Los suecos Monolord estarán presentando su nuevo disco, Your Time To Shine, mañana en Madrid (Caracol) y el miércoles en Barcelona (Bóveda). Hace unas semanas teníamos la oportunidad de charlar con su bajista Mika Häkki sobre su vuelta al ruedo.
Para una banda acostumbrada a plasmar en su música la oscuridad que nos rodea, no sorprende que Monolord se hayan sentido especialmente inspirados durante los dos últimos años en los que prácticamente todo se ha ido al garete. Su quinto trabajo, Your Time To Shine (Relapse), se regocija en los aspectos más decepcionantes de la humanidad con riffs monstruosos, pero con algunas melodías más elaboradas.
Si en el pasado, el trío formado por Thomas V Jäger (voz, guitarra), Mika Häkki (bajo) y Esben Willems (batería), tendían a desarrollar sus temas como si estuvieran jameando en el local, aquí se aprecia un enfoque más concreto en las composiciones. Otro paso adelante para un grupo que no deja de hacer ofrendas al altar del riff.
¿Cómo os sentís ante la idea de volver a salir de gira?
MIKA HÄKKI «Tenemos muchas ganas, pero también da un poco de respeto. Antes de la gira europea vamos a estar en México, pero inquieta un poco no saber qué va a pasar de aquí a una semana. Algunos países están ahora en una situación buena, pero igual vuelve a cambiar. En Reino Unido están subiendo los casos y ya están hablando de nuevas restricciones. Da un poco de miedo porque vamos de gira con una banda americana, Blackwater Holylight, y si alguien se pone enfermo, se acabó la gira… Aunque estemos todos vacunados, no es una garantía al 100%. Sólo podemos tomar todas las precauciones que podamos, e intentar aislarnos todo lo que podamos».
La verdad es que me sorprendió que publicaseis el disco y la gira apenas tres semanas más tarde.
«Llevábamos aplazando el anuncio de esta gira semana tras semana, pero una vez empezaron a abrirse las salas en Europa, decidimos dar el paso. Quizá sólo podamos hacer la mitad de la gira o con las salas al 50%, pero queríamos intentarlo. Ayer ensayamos y era la primera vez en dos años que tocábamos ‘Empress Rising’, fue una locura».
Dadas las circunstancias ¿fue grabar el nuevo disco una experiencia positiva o más bien una pesadilla?
«Un poco las dos cosas. Fue complicado encontrar el momento en el que los tres pudiéramos estar juntos por la pandemia, pero al mismo tiempo, teníamos todo el tiempo del mundo (risas). Pudimos centrarnos completamente en componer y ensayar, así que estábamos totalmente preparados cuando entramos al estudio. Antes siempre componíamos en la carretera y grabábamos entre giras, esta vez dispusimos de mucho más tiempo».
Pese a ello, es vuestro disco más corto, sólo dura 39 minutos.
«Compusimos más material, pero todos pensamos que estas cinco eran las que mejor encajaban juntas. Además queríamos hacer un disco que entrase en un vinilo sencillo. Todos nuestros discos anteriores son vinilos dobles, y nos apetecía hacer algo que fuera más accesible. Queríamos centrarnos en hacer que las cinco fueran lo mejor posibles. Tenemos otros temas, pero no llegamos a grabarlos».
A pesar de que conserva vuestro poderío, diría que es un disco más musical.
«Sí, te entiendo. Quizá es más profundo, o más ancho. Queríamos explorar la faceta más psicodélica de Monolord, tanto en el sonido como en los riffs. Resaltamos partes más suaves en los grooves, los efectos y las voces. Queríamos componer a partir de esos elementos, no usarlos sólo como recursos para pasar de una parte a otra».
Supongo que en bandas de vuestro estilo es fácil pensar que cuando tienes un buen riff, ya tienes una canción, pero quizá eso ya no os resulte estimulante.
«Desde luego. Siempre intentamos probar cosas nuevas. Nunca hemos sentido esa presión del mundo exterior, sino que siempre ha salido de nosotros mismos. Creo que en este nuevo disco hemos logrado conservar nuestro sonido de directo, pero potenciando esos elementos más suaves que te comentaba».
¿No sentís presión por los discos que sacan otras bandas como Yob o Mastodon, por ejemplo?
«No, no. Cada banda sigue su propio camino… Me gustan esas bandas, pero tenemos personalidades distintas, aunque nos movamos en coordinadas parecidas de stoner, doom, heavy pesado…».
¿No crees que estamos viviendo una época muy buena dentro de esta escena?
«Sí, desde luego. Me siento un privilegiado de estar viviendo en este momento. Creo que desde los 90 la escena no había estado tan viva con Type O Negative, Candlemass y Paradise Lost. Luego se diluyó un poco, pero creo ahora está en un momento muy bueno».
¿Te atreverías a decir cuál es el motivo?
«Creo que ahora al igual que en los 90 estamos viviendo una época de mucha desesperación. La estupidez humana está a la orden del día. Supongo que los músicos de este estilo nos sentimos inspirados por esta desesperación (risas)«.
Monolord empezó como un proyecto paralelo para vosotros tres. ¿Te sorprende hasta donde habéis llegado?
«La verdad es que desde el principio nos sorprendió la respuesta que tuvimos, y sigue haciéndolo. Es una pasada que hayamos podido girar tanto y seguir sacando discos. Estamos totalmente abiertos a lo que tenga que venir. Nuestras otras bandas no eran demasiado activas, y nosotros tres estábamos deseosos de ir más lejos, y con Monolord lo conseguimos. Veremos hasta dónde llegamos».
JORDI MEYA