Todo el mundo parece haberse puesto de acuerdo en que Imploding The Mirage es el mejor disco de The Killers en años. Curioso, teniendo en cuenta que se hizo con el 50% de la banda semiretirada… El batería Ronnie Vannucci Jr. nos cuenta cómo, junto a Brandon Flowers, consiguieron llevar la nave a buen puerto.

Al igual que las parejas, cada banda es un mundo. Y sólo quienes forman parte de ella saben de verdad qué ocurre cuando se cierra la puerta del dormitorio… o del estudio. A todos los efectos, The Killers siguen siendo una de las bandas más grandes del planeta. Casi cualquier músico estaría encantado de tener la oportunidad de poder tocar por todo el globo para decenas de miles de personas y disfrutar de todo el tiempo y recursos para crear su música. Pero por motivos que se nos escapan, y que tampoco nadie de ellos está dispuesto a discutir abiertamente, la formación clásica de The Killers se ha ido descomponiendo en los últimos años.

El guitarrista Dave Keuning decidió, tras grabar su último disco Wonderful, Wonderful en 2017, que no quería salir de gira. Y cuando le convocaron para grabar el nuevo tampoco mostró ningún interés en participar. Algo parecido ocurrió con el bajista Mark Stoermer. Pese a que sí participó en la grabación, cubriendo en parte las guitarras de Keuning, se mantuvo siempre en un segundo plano y no estuvo presente en gran parte del proceso. Pese a ello, Brandon Flowers (voz, teclados) y Ronnie Vannucci Jr. (batería) estuvieron decididos a llenar el hueco.

Reclutando a los productores Shawn Everett (Weezer, Haim) y Jonatha Rado (Foxygen) y llamando a invitados como Lindsey Bukingham (Fleetwood Mac), Adam Granduciel (The War On Drugs) o K.D. Lang, consiguieron ordenar todas las piezas del puzle. Es más, su sonido incluso ha ganado en grandilocuencia, si es que era posible.

El pasado 25 de agosto, Ronnie nos atendía desde el manos libres de su coche mientras cruzaba el desierto de Nevada. ¿Hay una imagen más The Killers que ésa?

Las críticas del nuevo álbum están siendo muy buenas, algunos incluso dicen que es el mejor de vuestra carrera. ¿Prestas atención a esas cosas?
RONNIE VANNUCCI JR. “Siempre es bonito que digan cosas positivas de ti. Nunca sabes lo que esperar hoy en día. He aprendido a aceptar lo que venga, pero es genial que se aprecie tu trabajo. Me hace sentir bien”.

Éste es un disco concebido de manera distinta porque Dave está fuera de la banda y Mark estuvo menos involucrado también. Todo ha recaído en Brandon y tú. ¿Cómo afrontasteis el reto?
“Enlazando con lo de antes, las críticas positivas son una especie de confirmación de que superamos ese reto. Pero quiero recalcar que los dos todavía son miembros del grupo.
Pero sí, fue estresante de entrada. Todo estaba abierto cuando supimos que Dave y Mark no iban a venir al estudio o a la casa que alquilamos siete meses en Utah para crear el álbum. No sabíamos cómo íbamos a hacerlo o cómo iba a sonar. Eso influenció la decisión de trabajar con los productores Shawn Everett y Jonathan Rado. Sabíamos que iba a sonar distinto porque faltaba la mitad del grupo, así que decidimos aceptarlo e ir a por ello. Nos llevó un tiempo, pero creo que asumimos que teníamos que asumir riesgos”.

Tanto Brandon como tú habíais editado discos en solitario. ¿No os dio eso un poco de confianza de que juntos podríais hacer un álbum de The Killers?
“Hacer esos discos fue divertido. En resumidas cuentas, los hicimos porque Dave y Mark necesitaban un descanso (risas). Así que ahora nos encontramos básicamente en la misma situación, pero con un disco de The Killers. Supongo que ya no necesitaremos hacer más discos en solitario (risas). Pero hacer mi álbum me dio una nueva perspectiva, y también me hizo apreciar más lo que todo el mundo aporta a The Killers. Cuando escribes un tema, tocas los instrumentos y también cantas, ves lo difícil, y lo buenos que son tus compañeros. Más que confianza, me hizo admirar mucho más el papel que cada uno cumple en la banda”.

Cuando escuché Imploding The Mirage pensé que en un universo paralelo podría haber sido el disco que U2 hubieran grabado después de Rattle & Hum y de haber seguido en su obsesión por América, en lugar de haber girado hacia sonidos más europeos en Achtung Baby.
Oh, me encanta esa comparación. Amo a U2. Pero nunca me lo había planteado así. Quizá tengas razón, no sé”.

¿Cuál fue la primera canción que terminasteis para el nuevo trabajo que os hizo sentir que estabais en el camino correcto?
“Fue ‘My God’. La mayor parte del tema la grabamos en el rancho que convertimos en estudio. Lo hicimos casi como un experimento con Shawn Everett y Jonathan Rado, y fue muy rápido y tan inesperado que nos animó mucho. Sonaba refrescante. Fue cuando vimos claro que debíamos seguir adelante con ellos”.

El otro día vi un vídeo que Brandon y tú grabasteis hace dos años para Apple Music en el que os ponían varias novedades de otros artistas y os pedían vuestra opinión. Y uno de los temas que sonaba era de The War On Drugs y los dos decíais que os encantaría ser miembros de esa banda. ¿Fue invitar a Adam Granduciel una manera de sentir cómo debe ser formar parte de The War On Drugs, ni que fuera en un disco de The Killers?
(Risas) Sí, es divertido. Respeto mucho a Adam y a The War On Drugs. Una de las ventajas de este disco es que podíamos llamar a quien quisiéramos para ver si querían colaborar. Shawn es buen amigo de Adam, y éste vino al estudio un día que nosotros ya nos habíamos ido, y Shawn le puso varios temas. Creo que fue así como se animó a participar”.

‘Blowback’ tiene una línea de guitarra muy Tom Petty, y en tu álbum en solitario había más de un tema que me recordaba a él. ¿Podrías hablar de su influencia en vuestra música?
“‘Blowback’ la empezamos a escribir en el estudio Sound City, en Los Ángeles, del que Dave Grohl hizo un documental hace unos años. Y estar en esa sala donde Tom Petty & The Heartbreakers, y otras bandas de Los Ángeles, han grabado sus discos te hace sentir una especie de resonancia o presencia que te invade. Así que metimos una guitarra de doce cuerdas, hice una pista de batería muy rápidamente y encontramos una canción monstruosa. Es una de mis favoritas del disco. Así que podríamos decir que el fantasma de Tom Petty está en esa canción. Somos grandes fans suyos y de los Heartbreakers. Crecimos escuchándolos. Mike Campbell es uno de mis guitarristas preferidos”.

“Sabíamos que iba a sonar distinto porque faltaba la mitad del grupo, así que decidimos aceptarlo e ir a por ello” RONNIE VANNUCCI JR.

Siempre habéis tenido un sonido muy grande, e incluso más en este disco. Muchas veces se os define como ‘stadium rock’, algo que, al contrario de otras bandas, no parece que os moleste. ¿De dónde sale esa ambición de querer ser una banda de estadios?
“No lo sé. Quizá esa actitud sea porque somos de Las Vegas, una ciudad donde todo se hace a lo grande. Sólo puedo decirte que nos gusta lo que hacemos y no podemos evitar escribir canciones que suenan enormes. La verdad, no lo sé”.

¿Crees que esta ambición es la que os ha hecho sobrevivir a muchas otras bandas que empezaron al mismo tiempo que vosotros?
“No sé, yo creo que esos grupos siguen ahí. Muchos de nuestros amigos y colegas siguen en activo y les admiramos. Yo sigo pensando que The Strokes es una de las mejores bandas de rock’n’roll que existen. Cada miembro del grupo tiene mucho talento. No sé, nosotros trabajamos duro y no queremos perder lo que hemos conseguido. Sobre todo, porque es divertido, es como una adicción. Es quienes somos”.

Poniéndonos en el peor caso de que no se puedan celebrar conciertos durante muchos años, ¿tenéis algún plan B como banda?
“El plan ahora mismo es hacer otro disco. Estoy conduciendo desde Las Vegas al norte de California para trabajar en él. Llevo una semana componiendo y grabando. Estamos intentando promocionar Imploding The Mirage de la mejor manera que podemos, pero ahora seguimos con la mentalidad de componer y grabar. Normalmente, ya habríamos estado en la carretera desde abril, pero en estas circunstancias no hicimos el cambio de chip y seguimos en modo creativo. Ha sido muy natural ponernos a trabajar en otro disco porque no tenemos otra cosa que hacer”.

¿Pero eres optimista de que podáis venir a España el próximo verano?
“No las tengo todas. Todavía es pronto para decirlo. Cada día hay noticias nuevas. Ayer salió que puedes volver a infectarte meses después de haber pillado el virus, así que todo es muy incierto. Creo que todavía no tenemos un medicamento o una vacuna que ponga fin a esto. Tengo esperanza e intento ser optimista porque tengo muchas ganas de salir a tocar, pero no quiero hacerlo hasta que sea seguro para todo el mundo. Hay que respetar el virus. No quiero arriesgar la vida de nadie”.

JORDI MEYA