A principios de septiembre The Picturebooks nos sorprendían con The Major Minor Collective, un disco grabado mano a mano con algunos de sus amigos. Pero claro, tratándose de una banda acostumbrada a vivir en la carretera, no son unos amigos cualquiera…
Cuando de aquí a unos años los músicos miren atrás, estoy seguro que algunos verán este periodo de pandemia como un punto de inflexión en su carrera. Aunque lógicamente muchos las habrán pasado canutas desde un punto de vista económico, habrá unos cuantos que podrán sentirse orgullosos de haber aprovechado este tiempo para romper dinámicas en las que simplemente estaban por inercia.
Los alemanes The Picturebooks, o lo que es lo mismo Fynn Grabke (voz, guitarra) y Philipp Mirtschink (batería, percusión), se habían caracterizado hasta ahora por ir totalmente por libre. Aunque su rock blues primitivo era una invitación a la hermandad -es difícil estar en uno de sus conciertos y no acabar abrazado al tipo que tienes al lado-, creativamente habían creado un núcleo impenetrable a fuerzas externas, construyendo sus propios instrumentos y grabando en su estudio casero. Pero paradójicamente justo cuando el mundo se cerró, ellos decidieron abrirse.
Para su cuarto trabajo, The Major Minor Collective (Century Media), el dúo decidió invitar a músicos que han conocido a lo largo de los años, desde Neil Fallon de Clutch, a Lzzy Hale de Halestorm, pasando por Hjelvik (ex Kvelertak), Dennis Lyxzén de Refused o Chris Robertson de Black Stone Cherry. Pese a la disparidad de personajes, el álbum guarda una coherencia con la identidad del grupo, pero también muestra nuevos registros.
Con fechas confirmadas para 2022 en nuestro país -el 7 de abril estarán en Barcelona (Razzmatazz 3), el 9 en Madrid (Caracol) y el 10 en Bilbao (Stage Live)- decidimos contactar con ellos para charlar sobre su nuevo proyecto. Curiosamente aunque por la pantalla de Zoom nos aparecían los dos -son inseparables hasta para eso- fue Fynn el único que abrió la boca, mientras su compañero se limitó a asentir y sonreir.
Sois un grupo que gira muchísimo y que además os gusta mucho viajar, ir en moto…. Debe haber sido todo un reto cambiar vuestro estilo de vida desde que llegó la pandemia.
FYNN GRABKE «Desde luego. Estamos acostumbrados a vivir con la maleta a cuestas, y la pandemia nos obligó a deshacer la maleta (risas). Nos costó aceptarlo, pero intentamos verlo por el lado positivo. Todo esto nos ha ayudado a ver que The Picturebooks es mucho más que una banda de directo, somos un estilo de vida. En nuestro universo, hay motos, skate, las bicis, el veganismo… Además, a Philipp y a mí no nos une solo la banda, ante todo somos amigos. Creo que hay bandas que sin poder tocar no son nada, pero para nosotros no poder tocar ha sido una oportunidad. «.
Desde luego eso parece escuchando The Major Minor Collective. ¿Empezasteis este proyecto con la idea de hacer un disco entero o más bien de hacer uno o dos temas para un single?
FYNN «Lo que pasó es que como cualquier otra persona del planeta, nos vimos en la disyuntiva de quedarnos en casa sin hacer nada o aprovechar el tiempo para hacer algo productivo. La suerte es que vivimos juntos, y tenemos aquí nuestro estudio, así que decidimos empezar un nuevo disco. Normalmente damos como unos 200 conciertos al año, y realmente nunca hemos dispuesto de mucho tiempo para grabar, así que era una oportunidad para centrarnos totalmente en componer y grabar. No teníamos un gran concepto, ni nada parecido, sólo queríamos divertirnos, ser artistas y actuar con total libertad. Escribimos un montón de canciones, pero muchas de ellas sentíamos que no eran exactamente temas de The Picturebooks, o que igual nosotros dos solos no podíamos llevarlas a su máxima expresión. Eran demasiado buenas para tirarlas a la basura, y sentíamos que quizá con un poco de ayuda externa, podíamos hacer algo realmente interesante. Teníamos como 19 temas de esas características. Así que decidimos pedir ayuda».
Y por suerte, tenéis una buena agenda de contactos….
FYNN «(Risas) Sí. A lo largo de nuestra carrera hemos hecho muchos amigos músicos como Neil Fallon, y como sabíamos que todos estarían también en casa, decidimos contactar con ellos. Teníamos una lista A, una lista B y una lista C con gente que nos molaría colaborar, y la verdad es que todos los de la lista A dijeron que sí en seguida. Fue genial. Podían escoger la canción y hacer con ella lo que quisieran. Pese a la distancia fue como estar en el estudio con ellos. Lzzy Hale nos dijo que en su cabeza habíamos estado en la misma sala escribiendo la canción, grabándola y haciendo el vídeo. Pero la realidad es que ella estaba en Nashville y nosotros en Alemania. Fue algo mágico».
¿Cuál fue criterio para meter a esa gente en la lista A? Porque viendo la selección está claro que no está hecha con una afán comercial de tener a las grandes estrellas del momento.
FYNN «La lista A estaba formada por personas que, de una manera realista, creíamos que podían aceptar. Somos una banda pequeña, pero no había ningún nombre en esa lista que pensáramos que fuera inalcanzable. En la lista B, por ejemplo, teníamos a Klaus Meine de Scorpions. Si te fijas en el disco no hay ningún artista alemán, pero de haberlo, él hubiera sido el primero (risas). La lista A era la más interesante por su diversidad y quizá la que nos parecía más natural».
«Pase lo que pase en el mundo, la música es imparable» FYNN GRABKE
En el disco anterior ya tuvisteis a Chrissie Hynde de The Pretenders. ¿Fue lo que os abrió el apetito a hacer más colaboraciones?
FYNN «Sí y no. La colaboración con Chrissie fue tan fácil y mágica que teníamos miedo que otros artistas nos parecieran unos capullos. Ya sabes, lo de no conocer a tus ídolos…. Alguna vez nos ha pasado conocer a gente que admirábamos y que no fueran como esperábamos. No quiero dar nombres, pero por ejemplo ver que Morrissey se ha convertido en un gilipollas de extrema derecha es una putada. Era el miedo que teníamos, pero la verdad es que todo el mundo fue encantador y se mostró muy abierto a colaborar. Tener a alguien como Neil Fallon que está siempre super ocupado tomarse el tiempo para grabar con nosotros es una pasada. O Lzzy Hale que es una estrella. Nosotros no estamos a su nivel. Cantidad de gente nos ha descubierto gracias a ‘Rebel’, y ha sido gracias a ella. Nos sentimos muy agradecidos que gracias a la pandemia hayamos tenido esta oportunidad. Demuestra que pase lo que pase en el mundo, la música es imparable. Es como el agua, siempre encuentra la manera de avanzar».
Por lo que explicas no fue lo típico de mandar un tema ya hecho y que cantaran una estrofa, sino que participaron en la composición. ¿No os daba miedo que fuera pedir demasiado?
FYNN «Sí que nos daba algo de miedo, pero algunos temas estaban más terminados que otros. Por ejemplo hay una versión de ‘Corrina Corrina’ cantada solo por mí, y le dije a Neil Fallon que si no tenía tiempo, simplemente siguiera mi melodía. Pero se lo tomó en serio y cambió varias cosas y nos mandó diferentes tomas e ideas, y reescribió la letra. En el caso de Lzzy, nos dijo que estaba pasando por un bloqueo creativo desde hacía semanas y que poder hacer ‘Rebel’ con nosotros le ayudó a componer cinco temas nuevos para Halestorm esa misma noche. Nos dijo que le abríamos abierto la inspiración. A veces los artistas necesitamos ese empujón para ser creativos».
Con Lzzy no estuvisteis físicamente juntos, pero sí con Dennis de Refused.
FYNN «Sí, Denis, Elin Larrson de Blues Pills, y Dave Dinsmore, que toca el bajo con Brant Bjork, fueron los únicos con los que estuvimos juntos. Lo de Denis fue una pasada porque Refused es una de las bandas que nos cambió la vida. Poder estar en el local de ensayo de Refused, comiendo hamburguesas en su restaurante favorito, y verle pegar esos gritos en nuestras caras fue una pasada. Se me pone la piel de gallina solo de recordarlo. Nunca olvidaré ese día. Con Ellin también pasamos un fin de semana con su familia y sus perros mientras ella grababa. Fue lo más hippie que puedas imaginar. Todo eran risas, amor, cocinamos juntos, grabando… Es la única canción en la que también canto yo. Ambas experiencias nos sirvieron para aprender mucho. Hablamos mucho con ellos y aprendimos lo que queremos y lo que no queremos, que es igual de importante. Nos enseñaron que hay que estar abiertos a todo. Este proyecto fue un aprendizaje».
Cuéntame qué hay detrás del último tema, ‘Song 12’.
FYNN «Como te decía teníamos 19 canciones y por alguna razón nadie escogió la número 12. Es una buena canción y pensamos que merecía ser publicada. Así que decidimos compartirla con todo el mundo y que cualquiera pudiera grabar lo que quisiera, voces, teclados, guitarras y hacer una lista en Spotify con las diferentes versiones. La gente es muy creativa».
¿Tenéis pensado hacer un Vol. 2 de The Major Minor Collective en el futuro?
FYNN «Sí, esa es la idea. The Major Minor Collective será algo que volveremos a hacer porque nos permite hacer algo sin ningún tipo de reglas. De hecho, ya tenemos algunas ideas en marcha. Recuerda que tenemos la lista B (risas)«.
¿Esa sensación de libertad crees que se notará en el próximo disco, digamos normal, de The Picturebooks?
FYNN «Bueno, los temas de este disco son los temas que nos salieron cuando empezamos a trabajar en nuestro próximo disco, así que estaba claro que nos salían cosas nuevas. Este disco es una especie de Caballo de Troya y nos ha abierto muchas puertas, así que el próximo disco será muy interesante. No quiero avanzar nada, pero es una locura. Seguimos aprovechando tanto como podamos todo este tiempo que no estamos de gira todavía».
Y cuando por fin podáis girar ¿vas a cantar estos temas en directo?
FYNN «Nos hace mucha ilusión poder tener a alguno de los invitados en algún concierto, o si coincidimos en algún festival, pero si estamos solos haremos nuestras propias versiones de estos temas. Es como ‘China Girl’ que la cantaba Bowie o Iggy Pop… Le daremos nuestro propio toque».
Sereis como una banda tributo a The Picturebooks.
FYNN «(Risas) Exacto».
JORDI MEYA