El 12 de junio de 1995 veía la luz de uno de los discos que acabaría definiendo lo que conocemos como metal gótico. Hablamos, claro está, de Draconian Times de Paradise Lost. Con motivo de la reedición especial por su 25 aniversario, lanzada el pasado diciembre, tuvimos la oportunidad de charlar con su guitarrista Greg Mackintosh.
Al contrario de lo que ocurre con otras bandas con una larga trayectoria, sería difícil poner de acuerdo a una mayoría de fans de Paradise Lost sobre cuál es su mejor disco. Para unos, ese honor debería recaer en el doomero Gothic (1991), para otros Icon (1993) es donde encontraron el equilibrio perfecto, e incluso habrá quien se decante por las canciones del popero Host (1999), o por alguna de sus obras más recientes como el excelente Medussa de 2017. Pero lo que es indiscutible es que Draconian Times (Music For Nations) sigue siendo su álbum más popular.
Su aparición en 1995 atrapó a un montón de aficionados al metal que quizá hasta entonces no les habían prestado atención gracias a las poderosas y melancólicas melodías de Nick Holmes, que en este disco adoptó un registro más parecido al de James Hetfield, unas canciones mucho más accesibles, y una cuidada producción Simon Efemey. Con todo ello Paradise Lost cogieron ventaja, al menos en lo comercial, respecto a otras bandas afines como Anathema o Cathedral, y posiblemente les asentó para que pasado un cuarto de siglo todavía podamos seguir disfrutando de ellos.
En los cinco años transcurridos desde vuestro debut Lost Paradise a publicar Draconian Times en 1995, sacasteis cinco discos y vuestra música cambió un montón pasando del death lento al metal gótico con el que se os suele etiquetar. ¿Cómo recuerdas esa etapa tan prolífica?
GREG MACKINTOSH «Cuando eres joven cinco años son una eternidad. Mirando atrás parece que todo fuera muy rápido, pero cuando sacamos Draconian Times nos parecía que estábamos en otra vida. Supongo que la música simplemente era reflejo de todos los cambios por los que habíamos pasado».
¿Os iba influenciando la nueva música que estuvierais escuchando en cada momento?
«Lo que me pasa es que suelo aburrirme rápidamente. Nunca he escuchado discos enteros realmente, más bien recopilatorios, así que teníamos un montón de influencias que podíamos incorporar. Cada canción que hacíamos nos llevaba un lugar diferente. Por ejemplo, de no haber hecho ‘As I Die’ en el disco Shades Of God, no hubiéramos podido hacer Icon. Siempre ha sido una evolución sincera».
¿Qué recuerdas de la composición de Draconian Times?
«Recuerdo que lo escribí todo usando una pequeña grabadora. Grababa un riff y luego tocaba alguna cosa encima. Tenía todas estas cintas que luego llevaba al local de ensayo, y veía lo que a Nick y a los demás les gustaba. Fue un disco fácil de hacer. Habíamos girado tanto con Icon que también compusimos en la carretera. Por eso siempre digo que Draconian Times era como una versión pulida de Icon. Perfeccionamos el estilo que habíamos empezado ahí».
Sí, la producción es más pulida y con más detalles.
«Sí, recuerdo que las referencias de Nick para la producción eran Counterparts de Rush y Empire de Queensryche. Sí, intentamos sonar más limpios, más profesionales. Creo que en Icon todavía estábamos experimentando con ese nuevo estilo, y en Draconian Times teníamos la seguridad para saber mejor cómo plasmarlo. Son como discos hermanos, y luego en One Second volvimos a cambiar y a experimentar».
Y luego aún fuisteis más lejos con Host.
«Sí, y sabíamos que íbamos a cabrear a un montón de fans porque era muy distinto. Pero era necesario para que el grupo sobreviviese. Es muy aburrido girar y girar tocando siempre lo mismo. Aunque yo no quiero que los grupos que me gustan, cambien, a la práctica tocar siempre las mismas canciones durante años te hace sentir que trabajes en una fábrica».
¿Sigue siendo Draconian Times vuestro disco de mayor éxito?
«En cuanto a ventas en todo el mundo, posiblemente. Ése y One Second vendieron prácticamente igual. Pero después las ventas de discos en general fueron cayendo. Y diez años después, ningún grupo era capaz de vender ni una décima parte de lo que vendía antes por culpa de las descargas».
Sacasteis dos singles del álbum, ‘The Last Time’ y ‘Forever Failure’. ¿Los escogisteis vosotros o la discográfica? ¿Crees que son los mejores temas del disco?
«Es un tema interesante porque no escogimos ‘The Last Time’. De hecho, era la canción que menos nos gustaba. Fue decisión de la discográfica porque era pegadiza. Para mí es la peor del disco, pero funcionó muy bien. A MTV les encantó, gustó a los fans, y el single vendió muy bien. Cuando nos dijeron que podíamos lanzar un segundo single, dijimos que sólo si podíamos escogerlo nosotros, y escogimos ‘Forever Failure’ que era de mis favoritas. Hicimos un vídeo que nos molaba mucho… y fue todo un fracaso (risas). Así que supongo que la discográfica sabía mejor lo que hacía que la banda. Pero para mí, ‘The Last Time’ sigue siendo un tema mediocre y el vídeo era ridículo».
Es irónico porque creo que mucha gente os descubrió gracias a ‘The Last Time’.
«Siempre es curioso cuando cuento cosas como éstas a la gente. En realidad no quieren oírlo (risas). Pero todo es subjetivo. No estoy seguro que a Lemmy le gustara ‘Ace Of Spades’ ¿sabes?».
¿Qué otras canciones te gustaban aparte de ‘Forever Failure’?
«Siempre me han gustado los temas lentos. Me gustan ‘Jaded’, ‘Shades Of God’ y ‘Hands Of Reason’. Y ‘Hallowed Land’ creo que es de las mejores canciones rápidas de nuestra carrera».
También en esa época grabasteis versiones de ‘Walk Away’ de Sisters Of Mercy o ‘How Soon Is Now?’ de The Smiths. Curiosas elecciones para una banda de metal.
«En eso tenía mucho que ver lo que escuchábamos en los bares a los que íbamos en los 80 y los 90. Casi cada versión que hemos hecho es porque la habíamos escuchado en un bar (risas). Te acostumbras a una canción, y cuando llega el momento de hacer una versión dices ‘¿Por qué no probamos esa que escuchamos el otro día?’. Por eso hemos hecho tanto versiones de temas conocidos como de canciones más oscuras».
A principios de los 90, el grunge barrió a muchas bandas de metal grandes, sin embargo en el underground seguía habiendo una escena interesante. ¿Cómo os afectó a vosotros?
«Era extraño. A mediados de los 90 era muy poco cool ser una banda de metal. Lo notábamos en los festivales en los que tocábamos. Muchos grupos que antes hubieran sido metal, ahora eran funk metal o metal industrial o tenían a un saxofonista en el escenario. Pero pronto vimos que eran modas, y decidimos que no íbamos a caer en ninguna de ellas, sino simplemente seguir nuestro camino. Intentamos que nos nos afectara. Vimos el auge y caída de muchos grupos en esos años».
En la nueva edición de Draconian Times se incluyen cuatro temas grabados para la BBC. ¿Habías tenido siempre el apoyo de la BBC o simplemente os invitaron porque el disco había tenido éxito?
«Los únicos que nos respetaban en la BBC eran John Peel y Tommy Vance. Ellos dos eran fantásticos, pero la BBC siempre ha sido una emisora horrible, lo sigue siendo. Todavía no entiendo por qué tenemos que pagarla con nuestros impuestos (risas). Debería haberse acabado en los 60. Esos temas los grabamos en los estudios de Maida Vale y fue una buena experiencia».
También habéis incluido un montón de maquetas. ¿Te daba apuro compartirlas?
«Mucho. Yo era totalmente contrario a publicarlas. Las maquetas son maquetas por una razón. Pero bueno, hay fans que lo quieren todo. En los 80 y los 90 sólo los japoneses lo querían todo, pero ahora en todo el mundo hay gente que quiere coleccionar todo el material disponible. Pero bueno, hizo una selección de lo más potable. Supongo que es interesante, pero como miembro de la banda no me gusta. Yo no querría escuchar las maquetas de Candlemass para Epicus Doomicus Metallicus, pero igual soy sólo yo (risas)«.
JORDI MEYA