Más que un super grupo, The Limit podría haber sido un super desastre, por lo que nos cuentan sus dos caras más visibles, Bobby Liebling y Sonny Vincent. Pero sorprendentemente, y pese a tenerlo casi todo en contra, estos dos veteranos han logrado grabar una pequeña gran joya que merece ser escuchada.

Si pensabas que a estas alturas Bobby Liebling, vocalista de Pentagram, estaba fuera de circulación, probablemente no seas el único. El durísimo retrato que pintaba el documental Last Days Here (2012) en el que se le veía viviendo en el sótano de sus padres en un estado físico y mental deplorable por culpa de su adicción a las drogas, planteaba muchas dudas sobre que fuera capaz de reconducir su vida.

Pero lo cierto es que en estos diez años, Liebling no sólo consiguió resucitar Pentagram y capitalizar en parte el prestigio de haber sido uno de los pioneros del doom, si no aún más importante, rehabilitarse completamente. Pero tampoco nos llevemos a engaños,  a sus 67 años, todavía no puede disfrutar de un retiro dorado. Una situación parecida a la de Sonny Vicent, referente del punk neoyorquino de los 70, con su banda Testors y en solitario, a quien un amigo común puso en contacto hace unos años, y les despertó el gusanillo de empezar un proyecto juntos.

En una extraña carambola, en la ecuación también entraron Jimmy Recca (bajista de The Stooges en 1971), y dos miembros de los doomers portugueses Dawnrider, Hugo Conim y João Pedro Ventura, que al final serían claves para que The Limit fuera una realidad y que a principios del año pasado todos se reunieran para grabar su debut, Caveman Logic (Svart Records).

Hace unos días teníamos la oportunidad de charlar con Liebling y Vincent sobre esta aventura digna de Spinal Tap.

¿Desde cuándo os conocéis y quién tuvo la idea de montar una banda juntos?
SONNY VINCENT «La idea fue de un chaval que solía hacer de conductor en mis giras, y conocía a Bobby desde hacía mucho tiempo. Es fan de la música de ambos y… Bobby, cuéntalo tú…».
BOBBY LIEBLING «Sí, conozco a ese tío desde que tenía 17 años, ahora ya tiene 30, y es alguien muy cercano a mí. Es fan de mi antigua banda. En 2015, me dijo si había escuchado a Sonny Vincent, y le dije que no. Y me empezó a poner canciones suyas, y de inmediato me encantó. Me gusta mucho el punk clásico, Ramones, The Saints, Dead Boys, Vibrators… así que conecté muchísimo con lo que hacía Sonny. A partir de ahí, durante los años siguientes, este amigo me fui insistiendo en que tenía que conocerle e intentar hacer algo juntos, porque yo he tenido mis dificultades en la industria y Sonny también. Pero creo que no fue hasta que 2019 que Sonny hablamos por primera vez».

Vaya…
SONNY «De hecho, yo nunca había oído a Pentagram hasta entonces. Pero me parecieron muy originales. Me recordaban a Blue Cheer, y eso me parecía atractivo. El caso es que empezamos a hablar mucho por teléfono, y nos reíamos contándonos batallitas».
BOBBY «Al final, empezamos a plantearnos grabar algo juntos. Originalmente, la idea de Sonny era producir un disco mío con una banda de punk, pero yo no quería eso. Quería que Sonny escribiera los temas y tocar juntos».
SONNY «Lo que pasó es que mi familia había tenido un accidente, y tuve que dejar de girar para cuidarles. Así que al principio, yo quería volver a la música poco a poco; me imaginaba haciendo de productor en el estudio, diciendo ‘toca esto más fuerte’ o ‘toca esto más suave’ (risas)«.
BOBBY «¡Pero yo quería que tocase la guitarra!».
SONNY «Y lo que pasó entonces es que conocí a Hugo a Dawnrider e hice algunos proyectos con él. Se encargó de un disco tributo a Sonny Vincent… Sabía que estaba metido en diferentes bandas, como ahora hacen tantos músicos, y una de ellas es de doom. Así que le mandé unas cuantas nuevas canciones, y le dije ‘hazlas doom, hazlas oscuras’. Y se lo conté a Bobby, y me dijo ‘¡Pero yo no quiero eso! ¡Yo quiero hacer algo más punk!’. Y entonces pensé ‘Dios, ¿y cómo le cuento a Hugo que ha estado perdiendo el tiempo?’. Así que le mandé las versiones originales a Bobby, y él empezó a escribir las letras. También le mandé los temas a Jimmy Recca, que es amigo de los dos, para que se los fuera aprendiendo, y al final todos nos reunimos en Portugal para grabar el disco».

¿Cómo os convenció Hugo para grabar el disco en Portugal?
SONNY «En un principio queríamos hacerlo cerca de donde vive Bobby, y que Hugo lo grabara allí, pero no encontrábamos un estudio disponible, y el tiempo iba pasando… Era frustrante. Hugo estaba super triste, y entonces nos sugirió ir a Portugal, que él se encargaría de tener un estudio y buscarnos un sitio donde alojarnos, y organizarlo todo».
BOBBY «Hugo es muy fan de Pentagram, y de Sonny, y de los Stooges, así que estaba super ilusionado con el proyecto. Quería que se hiciese realidad como fuera. Tenemos que agradecerle todo su esfuerzo».
SONNY «El problema es que necesitábamos conseguir algo de pasta para poder pagarnos los billetes a Portugal. Así que como Hugo tiene contactos con sellos en Europa, le dije que intentara conseguir algo de pasta de adelanto y poder costear el viaje y las dietas, 5000 dólares o algo así. El problema es que los sellos con los que contactó habían visto el documental sobre Bobby, y nadie quería arriesgarse. Pero ha pasado mucho tiempo, Bobby hace mucho tiempo que está limpio, pero seguían con esa imagen tan mala».
BOBBY «En estos diez años he girado con mi banda por muchos países, y ya no tomo nada, pero esos sellos seguían pensando que estaba incapacitado o algo así».
SONNY «El caso es que en ese momento, nosotros ya estábamos super enfrascados en la banda. Teníamos como 20 canciones. Y para nosotros era un honor contar con Jimmy, porque desde The Stooges no ha hecho demasiada cosa porque no encontraba nada que le gustase. Pero el problema, seguían siendo los billetes para llegar a Portugal. Costaban como 3000 dólares por persona, y no teníamos ese dinero. El caso es que cada día iba mirando si bajaban de precio, y de golpe un día vi unos que costaban sólo 350 dólares, ida y vuelta. El problema era que contando las escalas y paradas, el viaje eran como 34 horas. Y tienes que tener en cuenta que nosotros somos unos viejos bastardos cascarrabias. Si hubiéramos tenido 21 años no hubiese pasado nada, pero para nosotros fue un infierno, pero el drama no acabó ahí…».

Buff, cuenta, cuenta…
SONNY «En el avión, Jimmy, Bobby y yo íbamos juntos, y aunque seamos viejos, seguimos comportándonos como unos críos…».
BOBBY «Somos gente del rock’n’roll (risas)«.
SONNY «Le hice una foto con el móvil a Jimmy, y le dibujé unos cuernos y un bigote, y Bobby y yo nos partíamos el culo, pero cuando Jimmy la vio, se mosqueó un montón. Nos dijo ‘la vais a pagar, hijos de puta’ (risas). Y luego en Gatwick, teníamos una escala de 14 horas, se hizo eterno, y Jimmy perdió su cartera. Todo era un desastre. Llegamos a Portugal, y en lugar de un hotel con habitaciones separadas, estábamos los tres en un mismo apartamento».

Más problemas…
SONNY «Era como el libro El Señor De Las Moscas (risas). Imagina a Bobby de Pentagram, Jimmy de The Stooges y Mr. ‘CBGB Max Kansa’s City’ Sonny Vincent viviendo juntos (risas). Como soy perro viejo, cuando llegamos al apartamento, yo me fui corriendo a buscar la mejor habitación, con baño propio y tal. Bobby, se cogió la otra habitación buena, y Jimmy vio que tendría que dormir en el sofá. Y empezó a gritar ‘¡Esto es una mierda, es como en los Stooges, iros a la mierda!’ (risas). Podría escribir un libro entero sobre la estancia en Portugal. Fue una situación muy estresante, muy negativa».
BOBBY «Tenías que estar todo el rato dándote masajes en las sienes para no explotar».
SONNY «La parte positiva es que a nivel musical todo salió bien. Hay grupos que se van a grabar a las Bahamas, y tienen sirvientes, y juegan al tenis entre sesión y sesión, y luego escuchas el disco y suena totalmente plano. Pero nosotros estábamos al límite, y la música salió cojonuda».
BOBBY «Y encima cuando volvimos a casa, a mediados de febrero, al cabo de un mes empezó todo lo del COVID. Así que tuvimos suerte de poder volver».

Ni me imagino qué hubiera pasado si os llegan a confinar juntos en Portugal.
SONNY «Estaríamos muertos».
BOBBY «A mí me encantó Portugal. Comparado con casa, para mí era el paraíso. Era invierno, pero no hacía frío, no había nieve, ¡ni siquiera llovía!».
SONNY «Por desgracia, yo apenas pude disfrutarlo, porque estaba todo el día en el estudio. Otra cosa que ocurrió es que le dije a Hugo que organizara una sesión de fotos mientras estábamos ahí. Pero la hicimos el último día, y tenemos una pinta horrible. Parece que nos hayan pegado una paliza».
BOBBY «Además pensábamos que se iba a grabar un documental, con toda la grabación,  y con dos conciertos que dimos mientras estábamos ahí. Pero en realidad, sólo era un tío con un móvil (risas)«.

Supongo que estáis de vuelta de todo, pero ¿qué expectativas tenéis con el disco? ¿Va a tener The Limit continuidad?
SONNY «Nos hemos ido dejando llevar. No es que nos sentáramos a trazar un plan, y decidir cómo queríamos sonar, y marcarnos objetivos. No trabajamos así. Sólo sabía que si nos reuníamos para grabar algo juntos, podíamos hacer algo mágico. Y una vez hicimos los temas, sí que nos planteamos hacer una gira. Pero ahora mismo, no sabemos lo que ocurrirá. Lo que está claro es que tenemos que hacerlo en condiciones. No más vuelos de 34 horas».
BOBBY «Ya no estamos para dormir en una furgoneta».
SONNY «Jordi, lo siento, pero tenemos que atender otra entrevista de aquí a un minuto».

Ok, una última cosa. Bobby, ya que antes ha salido el tema del documental Last Days, me gustaría saber qué sientes respecto a él. Por un lado quizá ayudó a dar a conocer a Pentagram a nuevo público, pero por otra parte tu imagen no salía muy favorecida.
BOBBY
«Cuando se hizo el documental, yo estaba hecho una mierda. Pero le dije al director que no iba a dejar que me filmara a menos que fuera real al 100%. Así que sabía en lo que me metía. Pero ahora cuando miro atrás, creo que la película daba la impresión de que todo lo malo que había ocurrido en Pentagram era culpa mía. Y eso no es verdad. Daba la impresión de que no aparecía en los conciertos. Mentira. ¡Sólo me he perdido dos conciertos en toda mi puta carrera! Creo que se daba una imagen demasiado negativa».
SONNY «Yo vi el documental a pocos días de irnos a Portugal y pensé ‘¿Qué coño es esto? ¿Voy a necesitar a diez enfermeras para que le cuiden?’. Pero Bobby me contó que de eso hacía mucho tiempo, y eso me tranquilizó. Bobby estuvo perfecto».
BOBBY «Mira, desde que se hizo el documental he actuado en 40 países. Me encantaría que se hiciese otra película que mostrase lo que hecho desde 2010 hasta ahora. Porque el documental dejaba un gran interrogante sobre mí, pero todo eso es el pasado, y desde entonces todo ha ido bien».

JORDI MEYA