Social Distortion son uno de los platos principales del próximo Azkena Rock Festival. Charlamos con Mike Ness sobre ese esperadísimo nuevo disco de la banda que no llega, su amor por el glam, y cuándo se hizo su último tatuaje.
«Después de dos años de espera estamos muy felices de que por fin vaya a ocurrir. Mañana cogemos un avión para Londres y ya empezaremos la gira que nos llevará a España». Con estas primeras palabras Mike Ness quiere dejar claro que si lo fans de Social Distortion tienen ganas de ver a la banda, ellos también.
El del 17 de junio en el Azkena Rock Festival será un concierto dedicado a repasar el catálogo de una de las bandas más especiales del punk rock de los 80 y de los 90, pero en el que difícilmente habrá oportunidad para escuchar algo nuevo. Y es que a pesar de que su último trabajo Hard Times and Nursery Rhymes salió en 2011, todavía habrá que esperar hasta el año que viene para poder escuchar el que será su octavo trabajo. Eso sí, al menos esta vez Ness ya tiene fijado un plan.
Lo primero que todo el mundo quiere saber es cuándo tendremos un nuevo disco de Social Distortion. ¿Tienes una repuesta?
MIKE NESS «La tengo, la tengo (risas). Vamos a hacer esta gira, luego volveré a casa, haré pre-producción en mi estudio unas semanas, y el 1 de octubre empezaremos a grabar el disco. La intención es que salga la próxima primavera. Ahora mismo es imposible sacar el disco antes. Estoy muy emocionado con las canciones que tengo, y el productor con el que trabajaremos. Me está costando elegir los temas porque en los últimos 15 años he ido acumulando como unos 50. Tengo que acabar de pensar cuáles encajan mejor para el disco para saber cuáles grabaremos».
¿Quién será el productor?
«No te lo puedo decir porque aún no hemos firmado el contrato. Por si lo que fuera, fallara, lo produciría yo mismo. Aunque me gustaría poder trabajar con él para poder aprender algunos trucos. Tengo la intención de producir más a otros artistas en el futuro, así que me iría bien».
¿Cómo visualizas el nuevo disco en tu cabeza?
«Me gustaría que tuviera un rollo bastante 70’s, en la onda de la primera ola del punk, New York Dolls, Stooges… Era el estilo en el que estaba componiendo antes de hacer White Light, White Heat, White Trash (su disco de 1996 -ndr.) y que quería recuperar. Me gustaría hacer algo más concreto y que mostrara esas influencias de los 70″.
Lo cierto es que con el tiempo mucha gente te identifica más como un punk rocker con influencias del country y el rockabilly, pero a ti siempre te ha gustado mucho el glam rock también.
«¡Desde luego! La gente no lo sabe pero yo era el mayor fan de David Bowie. Una vez llevé una camiseta suya en el instituto y todos los niños se rieron de mí, y me dijeron que era un maricón. Pero Bowie, T-Rex, todo el glam rock, fue lo que me llevó a descubrir la escena punk rock».
Incluso que usaras lápiz de ojos parecía un guiño al glam.
«¡Exacto! Pero por algún motivo, mucha gente ni se dio cuenta».
«Es importante que la gente joven, o no tan joven, vean que no hay que arrodillarse» MIKE NESS
Teniendo 50 temas, no parece que componer material sea un problema para ti. ¿Por qué cada vez tardas más años entre disco y disco? Vuestra discografía es bastante corta comparada con otras bandas.
«Lo que la gente no entiende es que para hacer un disco tienes que dejar de girar totalmente, y también poner en pausa tu vida personal. Requiere que le dediques toda tu atención y centrarte solo en el disco. Nuestra agenda está muy llena, porque así es como nos ganamos la vida, así que no es fácil parar toda la maquinaria. Posiblemente de no ser por el COVID, hubiéramos tenido el disco antes. No es una excusa, pero estos dos años, no tenía la cabeza como para pensar en un nuevo disco. Tenía un poco de miedo, todo era muy incierto, tengo una familia, y no me fío de la gente que toma las decisiones por nosotros… así que mi cabeza estaba en otro sitio. La gente se piensa que tardamos diez años en hacer un disco, pero no es así. Solo nos lleva dos meses hacerlo, pero encontrar el momento adecuado es lo complicado. Necesito aislarme de todo. Pero ahora por fin tenemos las fechas en el calendario».
En abril cumpliste 60 años. ¿Significa algo especial para ti? ¿Es solo un número?
«Para mí los 60 son los nuevos 40 (risas). Todavía boxeo, todavía trabajo duro en mi granja, sigo siendo una persona muy activa. Realmente pienso que la edad es un estado mental. Tengo una tía abuela que tiene 108, así que veo muy factible que pueda llegar a los 100. ¿Por qué no?».
Pero cuando eras joven, viviste bastante peligrosamente… ¿Era por que tenías tendencias autodestructivas o por que te sentías indestructible?
«Supongo que las dos cosas. Pero estoy mucho más en forma ahora que cuando tenía 20 años. Entonces estaba totalmente metido en las drogas. La suerte es que las dejé también muy joven, así que tenía todavía toda la vida por delante. Muchos amigos míos se quedaron en el camino».
¿Sientes que has vivido dos vidas distintas? ¿Una antes de dejar las drogas y otra después?
«Oh, sin duda. Hace tanto tiempo que me parece que fue en otra vida. Levo mucho más tiempo limpio, que el tiempo que estuve metiéndome de todo (risas)«.
En lo que refiere a la banda, ¿también piensas en los primeros años como algo desconectado del presente?
«Bueno, a nivel musical es un poco distinto. Como te decía el nuevo disco será un reflejo de mis primeras influencias, así que en ese aspecto todo está conectado. Incluso a nivel de letras tiene esta actitud de confrontación con quien te dice que no puedes hacer algo. Y en esos casos, mi reacción es siempre la misma: demostrarles que se equivocan (risas). Creo que el disco será un reflejo de ese espíritu rebelde, de hacer lo contrario a lo que todo el mundo hace. Es importante que la gente joven, o no tan joven, vean que no hay que arrodillarse».
Cambiando de tema. Una de mis canciones favoritas del grupo es ‘Bakersfield’ de vuestro último disco. ¿Qué puedes contarme sobre ella?
«Le puse ese título porque allí fue donde me vino la idea de la canción. Habíamos estado mucho tiempo de gira y una de las últimas paradas antes de llegar a casa era en Bakersfield. Solo piensas en llegar a casas. Trata sobre el estilo de vida que llevamos, estando tan tiempo fuera, y luego vuelves y tienes que ponerte al día, y cuesta ajustarte, porque te has perdido cosas importantes, o incluso pequeñas cosas, pero que significan mucho para ti. Trata sobre eso, pero creo que es aplicable a muchas otras circunstancias».
Una canción que no escribiste tú, pero que habéis hecho vuestra es ‘Ring Of Fire’ popularizada por Johnny Cash. ¿Recuerdas cuándo la escuchaste por primera vez?
«Estoy seguro que la escuché en casa de pequeño. A mi padre le gustaba el country, y a mi madre el rock’n’roll. Por algún motivo me atrajo, supongo que porque tenía un punto oscuro. Un día, en mis 20, me levanté y empecé a tocarla. Y vi que podía hacer una versión mejor que todas las que se habían hecho ya. Y la hice (risas)«.
¿Tienes un disco favorito de Social Distortion?
«Tiendo a decantarme por el último. Una de mis canciones favoritas de ese disco es ‘Gimme The Sweet And Lowdown’ porque fui capaz de escribir algo autobiográfico, pero a través de un personaje. Mi intención era escribir en base a un personaje, me lo tomé como un ejercicio, incluso con un punto sarcástico, pero al final me di cuenta de que trataba sobre mí (risas). Es como una tragedia cómica (risas). Pero fue bonito ver que era capaz de escribir en ese estilo más narrativo, al estilo de mi amigo Bruce Springsteen».
¿Te gustó su último disco, Letter To You?
«Sí, claro, pero de los ‘nuevos’, el que me gustó mucho fue Wrecking Ball. Le fui a ver dos veces a Broadway, porque me impresionó tanto la primera vez, que tuve que repetir. Ya no es que sea muy bueno escribiendo historias y contándolas, es que su capacidad para mostrarse totalmente vulnerable, me emocionó mucho. Le respetaba mucho como artista y como showman, pero salí de ahí respetándole como hombre. Hay que ser muy hombre, para reconocer tus debilidades, tus defectos… Fue una experiencia muy poderosa».
¿Te gustaría hacer algo parecido?
«Me encantaría, sería muy divertido. Tengo muchas cosas que contar…».
Para terminar, ¿cuándo te hiciste tu último tatuaje?
«Oh… Pues no hace demasiado. Hace un par de meses me hice unas estrellas en los dedos. Pero tío, ya no sé si estoy dispuesto a aguantar el dolor. Cuando eres joven, no te importa tanto. Me alegro de que ya tenga hecho el 90% de mis tatuajes».
Eso significa que todavía te queda un 10%…
«Sí, nunca hay que dejar la puerta cerrada a nada (risas)«.
JORDI MEYA