Ruinas, el nuevo proyecto de Rober de los añorados Machetazo, parecen haber escogido el momento perfecto para lanzar su primera bola de odio. Entre brotes de histeria colectiva, una sociedad podrida mostrando todas sus vergüenzas y colas surrealistas en los hipermercados, Ikonoklasta nos trae la mejor receta para mandar al cuerno al mundo entero.

Conozco a gente que todavía no ha digerido la disolución de Machetazo. Y es que han pasado seis años, pero muchos y muchas seguimos teniendo muy presente a una de las mayores animaladas que haya dado nuestra música extrema. Pero ése no parece el caso de los salvajes que formaron parte de la banda, la verdad, porque si Dopi se encuentra liado ahora mismo con Premature Burial y Leprophiliac, otro ilustre como Rober tampoco ha perdido el tiempo.

El gallego, que también forma parte de Banished From Inferno y Ovakner, un grupo algo menos conocido pero al que se le debería prestar mucha más atención, nos presenta ahora Ruinas, su nuevo proyecto junto a su compinche Ángel a la batería.

Ikonoklasta, su debut en largo editado por el sello italiano Spikerot Records, contiene todo lo que puedas esperar de músicos con ese bagaje. O lo que es lo mismo: cólera, destrucción masiva e incontable tralla de varios palos. Death grind de base, sí, pero trepanante amasijo de punk cavernícola y crust, algo de sludge, retazos de industrial y una actitud, verdadera, de ‘que le jodan a todo’ si uno lo somete a un análisis más concienzudo.

El primer álbum de Ruinas atronando a placer, un cuchillo, y cinco minutos encerrado con alguna de estas familias urbanitas que han viajado a sus segundas residencias para apestar con el coronavirus las áreas rurales. Sólo le pido eso a la vida.

Hemos alcanzado el culmen como especie y ahora sólo cabe esperar la degradación para, finalmente, desaparecer. ¿Es ésta la idea principal detrás de Ikonoklasta? ¿No hay futuro?
ROBER “Más o menos. Tampoco es que pretendamos ahondar en tópicos tan manidos y recurrentes como el nihilismo, la misantropía o la catártica visión del fin del mundo. Menudo aburrimiento. Realmente, el mensaje, por así decirlo, si es que lo hay, se hace claro mucho antes de llegar a tales extremos, y es mandar a la mierda todo aquello que personalmente no me aporta nada. Sin prejuicios, sin patrones, sin banalidades voluntarias. No es una actitud, ni una indiferencia adquirida o deseada. Va más allá de todo eso, es algo estructural. Cada vez me importan menos cosas en la vida, para así darle plena relevancia a apenas unas pocas. El resto es basura. Supongo que al fin y al cabo es una descripción aceptable de la idea que en tal caso podría haber tras Ikonoklasta, pero tampoco te puedo decir mucho más”.

Dentro de la agresividad death grind del disco, me ha llamado mucho la atención ‘Instinto Genozida’, una canción hardcore punk, casi oi! en su primera parte. Y no sólo por la música, sino también por la letra… Es un alegato absolutamente nihilista, si he entendido bien, porque no fallan las ideologías, sino la apestosa raza humana.
“Estoy de acuerdo, es una visión muy negativa e intransigente a través de los ojos de un psicópata maníaco compulsivo con el ser humano. Ése que casi todos hemos sido en algún momento de nuestra vida, aunque sólo fuese durante el breve instante que dura una idea llana en nuestra mente, un simple pensamiento viendo las noticias o un intrascendente comentario como ‘que caiga un meteorito ya, joder’ mientras nos tomamos una cerveza en un bar. No hay más que eso. En cualquier caso, sí he de decir que esto no pretende ser o ir de nada. Que si más grind, menos punk, tanto de death… Pffff… si es que me da igual”.

‘Ira, Cuchillo Y Fuego’, con sus 40 segundos, tampoco deja demasiado espacio a la imaginación…
“Ni falta que hace, ¿no crees? Veni, vidi, vici. O lo que viene a ser lo mismo: a tomar por culo”.

Imagino que ‘La Conjura De Los Insectos’ vuelve a cargar contra la insufrible humanidad, ¿verdad? Y eso que los animales no tienen culpa alguna de lo despreciables que llegamos a ser como especie…
“Ya has pensado mucho más que nosotros en lo que se refiere al concepto que pudiera haber tras este tema, créeme. Pero no vas muy desencaminado. Nah, no hay mucho que rascar aquí más allá del pavor de ser devorado vivo por millones de insectos incubando dentro de tu propio cuerpo. Muy rico, ¿verdad? En fin, es obvio que no esconde nada este tema, no hay hueco para ello. Bien puede ir dedicado a todos los activistas defensores de los animales, o a los veganos”.

Una canción larga, para el estilo en el que nos movemos, como ‘Vómito De Sangre’, denota la voluntad del ‘simple, sin polladas, sin subterfugios’, ¿no? Ésta es una de las principales premisas musicales de Ruinas.
“No hay ninguna premisa predefinida como tal en Ruinas. Todo es muy visceral y espontáneo, la verdad, tanto que, de hecho, bastantes partes e incluso algunos temas han sido prácticamente improvisados en el estudio durante la grabación del álbum. Y así ha de ser para mantener su esencia. Para este tema en cuestión, tiramos de principios más primarios si cabe, más lento y opresivo que ningún otro tema y con esos cambios tan clasicotes, colaborando mi sempiterno amigo Santi de Inerth, exLooking, tanto en las voces principales como en la composición de las letras del mismo. Me gusta mucho cómo quedó. Está entre mis preferidos”.

“No hay ninguna premisa predefinida como tal en Ruinas. Todo es muy visceral y espontáneo, la verdad» ROBER

‘Ad Vermibus Gloriam’ tiene un aire a John Carpenter que tira de espaldas… ¿Lo consideráis una parte más del sonido Ruinas o es sólo una forma chula de dar carpetazo al álbum mientras rendíais pleitesía al maestro?
“En efecto es una parte importantísima en nuestro sonido, no te quepa duda. De hecho, y aunque pasen más desapercibidos en otras partes del disco, los sintes están presentes en bastantes más temas. Del mismo modo, en el nuevo material que hemos grabado hace poco, temas para splits y para un EP completo, de nuevo tienen bastante presencia los sintes. Y sí, John Carpenter puede considerarse una verdadera influencia para Ruinas. Del resto de bandas o posibles influencias que se citan en los medios, poco o nada estoy de acuerdo en realidad, pero allá cada uno”.

Grabado y mezclado por Brais Landeira en los The Ocean Studios de Ferrol, vuestro debut ha sido masterizado por Scott Hull de Pig Destroyer en los Visceral Sound Studios de Maryland. No estamos hablando de un cualquiera… ¿Cómo llegáis a él?
“Nada fuera del otro mundo. Lo tanteamos, le enviamos el material, le gustó mucho y quiso hacerlo, así que le dimos para adelante. Eso sí, le pasamos todo ya muy cerrado y con muy poco margen de maniobra, no queríamos arriesgarnos a joder la mezcla de The Ocean Studios con modernidades y mucho menos con masterizaciones a lo Pig Destroyer, que no es que sean precisamente santo de mi devoción. Por el contrario, sus trabajos de mastering para Brutal Truth, Godflesh, Phobia o Incantation me atraen bastante más”.

¿Cómo empieza esta banda? ¿Fue a raíz de la ruptura de Machetazo o ya tocabais juntos antes?
“Ángel, el batería de Ruinas, y yo, ya habíamos tocado juntos en Ovakner, mi otra banda. Él nos echó una mano para un concierto en Madrid hace un par de años cuando nuestro batería por aquel entonces no pudo realizar dicha fecha. A partir de entonces empezamos a tocar juntos de forma más regular. Surgió una excelente química entre los dos, así que le comenté lo de montar algo juntos y a finales de ese mismo año 2018 ya estábamos currando en Ikonoklasta. La ruptura de Machetazo fue hace ya bastantes años, no creo que tenga sentido alguno relacionar el nacimiento de Ruinas con ello, más allá de que yo era el guitarra y compositor de la mitad de los temas, del mismo modo que la otra parte lo era de la otra mitad”.

Siendo un dúo resultará complicado llevar esto al directo sin la ayuda de otros músicos… ¿Hay intención de ello?
“Para directos tenemos a mi gran amigo Lois de Balmog, Ovakner y Marthyrium al bajo. Llevamos ya un buen puñado de ensayos con él preparando los primeros bolos de Ruinas. De momento tenemos cerradas un par de fechas para mayo y algunas más a punto de cerrarse para verano y finales de año, así como varios festivales dentro y fuera de España que nos van escribiendo y que poco a poco irán confirmándose conforme se cierren las negociaciones. Y es que es bien cierto que no estamos ni de lejos interesados en dar un sinfín de bolos al año. Sólo unos pocos, aquéllos que de verdad valgan la pena o que reúnan unas buenas condiciones previamente pactadas. El resto no nos interesa”.

Machetazo se disolvieron de golpe, dejándonos a todas y todos atónitos, huérfanos, y a una semana o dos de tocar en el Obscene Extreme, además. Pasado ya el tiempo, ¿puedes contarnos algo de lo que ocurrió con la banda?
“En realidad fue justo la noche antes de irnos al Obscene, después de dar el último ensayo y con todo el petate hecho ya, y he de decir que igual de atónito me quedé yo en su momento. Han pasado bastantes años desde la disolución de Machetazo… A estas alturas no creo que valga ya la pena hablar de lo que ocurrió entonces”.

PAU NAVARRA