Desde que publicaran su primer disco en 2018, Pan han sufrido tal cantidad de reveses que cualquiera en su lugar hubiera optado por esconderse en una cueva para no salir de allí. Sin embargo, los madrileños están de vuelta con Salva Mil Inviernos, uno de los trabajos más luminosos de la temporada.

Hay ocasiones en que el simple hecho de publicar un álbum ya es en sí mismo un triunfo para sus creadores. En el caso de Teresa Martínez, el segundo trabajo de Pan es incluso algo más que eso. Es el resultado de uno de los cambios vitales más fuertes que ha tenido que experimentar en los últimos años. Y por descontado, el camino para llegar hasta aquí no ha sido nada sencillo.

Ya con su debut de 2018, Instrucciones Para El Vuelo, tuvo que recomponerse del continuo vaivén de entradas y salidas en las demarcaciones de bajista y guitarra. A pesar de los contratiempos logísticos y una pandemia mundial de por medio, el grupo logró finalizar el ciclo del disco en abril de 2021 con dos pases agotados en la madrileña Moby Dick antes de ponerse manos a la obra con nuevas composiciones.

Pero si ya habían tenido que navegar contra varias tormentas, todavía les aguardaba pasar el inviernos más largo y duro de sus vidas. A la posterior salida del batería Tweety Capmany, quién hasta entonces había sido el único miembro constante en Pan desde sus inicios junto a su líder, hubo que sumar un golpe tan grave como el fallecimiento prematuro de la madre de Teresa. Tan solo el guitarrista Marcos Holgado permanecería en el barco.

Lejos de sumirse en la tristeza y la desesperación, el dúo superviviente se puso a trabajar en lo que sería su segundo álbum afrontando una nueva perspectiva respecto a su sonido. Así es cómo, tras pasar por las manos de la dupla formada por Manuel Cabezalí y Víctor Cabezuelo en la producción, acabaron dando forma a Salva Mil Inviernos. Una obra en la que la formación, que ahora completan Juanma Padilla a la batería y Omar Rodríguez al bajo, se aleja del rock alternativo por el que se les conocía para abrazar influencias cercanas al dream pop, el shoegaze o el post punk. Todo ello cargado de unas letras introspectivas pero con un punto que invita a elevarte el ánimo en lugar de hundirtelo.

Para charlar de todo ello, nos reunimos con el grupo en una terraza durante una soleada mañana de marzo. Un contraste que bien podría servir de metáfora en consonancia con sus nuevas canciones.

En abril de 2021 cerrasteis el ciclo de Instrucciones Para El Vuelo con dos pases en Moby Dick. ¿Cómo os encontrabais a nivel de banda en ese momento?
TERESA MARTÍNEZ “En cuanto a nivel creativo, ya habíamos empezado a trabajar en algunas maquetas y tendríamos dos o tres canciones bastante enfiladas. En cambio, como grupo empezamos a tener algunos problemas. Pablo (Pantera, bajista -ndr.) se tuvo que volver a vivir a Córdoba. De hecho, el concierto de la Moby lo acabó haciendo Carlos Bueno. No sabíamos muy bien que iba a pasar como formación. Y bueno, luego nos pasó de todo…”

Poco después de aquello, perdiste a tu madre de forma repentina, y Tweety, que había sido tu socio desde el principio, también dejó Pan. ¿Tuvisteis dudas sobre si queríais seguir con el proyecto?
MARCOS HOLGADO “La palabra que lideró todo el rato la conversación que tuvimos Teresa y yo durante aquellos meses fue ‘pa’ lante’. Daba igual si solo estábamos nosotros dos. Yo no quería dejarlo. Ya nos preocuparíamos después de encontrar batería y bajista, pero la idea era seguir”.
TERESA “Yo estaba pasando el peor momento de mi vida. Lo de Tweety y Pablo fueron circunstancias distintas, pero la realidad es que, a pesar de quedarnos los dos solos, no nos obsesionamos con buscar otros miembros en aquel entonces. Es algo que ya va cambiando, pero tenemos muy heredada la concepción clásica de que una banda tienen que ser cuatro o cinco personas. Yo también lo sentía así antes, como que el grupo estaba incompleto o que el proyecto cojeaba. Pero pensamos que era más importante que fuésemos una piña, aunque solo estuviésemos Marcos y yo. Preferimos ir paso a paso, hacer las canciones y cuando tuviésemos que buscar a gente para que entrase en la banda, ya lo haríamos. Fue muy bonito y creo que nos ayudó muchísimo”.

Foto: Nerea Cierco

«A día de hoy no echo de menos lo que era el primer disco ni pienso en lo que va a ser el siguiente» MARCOS HOLGADO

Lo curioso es que al principio Pan también empezasteis siendo solo dos personas. No sé si os lo tomasteis como un nuevo punto de partida para reinventar desde cero lo que era el grupo.
TERESA “Tampoco le dimos tantas vueltas. En las crisis tiras adelante con todo. Yo al menos no sentí que fuese volver a empezar, si no más bien: ‘a ver que nos depara todo esto’. También diría que fue distinto a cuando empezamos, porque esta vez sí que sentí que eramos un barco de dos personas”.

Las canciones que ya teníais encarriladas en aquel momento, ¿las mantuvisteis, las desechasteis, las transformasteis…?
MARCOS “De aquellas no se quedó ninguna. Después de que se asentara un poco todo, empezamos a quedar para preparar el nuevo disco. Para Teresa esos temas tenían otro mood totalmente distinto en el que se encontraba y no tenía sentido retomarlos”.
TERESA “Eran canciones que no podía habitar. Las habíamos empezado antes de que muriera mi madre y seguían más el estilo que teníamos en Instrucciones Para El Vuelo, más enérgico. Era otro sentimiento totalmente distinto. Cuando miramos todas las maquetas que teníamos para elegir en cuales nos íbamos a centrar, había algunas que nos encantaban, pero yo no me veía reflejada en ellas. No era lo que sentía. Sería como fingir algo que ahora mismo no soy. Así que hubo canciones que se tuvieron que quedar fuera”.

De no haber ocurrido todo lo anterior, ¿creéis que el disco hubiera sido muy distinto?
TERESA “Seguramente sí. No sé si sería una continuación de lo que hicimos con Instrucciones… , pero en las maquetas previas que hice ya salieron ideas que me sorprendieron. Había un germen de cambio y nuevas inquietudes que iban surgiendo. Probablemente sin todo esto no se hubiera acabado pareciendo a lo que es Salva Mil Inviernos, pero no sé como habría resultado. Sí es verdad que hay un tema, ‘sadslowdanceparty’, que surgió antes de todo este cambio vital. No la terminé hasta después, pero sí que tenía empezada la idea. Ya estaban esas inquietudes de hacer algo diferente, lo que ocurre es que esa es la única que sobrevivió de la primera tanda”.

Marcos, tú entraste en el grupo justo hacia el final de la anterior gira. Para ti que quizás tenías ya una idea preconcebida de lo que era el sonido de Pan, ¿cómo te sentiste al encontrarte un lienzo completamente en blanco?
MARCOS “Yo siempre digo que Pan me ha enseñado mucho. Se lo decía el otro día a Teresa: a mí me ha marcado como músico. Cuando entré en el grupo sí que iba con unas ideas más cerradas. Pero con el paso del tiempo me he ido dando cuenta de que las cosas no funcionan siempre así y que cuando empiezas a abrir el horizonte descubres otras historias que son increíbles. Mucha de la música que escucho ahora mismo es gracias a Teresa. Me pone deberes (risas). Lo mismo al principio no te entra muy bien, pero luego flipas y te das cuenta de que hay todo un mundo ahí por explorar. De lo que yo era hace un par de años hasta lo que me he ido desarrollando, han ido entrando muchas influencias que me han enriquecido como guitarrista. Si es verdad que las primeras maquetas que me pasó Teresa yo se las devolvía con guitarras muy cañeras. Y claro, ella me decía que tenía que ser distinto. Tardé un poco en entenderlo, pero luego me dí cuenta de que podía hacer muchas más cosas que encender la distorsión y sacar riffs, que también mola mucho. Pero a día de hoy no echo de menos lo que era el primer disco ni pienso en lo que va a ser el siguiente. Como te decía antes, vamos pa’lante con todo (risas)”.
TERESA “También hay que decir que Marcos es un músico especialmente abierto e inquieto artísticamente. Lo mismo a otro le propongo el cambio que hemos realizado y no lo habría entendido. Creo que tiene mucho mérito. Es una persona muy talentosa y con la mente muy abierta”.

Para la grabación repetisteis con Manuel Cabezalí, pero además esta vez habéis contado con Víctor Cabezuelo de Rufus T. Firefly. ¿Cómo les planteasteis lo que querías conseguir en esta ocasión?
TERESA “Era difícil de explicar. Dentro de nuestras cabezas lo teníamos claro, pero era complicado de poner en palabras. Más bien les dijimos lo que no queríamos. No queríamos el sonido de rock en tu cara. Siempre estábamos hablando de guitarras brumosas. Me imaginaba todo mucho más suave y diluido, como si el sonido te estuviera abrazando. Tenía esa sensación, pero me faltaba concretarla y averiguar cómo se hacía. Por suerte, creo que nos entendimos muy bien tanto con Manuel como con Víctor. Son personas que saben hacer increíblemente bien su trabajo, que es el entender lo que tu quieres hacer y plasmarlo. No era fácil de definir, pero ellos supieron comprenderlo muy bien”.

Durante las sesiones fichasteis como batería a Juanma Padilla, que viene de tocar con Soleá Morente y La Bien Querida. ¿Cómo le echasteis el lazo?
MARCOS “Es que Juanma enamora un montón. La primera vez que le conocí fue por videollamada cuando empezamos a hablar del timing para grabar, pero luego en persona te dan ganas de abrazarle todo el rato (risas). Aparte de lo buena persona que es, siempre está muy centrado. Como músico es increíble. Entiende muy bien lo que quieres hacer. Es normal que a nivel de producción Manuel y Víctor trabajen tanto con él porque es súper versátil. Le dices a dónde quieres llegar y él te sigue. Estaba súper dentro, veíamos que le flipaba, que se lo gozaba mientras grababa… El ver que había tan buen feeling con él hizo que empezáramos a plantearnos probar a decírselo”.
TERESA “Al principio era querer algo que sabes que no puedes tener (risas). Pero es que nos enamoramos a todos los niveles. En la parte musical ya le conocíamos, pero es que en lo personal coincidíamos mucho en cuanto a dinámicas de trabajo, la forma de pensar… Y eso no es tan fácil. Un gran parte de estar en un grupo es poder entenderte con tus compañeros en todo lo demás que no implica tocar. Y Juanma era la persona adecuada en el momento adecuado. Se lo preguntamos sabiendo que era muy difícil porque se dedica a esto profesionalmente y ya está en otros proyectos. Pero tuvimos la buena suerte de que estaba dispuesto a sacar tiempo de debajo de las piedras y aceptó”.

¿Y a ti Juanma, qué te atrajo de ellos?
JUANMA PADILLA “Nos conocemos desde hace mucho tiempo y me gustaba mucho lo que estaban haciendo, pero nunca habíamos tenido la oportunidad de tocar juntos. Cuando me llamó Manuel para grabar las baterías me hizo una ilusión tremenda. Por fin se juntaban nuestros caminos y podía aportar mi granito de arena a su proyecto. El resto vino solo. Trabajar con Teresa y Marcos es una experiencia maravillosa. La preproducción y grabación del disco fueron unos procesos hermosos y apasionantes. Se crearon unos vínculos muy fuertes entre todo el equipo. Así que pasé de la alegría por poder aportar mi granito de arena a su proyecto, a la alegría por poder aportar mi granito de arena a nuestro proyecto. Cuando Teresa me propuso ser parte de la banda, no lo dude. Quería vivir esas canciones encima de un escenario con ellos”.

Foto: Nerea Cierco

«En este disco me dije que ya estaba bien y que podía cantar desde un punto de vista feminista» TERESA MARTÍNEZ

Más allá del evidente cambio estilístico que hay en Salva Mil Inviernos, creo que lo más destacable es que ahora todo está mejor cohesionado. En Instrucciones Para El Vuelo siempre tendíais a los extremos; canciones con mucha caña o muy delicadas. Y a pesar de que sigue habiendo temas más animados, aquí os habéis decantado claramente por la melodía, las texturas… ¿Era algo que queríais corregir respecto al debut?
TERESA “Creo que ha surgido de forma natural. Lo veo como una evolución positiva de aprender a hacer algo más coherente”.
MARCOS “Los temas que elegimos cuando hicimos la selección de las demos han cambiado mucho o al menos tienen otra forma. Es verdad que antes podían tener una unión pero ha sido después cuando todo ha ido por el mismo carril. No era algo que tuviéramos para nada pensado”.
TERESA “Es fruto de tener las cosas más claras a la hora de grabar. Recuerdo estar buscando sonidos de guitarra con Manuel y ser muy pesada con evitar ir hacia un terreno más cañero. Pero una vez lo encontramos le dio mucha cohesión a las canciones”.

En esa búsqueda de un nuevo sonido y texturas de guitarras, ¿qué bandas o artistas estuvisteis escuchando? ¿Hubo alguna que os sirviese de referencia o inspiración? Porque hay mucho de shoegaze, dream pop, post punk… Estilos a los que no os habíais acercado hasta ahora.
MARCOS “Un nombre que estaba rondándonos constantemente era el de Warpaint”.
JUANMA “Yo recuerdo tener muy presente a Warpaint y todos los adelantos que iban saliendo del disco de The Smile”.
TERESA “A mí siempre me habían gustado, pero no me habían enganchado tanto como en los últimos años. Tal vez no se vea en el disco, pero también estuve muy flipada con todo lo que ha hecho Nick Murphy, tanto con Chet Faker como bajo su nombre”.

La verdad es que la sensación que transmite el álbum es bastante agradable. Yo diría que es música que te abraza y te hace sentir bien. Especialmente ‘Luminiscencia’ es de mis favoritas. Por la forma de caminar me ha recordado a ‘1979’ de The Smashing Pumpkins, que precisamente versionasteis en su día.
TERESA “Esa sensación de que te estén abrazando era la que yo necesitaba en ese momento. Agarrarte a un flotador y no hundirte. Hay instantes en los que se toca un poquito más de fondo, pero en ningún momento del disco hay una letra deprimente que te tire hacia abajo. Ahí había un ejercicio muy consciente de no hacer eso porque si no me iba a la mierda”.

Es algo que me ha sorprendido teniendo en cuenta lo que habéis vivido. Quizás lo obvio habría sido crear un disco más oscuro o triste. Y, aunque tenga su parte más reflexiva, habéis salido con un álbum muy bonito.
MARCOS “Supongo que cada uno acoge la terapia musical de una manera distinta. En este caso, para Teresa fue así”.
TERESA “La madurez también ayuda. Si me pasa todo esto hace diez años, pues lo mismo si que habría hecho un álbum más descarnado. Pero ahora tengo 42 y de verdad que es otra historia. Cambias mucho, encajas las cosas de otra forma… La primera canción que pude terminar, porque estuve unos cuantos meses en los que era incapaz de coger una guitarra, fue ‘Luminiscencia’. Componerla me ayudó a curarme un poco. Todavía no tenía la letra, pero ya solo el ambiente que creaba, la armonía… La escuchaba y decía, ‘esto es lo que necesito ahora mismo’. Esa canción marcó el camino para todas las demás”.

Otro detalle es que cantas totalmente diferente a cómo solías hacerlo hasta ahora. En la mayoría de los temas la voz es muy pequeñita, casi un susurro.
TERESA “Creo que el punto de inflexión fue cuando hicimos la cover de ‘1979’ de The Smashing Pumpkins. No sé si a los demás cantantes también les pasa, pero cantar es un pelea constante contigo misma. Es enfrentarte al espejo con tu voz, buscar tu identidad y cómo te presentas al mundo. Yo había tenido mucho conflicto conmigo misma porque no tengo la típica voz de cantante de rock, como cuando por ejemplo salieron Evanescence y todo el mundo flipaba con Amy Lee, o ahora Elsa de Le Mur. La gente no decía: ‘buah, como canta esta tía’, y yo quería ser eso. Siempre he estado en una búsqueda de mi propia voz. Y por algún motivo cuando grabamos la versión de ‘1979’, tal vez porque precisamente no era una canción nuestra, la canté más suave. De repente me sentí más cómoda. Cuando se la mandé a Manuel para la mezcla, me dijo, ‘nunca te había escuchado cantar tan bonito’. Entonces me dí cuenta de que a lo mejor lo que tenía que dejar de hacer era intentar ser la cantante estelar que tiene mil registros, porque no soy eso. Aparte que en Salva Mil Inviernos, por la temática y que las canciones me lo pedían, ya canté desde otro sitio. No estaba intentando ser algo que no era. Incluso para Manuel fue un reto mezclarme porque había cantado todo muy bajito y le costó encontrar el punto entre mi voz y las canciones más de rock como ‘Perfecta Y Singular’ o ‘El Rojo Que No Duele’.

Una de las letras más especiales es la de ‘Salvaje’.
TERESA “Cuando la compuse, de lo que estaba hablando era que las mujeres somos una tribu. En la música siempre he estado rodeada de hombres. Yo empecé tocando en grupos de nu metal y todos eran chicos. Sentía que tenía que encajar y mostrarme como una persona dura. No veía que en una letra pudiera hablar de mujer a mujer. Se me hacía raro al vivir en un mundo tan machista, con tanta influencia del patriarcado, que incluso para una mujer cuesta hacer este tipo de cosas. Y en este disco me dije que ya estaba bien y que podía cantar desde un punto de vista feminista. En ‘Salvaje’ hay un parte de spoken word en la que hablo de cómo el sistema y la sociedad intentan convertirte en una persona gris, sin sueños ni ilusiones. Lo apliqué a cómo toda esa discriminación nos afecta a las mujeres, pero también es válido para cualquier tipo de persona”.

Cambiando de tema, quería que me hablaseis del título y el artwork. Tanto el diseño como las fotos de promo casan muy bien la sensación de calidez que transmiten las canciones.
MARCOS “El título viene de una foto de Nerea Cierco, que es otra persona increíble y de la que estamos muy contentos que forme parte de esta familia. Vimos una foto suya de una chica patinando. En el pie de foto ponía, ‘esta es la típica foto que te salva de mil inviernos’, y nos flipó. Empezamos a hablar de intentar organizar un road trip para hacer las fotos. Tengo un buen recuerdo de aquellos días porque formaban parte del proceso del disco. Buscábamos una imagen que le diese una identidad”.
TERESA “Lo bueno de Nerea es que ella es directora creativa y se dedica a esto. Cuando le dijimos que queríamos que se encargase de la foto de la portada, también aceptó cedernos el título y venirse con nosotros. Entonces se lo tomó como su proyecto. Se empapó del disco, lo escuchaba todo el rato, pensó todo el concepto, buscó las localizaciones… No te imaginas todo el curro que se cargó en la mochila. Tenía todo un plan de rodaje de cuando había que salir de tal sitio para llegar a la hora exacta a otro punto en el que pillar la salida del sol… Nos pedía constantemente que pusiéramos el disco en el coche para ir entrando en el mood”.
MARCOS “Tenía las cosas clarísimas. Verla trabajar era increíble”.
TERESA “Qué las fotos de promo y la portada representen tan bien lo que contiene el álbum no es una alegre casualidad. Nerea hizo un curro precioso y la sincronía que tuvimos con ella fue súper importante para el resultado final”.

Necesito que me expliquéis que simbolizan los patines en toda esta historia (risas).
TERESA “Está relacionado con el título. Cuando estaba escribiendo las letras, en ese ejercicio de que todo fuese como un salvavidas de dónde sacar luz de toda la oscuridad que sentía, tenía muy presente la idea del invierno eterno. Además hace justo un año, en febrero o así, era cuando las estuve acabando. Yo estaba en la mierda, con la sensación de que nunca va a volver a brillar el sol en tu vida. Y de repente, cuando vi la foto de Nerea, pensé en que los patines representaban el deslizarse y fluir con la vida. También era buscar lo bueno, lo bonito, el juego… La chica podría estar corriendo, pero al llevar los patines era como un juego. Para mí representa el fluir ante lo que la vida te ponga por delante”

Recientemente habéis completado la alineación con Omar Rodríguez de Rodher al bajo.
TERESA “Hemos estado un tiempo con esa vacante vacía, pero teníamos claro que no queríamos forzarlo. Igual era una idea un tanto ilusa porque queríamos que si entraba alguien fuera porque todo encajaba. No queríamos pillar a nadie solo porque tocase bien. Para eso podíamos contratar a un bajista para hacer los bolos y ya está. Entonces Omar le preguntó a Marcos si necesitábamos bajista. Con él también tenemos la sensación de entendernos bien en todos los aspectos de una forma muy fácil”.
JUANMA “Omar ha entrado en la banda igual que entré yo; de una manera súper natural y orgánica. Llevamos muy poco tiempo tocando con él, pero parece que llevásemos años”.
OMAR RODRÍGUEZ “Llevo apenas dos días y tengo esa misma sensación. Estoy mirando a todos lados aprendiendo como trabajan. Además, yo vengo de tocar la guitarra y es genial contar con gente tan organizada y comprometida que te acoge tan bien desde el principio. En cuatro ensayos ya me siento como en casa. Me gustan varias cosas de Pan. Por un lado, comparto banda con Marcos en Rodher y de mayor quiero ser cómo él (risas). Es un buenazo, súper profesional, toca que alucinas… Evidentemente, Teresa es una líder increíble. Te escucha, es muy calmada, sabe mantener el orden, te hace participe de todo el proyecto. Y luego me encanta ir a ensayar porque ver a Juanma zurrarle a la batería y que se lo esté pasando tan bien es algo que contagia. Llevo tocando desde hace 15 años y nunca me había pasado”.

En nada volveréis a los escenarios. Además de presentar Salva Mil Inviernos, ¿tenéis la intención de adaptar las viejas canciones a este nuevo sonido?
MARCOS “Distintas van a ser por el simple hecho de que la formación también lo es. Igual a la hora de interpretarlas nos las llevamos al terreno en el que estamos ahora”.
OMAR “Lo mismo tenemos que llevar otra pedalera aparte de la que tenemos preparada (risas). Es otro sonido. A poco que las toquemos ya van a sonar diferentes”.
TERESA “De todas formas, todavía no lo hemos hablado ni está cerrado, pero seguramente nos centráremos en los nuevos temas y de Instrucciones… rescataremos un par. Pero lo más probable es que no sean de las más cañeras porque queremos que todo mantenga un sentido dentro del estado de ánimo que queremos representar. Canciones como ‘Estamos En Guerra Y Nadie Lo Sabe’ o ‘Falso Emperador’ no van a tener mucho lugar porque estamos con otra mentalidad. Pero no es que reneguemos de ello. De hecho, ahora que estoy tocando el bajo con Havalina es todo riffacos y caña. Y me encanta, pero queremos darle coherencia a lo que vamos a presentar ahora. Más adelante, quizás cuando tengamos un tercer disco, ya buscaremos la forma en la que todo conviva”.

GONZALO PUEBLA