En un abrir y cerrar de ojos, la vida de los cinco componentes de The Ghost Inside cambió para siempre. Pero lo que podría haberse convertido en el punto final de una carrera ascendente, se convirtió simplemente en unos largos puntos suspensivos. Cinco años después de su fatal accidente, la banda de Los Ángeles resurge con un nuevo álbum y una nueva perspectiva vital. Su batería Andrew Tkaczyk nos cuenta las lecciones que ha aprendido durante el tortuoso camino hacia su nueva normalidad.
Dos fechas quedarán para siempre grabadas en la historia de The Ghost Inside. La primera es la del 15 de noviembre de 2015. Ese día el autobús de gira del grupo californiano chocó con el remolque de un camión en la autopista 180 a 8 millas de la frontera entre Arizona y Texas. Los conductores de los dos vehículos fallecieron y los diez pasajeros del autobús quedaron gravemente heridos. El que salió peor malparado fue el batería Andrew Tkaczyk, quien después de estar diez días en coma, perdió su pierna derecha. Naturalmente la noticia conmocionó al mundo del rock, no sólo por las consecuencias personales que acarreaba, sino por haber perdido, quizá para siempre, a uno de los grupos más excitantes salidos del metalcore en la última década.
La segunda fecha es la del 13 de julio de 2019. Después de tres años y medio de larga rehabilitación y un intento fallido de participar en el Warped Tour de 2017, Andrew y sus compañeros Jonathan Vigil (voz), Zach Johnson (guitarra), Chris David (guitarra) y Jim Riley (bajo – unas semanas de publicar esta entrevista sería expulsado del grupo) volvían a subirse a un escenario. Nada menos que 8.000 personas abarrotaron la explanada del Shrine Auditorium de Los Ángeles para ser testigos del primer concierto de la banda tras el accidente. Un éxito sin precedentes cuyas imágenes ponen la piel de gallina a cualquiera.
La mejor noticia es que ahora podemos añadir una nueva fecha de lo más relevante: la del 5 de junio de 2020. Es el día en el que verá la luz The Ghost Inside (Epitaph), el quinto álbum de la banda que sus fans temían que quizá nunca escucharían. Su mera existencia es un pequeño milagro; que encima sea realmente bueno, todavía más.
¿Ves algún paralelismo entre lo que está pasando ahora mismo en el mundo y tu experiencia personal en estos últimos años?
ANDREW TKACZYK “De hecho sí. En cierta manera, el estar aislados, encerrados en casa, es algo por lo que hemos pasado todos estos años desde el accidente. Aunque incluso te diría que lo de ahora es peor. Porque antes, mientras nos estábamos recuperando, el mundo seguía girando. Y eso era una motivación para cumplir nuestro objetivo de volver a ser parte de ese mundo, teníamos un plan. Pero ahora todo se ha parado y nadie sabe qué pasará en el futuro. En cierta manera es más incierto e inquietante”.
La vuestra es una historia de superación y el nuevo disco es el ejemplo vivo de ello. ¿Crees que escucharlo puede ayudar a motivar a vuestros fans en estos tiempos difíciles?
“Como mínimo espero que sea una vía de escape, que puedan entretenerse un rato y les ayude a conservar la cordura. No tengo duda de que las letras pueden ser una ayuda en este momento. Ya con los dos singles que hemos sacado, hay gente que nos ha escrito diciendo que lo ha hecho”.
Y a ti, ¿hay algo que musicalmente te haya estimulado o ayudado en los momentos de bajón?
“¿Sabes? Me he metido mucho en el rollo synthwave y retrowave. Me he enamorado de The Midnight. Los descubrí hace tres años y los he escuchado cada día. Soy un tipo algo nostálgico y éste es el tipo de música que estaba esperando, un resurgir y un homenaje, pero con un toque moderno. Y gracias a The Midnight he descubierto toda esa escena underground. Si estoy ensayando me lo pongo, si voy en coche, igual. Me he vuelto un fanático de ese rollo (risas)”.
Un accidente como el que sufristeis es un momento definitorio en la vida de cualquier persona. Es como si hubieras tenido una vida antes del accidente y otra después. ¿Has sido capaz de reconciliar las dos y verlas como una sola cosa?
“Creo que sí. Después del accidente decidí que iba a tirar adelante en lugar de autocompadecerme. Decidí coger ese camino. Naturalmente pasé por momentos bajos, pero la mayor parte del tiempo mi objetivo era conseguir tener una vida lo más normal posible, y volver a tocar y hacer música de nuevo. Me siento bastante satisfecho con todo lo que he conseguido en los últimos cinco años”.
¿Qué fue más duro, recuperarte mentalmente o físicamente?
“No sé qué fue más duro porque fueron procesos paralelos. Pero creo que mentalmente, muy pronto, me volví a sentir fuerte. En mi caso la recuperación física fue muy larga. Se necesita tiempo. Pero si le preguntas a otro del grupo, la respuesta podría ser distinta. Todo depende de lo que tardes en aceptar la situación y cómo la gestiones”.
En tu caso, has tenido que volver a aprender a tocar la batería con una sola pierna. ¿Cuál fue la mayor dificultad desde un punto de vista técnico?
“Bueno, obviamente el bombo era un problema al no tener pierna. Pero también quiero comentar, porque no lo hago casi nunca, que sufrí una lesión muy grave en el hombro. Me hice una lesión permanente en el nervio del brazo y la mano derecha. Perdí bastante movilidad, así que he tenido que buscar la manera de poder tocar sin mover tanto el brazo. Me llevó mucho tiempo volver a aprender a tocar con una pierna, porque lo que llaman ‘memoria muscular’ estaba ahí, pero no podía ejecutarla, claro. Literalmente fue como volver a aprender a tocar. Hay un pequeño retraso con el aparato que uso para el bombo, así que he tenido que practicar mucho, horas cada día, para sentirme cómodo y poder llevar el tempo de manera natural. Ahora ya lo he conseguido, pero me costó mucho”.
Otro músico famoso que pasó por algo parecido, aunque en su caso perdió un brazo, es Rick Allen de Def Leppard. ¿Has tenido algún contacto con él para que te pudiera aconsejar de algún modo?
“Creo que fue sólo un mes después del accidente, cuando todavía estaba en el hospital, que recibí una llamada suya para darme su apoyo. No recuerdo las palabras exactas porque ya hace varios años, pero el hecho de que ni siquiera supiera quién soy y me llamara ya fue alucinante. Hubo otras personas con las que hablé durante mi recuperación que me ayudaron a recuperar la confianza”.
La verdad es que verte tocar de nuevo fue muy inspirador. Estoy seguro que mucha gente que pasa por algo parecido siente que su vida ya no tiene sentido, pero tú eres un ejemplo de que puedes tirar adelante.
“Muchas gracias por decirlo. Sobre todo no quería, por mí mismo, que lo que nos había pasado definiera quién soy. Y también quería que mi familia y mis amigos vieran que estoy bien. Si me pongo en el lugar de mis padres, viendo a su hijo pasando por una experiencia que le iba a cambiar la vida y terminar con su carrera, sé que sufrieron mucho. Y no quería permitirme hacerles sufrir más de lo necesario. Quería demostrarle a todo el mundo que si quieres, puedes. Por tópico que pueda sonar, es así”.
¿Cuándo empezasteis a hablar sobre la posibilidad de volver a hacer música juntos?
“Es difícil decir el momento exacto, pero fue unos meses después del accidente. Volvimos cada uno a su casa para seguir con la terapia y la rehabilitación, y al poco ya empezamos a hablar de ello. Recuerdo que nos dijimos que, aunque nunca más pudiéramos volver a subirnos a un escenario, queríamos volver a hacer un disco. En ese momento todavía no sabíamos cuánto podíamos tardar, pero nos pusimos de acuerdo en que pasara lo que pasara, íbamos a hacer otro disco”.
¿Y recuerdas cuándo finalmente empezasteis a componer?
“De hecho, ya habíamos empezado a componer el nuevo álbum el verano antes del accidente. Ya teníamos tres temas. Obviamente, el accidente lo paró todo. Creo que volvimos a empezar a finales de 2018 o principios de 2019. Luego la banda vino a mi casa y lo compusimos aquí. También decidimos que queríamos grabar con Will Putney, así que le llamamos y enseguida hubo muy buen rollo. Luego nos reunimos con él en mayo y estuvimos trabajando en el disco hasta final de año”.
“Quería demostrarle a todo el mundo que si quieres, puedes. Por tópico que pueda sonar, es así” ANDREW TKACZYK
Tengo entendido que esta vez asumiste un papel mucho mayor en la composición.
“Bueno, todo el mundo tuvo su papel. Quizá yo hice la mayoría, pero éste es el primer disco de The Ghost Inside en que todo el mundo participó de la composición. La dinámica del grupo era distinta a hace seis años. Yo me considero un compositor, es lo que he hecho toda mi vida, así que de manera orgánica he ido adquiriendo más peso. Pero ya te digo, todo el mundo participó”.
¿Crees que se nota en el resultado final?
“Sí, desde luego. Contar con la opinión de los cinco, más las de Jeremy McKinnon y Will Putney, fue decisivo para que el álbum saliera tan bien. El ambiente de los cinco trabajando en el estudio fue increíble. Nos divertimos mucho. Llegamos al estudio con ocho o nueve temas y allí escribimos algunos más. Así que tenemos algunas caras B que podremos lanzar más adelante. Nunca nos había ocurrido tener que dejar temas fuera de un disco. Pero no es un mal problema que tener”.
Jeremy viene participando en vuestros discos desde 2012. ¿Por qué es alguien tan importante para la música de The Ghost Inside?
“Cualquiera que conozca a A Day To Remember sabe lo pegadizas que son sus canciones y lo buen cantante que es. Tiene una habilidad sobrenatural para sacar una melodía. Puedo estar tocando unos acordes con una acústica y él ya saca una melodía que nos deja con la boca abierta (risas). Tiene taaanto talento… Así que es el encargado de escribir las partes pegadizas de los estribillos y los puentes, las partes limpias… casi todo eso tiene el toque de Jeremy. Creo que nos complementa muy bien. Queremos a Jeremy y fue genial poder contar con él de nuevo para este disco. Y él también estaba encantado de que contáramos con él”.
Posiblemente esta vez la gente se fije más en las letras que nunca buscando respuestas, pistas o explicaciones. ¿Es algo a lo que prestasteis más atención de lo habitual o que discutierais más con Jonathan? Al fin y al cabo, aunque cante él, esta vez habla de una experiencia que todos vivisteis.
“Sí, en este disco, al igual que en la música, también todo el mundo participó en las letras. Todos teníamos ideas o conceptos para las canciones. Teníamos mucho que decir sobre lo que nos había pasado. Pero Vigil tiene un talento para expresar las cosas de manera muy inteligente. Hay letras que hablan del accidente, pero las dice de una manera que cada uno lo puede asociar a su propia experiencia. Es asombroso ver cómo escribe. Es capaz de decir mucho y ser conciso a la vez. Es punzante e inteligente”.
¿Y crees que de alguna manera el accidente tuvo una influencia en la música? No es para nada un disco calmado o lento… Conserva la energía que teníais antes.
“Yo creo que el álbum recoge el testigo donde lo dejamos con el último. Esos tres temas que teníamos escritos antes del accidente ya nos habían marcado el camino. La manera en la que componemos es hacer lo que queremos. Escribimos para nosotros. No nos planteamos hacer algo más suave. Para mí esto es el siguiente paso lógico de The Ghost Inside, hay nuevos sabores en el disco, pero también tiene todos los elementos que esperas de nosotros”.
Con el disco ya terminado, el siguiente paso es volver a tocar en directo. ¿Se te ha hecho muy difícil estar alejado de los escenarios? ¿Cómo pensáis encararlo en el futuro?
“Es algo a lo que todavía nos estamos ajustando. Cuando nos estábamos recuperando, mirábamos Instagram y veíamos a bandas amigas nuestras tocando en el Warped o en el Rock Am Ring, y era muy duro. Pero a la vez, también nos motivaba para llegar a nuestro objetivo de dar un concierto. Y por fin pudimos hacerlo en julio en Los Ángeles, y fue un gran éxito. Y luego dimos otro en Australia, y también fue un momento muy importante. No sabíamos si seríamos capaces de hacerlo con nuestro estado físico actual, pero vimos que era posible. Iremos pasito a pasito, concierto a concierto, viendo hasta dónde podemos llegar. No sé si The Ghost Inside volverá a ser una banda que gire como antes, pero desde luego cuando podamos, haremos conciertos sueltos o festivales. Cualquier oportunidad que tengamos será tenida en cuenta”.
“Me siento muy orgulloso del hombre que soy ahora, y quizá no lo hubiera llegado a ser de no ser por el accidente” ANDREW TKACZYK
Quería preguntarte por ese primer concierto en Los Ángeles al que asistieron miles de personas. ¿Os sorprendió la dimensión que tomó?
“Sí y no. Fue una sorpresa salir al escenario y ver a miles de personas, claro. Pero mirando atrás no lo fue, porque el apoyo constante que recibimos de nuestros fans durante todos estos años fue increíble. Cuando empezamos a hablar con nuestro management para planificar el concierto y nos sugirió hacerlo en el Shrine Auditorium, pensamos que quizá era demasiado grande. Pero nuestros mánagers saben lo que hacen (risas), y las entradas se agotaron en unos minutos. Pensábamos que la web se había caído o algo, pero luego nos confirmaron que realmente se habían agotado. Así que ampliamos aforo y pusimos más entradas a la venta, y también se agotaron en nada. Una pasada”.
Es inevitable que en las entrevistas de promoción de este disco, y la nuestra no es una excepción, te hayamos preguntado sobre el accidente. ¿Estás ya un poco harto del tema? ¿Tienes ganas de poder sacar otro álbum de aquí a dos años y que los medios nos centremos en la música y no en el accidente?
“Es una buena pregunta. La verdad es que ha sido un poco difícil hacer tanta prensa para este disco, sobre todo porque no quiero repetir las mismas cosas una y otra vez. Por eso a ratos he sido un poco lento en las respuestas porque estaba pensando en darte respuestas originales. No quiero hablar con el piloto automático. Pero hablar del accidente no me molesta, ni me pone triste. Es algo que tengo totalmente superado. Creo que lo que nos ha pasado va a llegar a mucha gente y me parece importante hablar de ello. En el futuro, no lo sé, quizá me canse, pero por ahora no hay ningún problema. Pero te agradezco que tus preguntas también hayan sido distintas. En cualquier caso, la idea es efectivamente poder hacer otro disco más y centrarnos en la música”.
Una última cuestión… Muchos músicos dicen que estar en un grupo es como vivir en una burbuja y que en cierta manera les permite ser inmaduros durante mucho más tiempo de lo normal. Cuando miras atrás y la manera en la que actuabas antes, ¿crees que gracias al accidente has logrado salir de esa burbuja?
“Ésa es una muy, muy buena pregunta. Y la respuesta es sí. He cambiado mucho y quiero pensar que para mejor. No me arrepiento de la persona que era antes, de hecho, tengo muy buenos recuerdos que conservaré hasta que muera. Pero ahora veo la vida de una manera muy distinta, con más calma. Intento no preocuparme por cosas pequeñas. Doy las gracias por estar aquí porque en un solo instante estuve a punto de perderlo todo. Creo que en estos años he crecido mucho, y, por decirlo llanamente, me he sacado mucha mierda de encima. Me siento muy orgulloso del hombre que soy ahora, y quizá no lo hubiera llegado a ser de no ser por el accidente. Es jodido pensarlo, pero es así”.
JORDI MEYA