Los vitorianos Nuclear Revenge van a estar de gira por el Estado con los gloriosos Deströyer 666, y bien harías en chequear su debut Let The Tyrants Rise para saber la que se te viene encima. Nos gusta el alcohol, nos encanta la morralla, pero más aún que unos chavales tan jóvenes rindan pleitesía al black thrash más viejuno.
Hasta hace unos pocos meses, casi nadie sabía de la existencia de Nuclear Revenge. Mi colega Jaume, que es toda una eminencia dentro del metal extremo, ya hacía tiempo que me avisaba, pero la verdad es que no me fijé en ellos hasta que los vi en ese cartel que nos los traerá el 4 de abril en Vitoria, el 5 en Madrid, el 6 en Valencia y el 7 en Barcelona junto a unos héroes como Deströyer 666.
Cuando escuché Let The Tyrants Rise, su primer álbum aparecido el octubre pasado bajo el manto de Evil Spell Records, entendí muchas cosas. La banda, en activo desde 2012 y formada actualmente por Cryptic Molestor (voz, guitarra), Pestilence Breeder (guitarra), Gaueko (bajo) y Speedhammer (batería), es como una fiera sarnosa que no deja de lanzar bocados, y éstos siempre son antiguos, muy antiguos. Inspirados tanto por los primeros Kreator y Slayer como por Sodom, Exciter, Aura Noir, Nifelheim o los mismos Deströyer 666, las puntiagudas tonadas de estos vascos pueden encandilar por igual a acérrimos del thrash más violento como a fanáticos del black thrash más pendenciero. Una delicia, vamos.
Si eres de los que necesitas pillar el avión cada pocos meses para emigrar a festivales europeos dotados de verdadero metal extremo erudito, canalla y molesto, desde luego no te puedes perder a Nuclear Revenge. Pensándolo mejor, es muy probable que pronto te los encuentres por ahí, en cualquier escenario, borrachos como cubas, sudorosos y envueltos en cuero y tachuelas. Donde haya cerveza, ahí estarán.
Gaueko al bajo y Pestilence Breeder a la guitarra se incorporaron al grupo en 2017 y 2018 respectivamente. ¿Ese baile de miembros ha sido la principal razón por la que el álbum de debut se haya demorado tanto, o ha habido otras dificultades por el camino?
CRYPTIC MOLESTOR “A decir verdad, el disco se ha demorado tanto por varias dificultades como por propia logística. Queríamos buscar un sello que sus lanzamientos nos gustasen y que nos sacara el disco también en formato vinilo. Nos fichó Evil Spell Records de Alemania, que cumplen con todos los requisitos que queríamos. Siempre nos han gustado sus álbumes, ya que han lanzado trabajos de grupos como Witchburner, Omega, Nocturnal Witch o Quintessenz. Entonces, como fuimos los últimos en entrar, tuvimos que esperar hasta que sacara otros lanzamientos que tenía pendientes. Por ahora sólo tenemos el disco en CD, pero pronto saldrá en vinilo”.
Parece que, ahora que habéis pillado carrerilla, ya no hay quien os pare… Sin ir más lejos, a principios de abril os veremos abriendo para todo unos Deströyer 666. Será la gran puesta de largo del grupo en el Estado, ¿no? E imagino que terribles ganas de que lleguen esas fechas…
“Y tanto que terribles ganas (risas). Por mi parte, es uno de mis grupos favoritos, así que imagínate (risas). Iremos acompañándoles los días 4, 5, 6 y 7 de abril en Vitoria-Gasteiz, Madrid, Valencia y Barcelona respectivamente, así que si os pilla alguna fecha cerca, no dudéis en ir”.
Llevando en activo desde 2012, ya tocaba lanzar un primer álbum, y es que parece que la gente os haya descubierto justo ahora. ¿Vosotros sentís lo mismo?
“En parte sí que sentimos eso, pero tampoco queríamos precipitarnos en lanzar el primer álbum y que estuviéramos muy verdes. Cuando empezamos el grupo éramos unos chavales, más aún (risas), y no teníamos mucha idea de tocar, así que nos tomamos nuestro tiempo hasta que las composiciones estuvieran pulidas para podernos meter en un estudio”.
Escuchando Let The Tyrants Rise me preguntaba quién había sido el capo capaz de captar tan bien la misma esencia del black thrash durante la grabación, e indagando por ahí he visto que no podía ser otro que Javi Félez. El tío ha conseguido el perfecto sonido old school para vosotros, ¿verdad?
“Cuando decidimos grabar el álbum no tuvimos duda de dónde grabarlo. El tío es un máquina y consiguió el sonido que queríamos desde un principio. Para los próximos trabajos volveremos ahí seguro”.
Nuclear Revenge pueden flipar tanto al viejo fan del thrash más letal, ése que bebe de los primeros Kreator en ‘We, The Bastards’, Slayer, Assassin, Razor, Dark Angel, como al que ya se haya tirado irremediablemente hacia el black thrash más veloz y punzante de Nifelheim, Desaster… ¿Intentáis encontrar un equilibrio entre esos dos territorios, creéis que son lo mismo, o simplemente cada tema sale como sale?
“Más que buscar un equilibrio entre esos dos territorios, nosotros buscamos la vibra que tenían los primeros discos de los grupos que has mencionado, en los que no había tanta etiqueta como ahora y en los que podías meter en el mismo saco a Celtic Frost con Running Wild, por ejemplo”.
La canción ‘Nuclear Revenge’ me ha gustado muchísimo, ese momentáneo aroma de King Diamond en ‘From Aethernity To Conquest’ para luego ir al black más ortodoxo también, pero ‘Victims Of The Black Flame’ es de ésas que te hacen levantar el puño con todas esas voces demoníacas y demás arreglos. ¿Qué contáis ahí y cómo se dio este tema? Háblame de las otras si quieres también, que igual tenemos un empate… (Risas).
“Nuestra intención era que cada canción del disco tuviera algo que la diferenciara de las demás. Hay canciones como ‘Nuclear Revenge’ o ‘Cross The Gate’ que se centran en el thrash metal más apocalíptico y macabro. A ‘From Aethernity To Conquest’ no la has podido describir mejor (risas). ‘Victims Of The Black Flame’ tiene más toques de speed metal. Lo de los arreglos, pues fue cosa de a la hora de grabar… Javi, que tiene muy buenas ideas (risas)”.
Otra canción más elaborada es ‘Cursed Are Our Marks’, con esa intro y cómo arranca luego. En algún momento me pensaba que Sodom chillarían algún “Blasphemer!”, la verdad…
“En esta canción se nos nota mucho la influencia de Sodom, sí (risas). Se podría decir que son uno de nuestros pilares básicos en los que se basa nuestra música”.
Además de los riffs afilados y la putrefacción al micro, si hay algo que une a todos los cortes del álbum es la caña de Speedhammer a la batería. Además de birra, imagino que se toma algún Isostar tras el ensayo… Hay que ver qué nervio tiene el tío.
“Y ya veréis cuando le veáis en directo (risas)”.
“Cuando empezamos el grupo éramos unos chavales, más aún (risas), y no teníamos mucha idea de tocar, así que nos tomamos nuestro tiempo hasta que las composiciones estuvieran pulidas para podernos meter en un estudio”
Por el nombre, ‘Last Beer’ podría parecer que es la patillada rollo Tankard del disco, pero ni así… es igual de infecta y dañina que el resto.
“Esta canción fue una de las primeras que compusimos. Sí que tiene esa vibra de Tankard, pero queríamos darle nuestro toque a algo con temática alcohólica sin que quedara tan festivo como lo hacen ellos”.
El Old Grave Fest de Bucarest os ha confirmado junto a bandas como Blitzkrieg, Abigail, Obliteration o Deathhammer, y algo me dice que no será vuestra única incursión por Europa este año… ¿Qué me decís, podéis soltar algo más?
“Y tremendísimas ganas que tenemos de tocar por esas tierras con semejante cartelazo. Encima me da que no vamos a ser los únicos españoles que andaremos por ahí. Por ahora va a ser nuestra única incursión por Europa y hasta nuevo aviso así va a ser, pero esperamos que eso cambie y podamos anunciar algo más”.
Ya para terminar, de vuestra aún corta discografía me ha llamado la atención el split con Hated, la banda de Paraguay. ¿Cómo se dio esta unión? Supongo que, si algo maravilloso tiene el under extremo, es que nadie nos hace ni caso, pero es que ya está bien así, porque estamos intercomunicados mundialmente y nos las apañamos divinamente.
“Lo del split fue algo curioso. Siempre habíamos querido hacer un disco con otra banda y ya habíamos hablado con algún grupo de colegas para hacer algo. Al final no se hizo por varios temas. Descubrimos este grupo porque lanzaron el single ‘Sleep Paralysis’ y nos pareció que podríamos encajar perfectamente con ellos. Grabamos cada uno cuatro canciones. Aún tenemos unas pocas copias, por si a alguien le interesa conseguir alguna”.
PAU NAVARRA