hayáis grabado con David Bottrill. 
«Cuando empezamos a plantearnos con quien trabajar, es fácil pensar en alguien con quien ya lo has hecho antes, porque ya has establecido una relación, como Brendan O’Brien o Nick Raskulinecz, pero entonces igual también pierdes la oportunidad de establecer nuevas relaciones. Los discos producidos por Dave siempre destacan por tener una gran dinámica, y eso es algo que queríamos enfatizar en este disco. Ha trabajado con King Crimson y Peter Gabriel, ha hecho dos discos con Tool, con Smashing Pumpkins, con Coheed And Cambria, muchos artistas que nos gustan. Le mandamos las maquetas y en seguida mostró mucho entusiasmo. Cuando nos llamamos tenía páginas y páginas con notas y sugerencias, y además estaba dispuesto de venir de Toronto a Atlanta para trabajar en nuestro nuevo estudio. Es alguien maravilloso con quien trabajar».

Me avisan que solo tenemos tiempo de una pregunta más. Me ha resultado muy curioso que por primera vez no aparezca Scott Kelly de Neurosis. Parece un disco ideal para él.
«¡Ya! ¡Lo sé! Cuando terminamos el disco nos dimos cuenta de que no había ninguna parte con Scott. Pero teníamos tanto material que nos despistamos, y tampoco queríamos forzarlo porque sí. Pero nada en contra de Scott, es uno de nuestros héroes musicales y uno de nuestros mejores amigos».

Bueno, tenéis a Kim Thayill de Soundgarden que tampoco está nada mal…
«(Risas) Kim es otro de nuestros héroes, y es fan nuestro. Es un auténtico honor que esté en el disco».

JORDI MEYA