Con su punk rock descacharrado y de sensibilidad indie, los canadienses PUP han conquistado el corazón de miles de fans alrededor del mundo. Un éxito conseguido a la vieja usanza, con giras constantes y conectando con sus seguidores uno a uno. Con la publicación de su nuevo disco Morbid Stuff, esperan que el romance continúe.
Seis años después de que decidieran dejar sus trabajos para centrarse en la banda, y tras un arranque en falso en el que tuvieron que cambiar su nombre original, Topanga, y de ir añadiendo decibelios y agresividad a su sonido, los miembros de PUP están justo donde querrían estar: con un nuevo álbum a punto de ser publicado por su propio sello y con el calendario lleno de conciertos para los próximos meses. Si Morbid Stuff (Little Dipper/Rise), su tercer álbum, no acaba siendo mi disco favorito del año, desde luego se le parecerá mucho. El cuarteto de Toronto ha vuelto a capturar toda la energía y desfase de sus conciertos, pero además ha utilizado algunos nuevos trucos para conseguir que sus exultantes canciones resulten más interesantes.
Si su anterior trabajo, The Dream Is Over, lo compusieron y grabaron en apenas tres meses, para el siguiente se propusieron trabajar con más calma. Después de sus conciertos en España en febrero del año pasado (“La semana que pasamos ahí fue de ésas que no olvidaremos nunca. Lo pasamos tan bien, que ni que sólo sea por nuestra salud mental, queremos volver”, nos dice el cantante y guitarrista Stefan Babcock), se tomaron unos meses de descanso y a principios de verano empezaron a dar forma a sus nuevas composiciones. Junto a su productor habitual, Dave Schiffman, Stefan y sus compañeros, Steve Sladkowski (guitarra), Nestor Chumak (bajo) y Zack Mykula (batería), prestaron más atención a los detalles, buscando nuevos sonidos y texturas. Lo que no ha cambiado son las letras a corazón abierto de su cantante, en las que expulsa sus pensamientos más oscuros hablando de la muerte, la depresión y las barreras que nos ponemos en las relaciones. Como el propio Stefan admite, no es un poeta, pero tiene la habilidad para contar las cosas tal como las siente. Una virtud que comprobamos cuando pudimos charlar largamente con él y Steve hace unos días.
¿Cómo suele ser vuestro día a día cuando no estáis de gira?
STEVE SLADKOWSKI “Tenemos la suerte de poder dedicarnos plenamente al grupo. Quedamos para ensayar, componer… Yo doy un par de clases de guitarra, pero básicamente aprovechamos para descansar y recargar las pilas antes de volver a girar”.
¿Por eso habéis empezado vuestro sello Little Dipper, porque teníais tiempo?
STEFAN BABCOCK “Había varios motivos. Antes de PUP ya había estado en otros grupos y conocí desde dentro el negocio de la música, y de lo que me di cuenta es que a nadie le va a importar tu grupo más que a ti mismo. Nosotros cuatro estamos muy motivados con la banda, así que tenía sentido hacerlo nosotros mismos. El sello es una manera de estar en contacto con nuestras raíces DIY y mantener el control creativo de nuestra carrera”.
Pero los músicos soléis ser bastante desastre con la contabilidad y el papeleo… Montar un negocio implica hacer un montón de cosas aburridas.
STEFAN “Tienes razón. Pero no hubiera montado el sello si los otros miembros fueran perezosos o incompetentes o no supieran hacer otra cosa que música. Todos llevamos tocando desde los 15 años y creando oportunidades para nosotros mismos, así que sabemos trabajar duro, aunque sea en cosas que no son divertidas”.
The Dream Is Over lo compusisteis y grabasteis en tres meses. Para éste, os habéis tomado bastante más tiempo. ¿Qué aspectos querías subsanar en el nuevo disco?
STEFAN “Para mí no es difícil escribir canciones, pero creo que es importante tener tiempo para trabajar en ellas. Mis demos iniciales están bien, pero lo que hace que las canciones sean especiales son lo que cada uno aporta. Y para ello es necesario tiempo para que todos puedan desarrollar bien sus partes. Quizá en el anterior no acabamos de hacerlo. Escucho el álbum anterior y me gustan casi todas las canciones, pero hay un par de líneas o un par de partes de guitarra que podríamos haber hecho mejor de haber tenido más tiempo. No es nada grave, pero cuando tienes más tiempo, todo sale mucho mejor”.
En Morbid Stuff encontramos todo aquello que os identifica, pero hay una mayor atención a los sonidos, a las texturas. ¿Es eso a lo que te refieres?
STEVE “Creo que todos nos dimos cuenta, por la manera en la que Stephan ha descrito nuestro proceso, que esta banda siempre iba a sonar a nosotros. Y una de las cosas interesantes de eso es que nos permite jugar un poco más a nivel de producción. La base siempre serán las buenas canciones, pero al tener más tiempo, podíamos explorar un poco más y ser más creativos en el estudio. Creo que hay pequeñas intros y codas que pudimos trabajar más. Usar el estudio más como una herramienta que simplemente un lugar donde grabas”.
STEFAN “Dave Schiffman, el productor de nuestros tres discos, tiene muy buen oído. Hace que las cosas suenen como las tenemos en nuestras cabezas. Creo que una de las cosas que mejor ha hecho es capturar la energía de nuestro directo. Hemos trabajado en singles con otros productores y ninguno ha conseguido eso. Dave prepara el estudio de una manera en la que los cuatro podemos estar tocando juntos y retroalimentarnos”.
STEVE “Además es un tío que no se anda por las ramas. Si había algún momento en el que no estábamos consiguiendo lo que quería, nos paraba y decía ‘esto no funciona’. Creo que es muy importante porque a veces nosotros cuatro podemos estar demasiado apegados a una canción o a una parte, porque llevamos meses tocándola de esa manera, pero luego cuando lo grabas, a nivel de sonido, no funciona. Dave es muy bueno detectando esas cosas”.
Posiblemente ‘City’ es la canción que mejor ejemplifica este nuevo enfoque.
STEFAN “Sí, es distinta a todas las demás. Es un experimento y estamos muy contentos con cómo quedó. Todas nuestras otras canciones que hemos hecho, las hemos trabajado en el local hasta que sonaban muy bien antes de entrar en el estudio, así que ya sabíamos cómo iban a sonar. Pero con ‘City’ lo único que teníamos eran unos cuantos acordes y la letra, y queríamos probar de construirla en el estudio. No teníamos muchas expectativas, pero quedó muy bien. No creo que sea la dirección que vayamos a tomar en el futuro, pero creo que le añade un sabor distinto al disco y me gustaría volver a hacerlo con algún tema”.
STEVE “Sí, fue muy interesante. Creo que también demuestra la confianza que tenemos entre nosotros cuatro. Normalmente nos hubiéramos sentido ansiosos o neuróticos por entrar en el estudio sin tener una canción terminada, pero esta vez nos dejamos llevar. Creo que queda muy bien al final del álbum. Tiene sentido”.
Aunque venís de la escena punk, vuestro enfoque melódico me recuerda más a Pavement o Superchunk que a Green Day o Blink-182. ¿Creéis que esas influencias más indies son las que os hacen sonar distintos?
STEFAN “Seguro que sí. Yo pasé por mi fase Blink-182 y Sum 41, me gustan algunos de sus discos, pero lo que me inspiró a hacer música fueron bandas como Built To Spill, Modest Mouse, Neutral Milk Hotel… Creo que la razón es porque sus canciones suenan mal, en un buen sentido. Puedes escuchar todos los errores, todas las imperfecciones, y eso hizo que pensara que yo también pudiera hacerlo. Si escuchas canciones de Neutral Milk Hotel, básicamente son voz y guitarra, son muy simples, pero son increíbles. En cambio, escuchas una canción súper producida de Sum 41 o Green Day, y aunque la canción sea genial, para un chaval de 15 años que intenta grabar en un cuatro pistas, parece algo inalcanzable”.
STEVE “Sí, en cierta manera lo que ha descrito Stefan es más DIY que mucho punk rock. Para mí Modest Mouse también fueron muy importantes. Hacía versiones suyas cuando empecé a tocar en otros grupos. También Wilco me encantaban. Nels Cline me influenció mucho o Thurston Moore. Yo creo que para nosotros el punk es como el común denominador sobre el que podemos meter otras influencias, sean del indie o del metal”.
Sí, lo que es interesante de vuestras canciones es ese punto en el que todo parece cogido con pinzas, como si la canción fuera a desmontarse, pero nunca lo hace. Hace que suene muy real.
STEFAN “Muchas gracias. Es lo que te comentaba antes sobre la energía del directo. Para mí un concierto bueno es cuando al terminar siento que ha estado a punto de irse al garete. Necesito ese sentimiento de caos. Y creo que es lo que hace que nuestro directo sea especial. Para mí muchos grupos de punk pop carecen de ese factor. Tienen grandes canciones, pero las baterías suenan perfectas, las guitarras suenan perfectas, las voces también… suenan como hechas por ordenador. Todo lo que tiene que ver con este grupo es imperfecto. Es más importante el espíritu que la ejecución”.
«Nickelback son Monsanto y PUP somos un pequeño huerto orgánico en la azotea de un edificio (risas)” STEFAN BABCOCK
Stefan, siempre has sido bastante abierto acerca de tus problemas de depresión. ¿Cómo te influyen a la hora de escribir las letras?
STEFAN “Sí, los dos últimos años, sobre todo, he tenido problemas mentales. Para mí la música es una manera de enfrentarme a esos problemas de manera positiva y catártica. Alguna gente, y no lo digo como algo negativo, están tristes o furiosos y quieren que todo el mundo lo sepa. Pero yo soy lo contrario. Para mí la banda es algo divertido y quiero que la gente se divierta escuchándonos, así que para mí es una oportunidad de coger esos pensamientos negativos y transformarlos en algo divertido. Encontrar el humor en toda esa mierda. Las letras pueden ser oscuras, pero tienen un punto humorístico y positivo”.
Supongo que estás en una posición extraña, porque, aunque hacer música pueda ser catártico, luego salir de gira puede ser un gran desafío si no estás bien mentalmente.
STEFAN “Es un desafío extraño. Estar de gira puede ser muy duro, pero también maravilloso. Para mí cada vez que veo a la gente apasionarse tanto con nuestra música es increíble, pero soy muy pesimista y siempre pienso que el siguiente concierto será un desastre. Pero no he escrito sobre esto en el disco. He escrito sobre cosas oscuras, pero al final cuando tocamos juntos suenan divertidas, porque nos estamos divirtiendo. Es como una transformación. Esa dicotomía está por todo el álbum. Desde el propio título y su portada”.
¿Has tenido que medicarte o ir a terapia?
STEFAN “Todo eso y más (risas)”.
Lo digo porque a veces la medicación puede eliminarte la creatividad. ¿Has pasado por ello?
STEFAN “En mi caso no. Ocurre con algunas drogas, pero en mi caso fue lo opuesto. Antes no tenía energía para hacer nada y estaba muy apático, pero cuando empecé a medicarme, todo eso cambió. Creo que es peligroso porque muchos artistas tienen miedo de buscar ayuda precisamente por eso. En mi caso fue lo que me frenó durante un año o dos. Fue un error porque todo el mundo debería buscar ayuda. Creo que es mucho más fácil ser creativo cuando no te sientes como una mierda”.
Steve, ¿cómo lidiáis el resto con la situación?
STEVE “Creo que, si eso hubiera sido un problema para el resto, la banda nunca hubiera pasado del primer disco. Tener empatía y comprender a Stefan ha sido básico. Yo no tengo hermanos. Para mí Stefan es mi hermano, ¿sabes? Igual que Nestor o Zack, así que, si mis amigos sufren, yo también sufro. Hace poco también he decidido ir a terapia y solucionar mis propios problemas. Creo que al final ha tenido un efecto dominó positivo. Nos ha hecho a todos conscientes que es importante enfrentarte a estas cosas. Ahora nos sentimos mentalmente más fuertes para salir de gira durante el resto del año. Podemos hablar abiertamente de todo esto y eso es algo bueno tanto para nosotros como para quien lea esta entrevista o venga a vernos tocar. No hay motivo para mantenerlo como un secreto u ocultar lo beneficioso que puede ser buscar ayuda”.
Habláis de salir de gira con mucho respeto, como si estuvierais a punto de subiros a una montaña rusa…
STEVE “¡Es que lo es! Nos sentimos muy afortunados por haber girado tanto como lo hemos hecho, pero al mismo tiempo dejas atrás a tus seres queridos, a tu ciudad… Y no puedes pulsar un botón de pausa. La vida sigue mientras tú estás fuera y es difícil no desconectarte. Así que es importante desarrollar estrategias para que no pase. Ahora casi lo enfocamos como si fuéramos de turismo, explorar ciudades y sacarle el máximo jugo. Si caes en la rueda de estar sólo de fiesta o no hacer nada más que tocar por la noche, es fácil desmotivarte”.
STEFAN “Creo que estar en un grupo no es distinto a cualquiera que tenga su propio negocio y haga algo que ama. Es un estilo de vida. No hay vacaciones. Especialmente ahora en que la música se ha convertido en un negocio de clase obrera. Hace 30 años o bien te forrabas o era imposible hacerlo. Ahora hay toda una clase obrera de bandas que pueden hacer que funcione si no paras de trabajar. En parte me siento afortunado de estar viviendo en el momento actual porque no creo que PUP hubiera sido una banda que hubiera sobrevivido dentro de las reglas que regían la industria antes”.
La industria no deja de ser un reflejo de cómo funciona todo. Tienes empresas enormes que lo dominan todo y el resto son pequeños negocios que sólo intentan sobrevivir.
STEFAN “Sí, Nickelback son Monsanto y PUP somos un pequeño huerto orgánico en la azotea de un edificio (risas)”.
STEVE “(Risas) Todavía pienso que un día alguien llamará a mi puerta y me dirá que tengo que dejar el grupo y ponerme a vender seguros. Lo cual sería una mierda, porque se me daría fatal (risas)”.
JORDI MEYA