Ha llovido tanto desde su último álbum, que muchos habíamos llegado a dudar del futuro de The Wizards. Un motivo más para disfrutar de The Exit Garden, el regreso de una de las mejores bandas que nos ha dado nuestra escena en los últimos años.

Desde que en 2017 se alzaran con el título de mejor disco nacional en esta misma revista gracias a Full Moon In Scorpio, los bilbaínos son toda una referencia para quien disfrute del hard rock, el doom de referencia ocultista o el buen heavy metal. De este último se dio un homenaje el quinteto tan solo un año después, cuando, aprovechando la inercia ganadora, ponía a Rise Of The Serpent de nuevo en las listas. Sin embargo, las complicaciones internas y externas se aliaron para detener la maquinaria cuando esta daba forma a su cuarto trabajo.

El momento de sacarlo a la luz ha llegado en 2024, cuando el cargador del combo está a tope de nuevo. Es con mi tocayo Jorge (guitarra) con quien rebobinamos y ponemos en contexto otro gran álbum como The Exit Garden.

Después de haber sacado vuestros dos últimos discos en poco más de un año, hemos tenido que esperar 6 para escuchar The Exit Garden. ¿A qué se debe? ¿Qué ha pasado en todo este tiempo, al margen de la pandemia?
JORGE SULFATOR
«La pandemia nos afectó bastante, porque a comienzos de 2020 ya teníamos bastante perfilados algunos temas de este disco, y la idea era editarlo ese mismo año. Habíamos reservado el estudio para grabar en verano, y después nos íbamos de gira por Europa, pero lógicamente todos esos proyectos se vieron anulados. Además, las restricciones a la movilidad nos impidieron poder ensayar todos juntos, ya que en esos momentos yo estaba viviendo en Cantabria, a quince minutos de nuestro local de ensayo en Barakaldo, pero al estar en otra comunidad no podía salir».

Qué putada…
«Cuando por fin pudimos retomar la actividad y seguir trabajando en las canciones, ya en 2021, nació mi hijo y tuvimos que dejar la composición en stand-by. Nuestro amigo Ander, el sexto Wizard, me sustituyó para que la banda siguiera engrasada y se pudieran hacer unos bolos en 2022. A finales de ese año retomamos el trabajo y la apuesta de High Roller por sacar un nuevo álbum nos dio el empujón necesario para poder terminar de escribirlo y grabarlo el año pasado. No ha sido fácil, hay mucho trabajo y dedicación en momentos difíciles detrás de estas canciones, pero cuando ves que el disco ya está en la calle y está gustando la satisfacción es enorme».

Bueno, a veces las largas esperas acaban siendo positivas. Como que coges un disco con más ganas, sobre todo ahora que hay cientos de novedades cada semana.
«Sí, además un poco de expectación siempre viene bien. Como amantes de la música creo que todos hemos experimentado alguna vez esos meses o años de espera hasta que sale el disco de la banda que te gusta, y por eso lo disfrutas más. Ahora que todo es tan inmediato no está mal volver a aprender a tener paciencia y esperar. Es lo que nos ha pasado a nosotros, que lo queríamos sacar en 2020 y hemos tenido que esperar unos cuantos años más. Todo esto sirve también para valorar en mayor medida lo que supone poder grabar un nuevo disco y seguir adelante con la banda».

¿A qué jardín hace referencia el título?
«El título hace referencia a un lugar donde habitan las almas, los mitos y los sueños. Hasta ahora nunca habíamos utilizado una canción para titular el disco, pero en este caso vimos que era un concepto que de alguna manera daba una consistencia común a las canciones, a pesar de que no se trata de una obra conceptual. Creo que es el álbum que mejor presenta un mensaje que se puede rastrear a lo largo del mismo, al tratar de temas como la muerte, la vida y los sueños».

La portada me parece preciosa. ¿Qué nos puedes contar de ella?
«Ha sido realizada por Markel de Smoke Signals Studio, y estamos muy satisfechos e impresionados con el resultado. A diferencia de otras ocasiones donde habíamos definido una idea bastante exacta de lo que queríamos, en este caso solamente le dimos a Markel algunas pautas y referencias, y le dejamos trabajar libremente. Además, nos entregó la portada el mismo día que empezamos a grabar el disco, y es alucinante cómo pudo plasmar el ambiente de las canciones sin ni siquiera haberlas escuchado. Se pueden apreciar cosas relacionadas con las canciones, como la armadura hueca de caballero en el caso de ‘Crawling Knights’, o el amanecer debajo del título del disco que podría hacer referencia a ‘Dawn Of Another Life’, pero hay muchos más detalles para que cada uno los descubra y entienda a su manera. Hace poco he leído en una reseña que es un disco «donde destaca la aurora, un disco para alcanzar la luz». Creo que es muy acertado, aunque parezca una portada oscura el mensaje final es esa luz del amanecer».

Tengo que admitir que me ha sorprendido el rollo del álbum. Pensaba encontrar una continuación de Rise Of The Serpent y, sin embargo, tiene mucho más que ver con Full Moon In Scorpio.
«Aunque parezca lo contrario, no era esa nuestra intención, ya que siempre hacemos lo que nos sale en el momento, sin establecer una idea previa del sonido general de un nuevo trabajo. De hecho, solemos comentar que vemos más este nuevo disco como una mezcla de los tres anteriores. Hay que tener en cuenta también que algunas canciones se comenzaron en 2020 y se terminaron en 2023, por lo que se fueron desarrollando lentamente, hasta que las piezas fueron encajando. En ese sentido la forma de componer ha sido muy distinta que en Rise Of The Serpent, que se hizo muy rápido y en un momento de mucha actividad de la banda tanto en directo como en el local de ensayo. Tal vez esta sea una razón por la que no nos ha salido esa continuación del Rise que comentas».

Lo de titular una canción ‘Full Moon In Scorpio’ precisamente, ¿tiene algo que ver con esto? Creo que nunca había visto algo así.
«La verdad es que no tiene nada que ver. Poco después de grabar Full Moon In Scorpio se me ocurrió una letra para una canción con ese título, pero no llegué a terminar la música. Cuando empezamos a trabajar las letras para este disco recordé que tenía esa por ahí, y encajaba muy bien con unos riffs que ya estaban escritos, por lo que decidimos que era una buena idea utilizarla. La canción habla de cómo hicimos aquel disco, ya que fue un momento muy especial para la banda, y nos pareció que era una manera bonita de recordar aquella etapa».

«Aunque mantenemos la esencia de nuestro sonido las canciones son más emotivas y profundas» JORGE SULFATOR

Hablando de las diferencias, y aunque suena a Wizards 100%, veo un álbum más maduro e introspectivo. ¿Estás de acuerdo? ¿Cuáles son los mayores cambios para vosotros?
«Estoy de acuerdo. Al final llevamos ya más de una década con la banda, y aunque seamos siendo igual de gamberros que siempre hemos crecido y madurado de alguna manera juntos. Es por lo tanto normal que esto se refleje en la música. Si comparas este disco con el primero es muy evidente que la música y las letras ahora son mucho más introspectivas, creo que es el disco en el que más hablamos de sentimientos y de experiencias reales, más que de cosas esotéricas. En mi opinión hemos madurado sobre todo en ese sentido, ya que aunque mantenemos la esencia de nuestro sonido las canciones son más emotivas y profundas. Eso sí, que nadie espere que vayamos a bajar la intensidad en directo, de hecho vamos a ir a más». 

En este sentido tengo que pararme en ‘Questions’. Con las primeras escuchas me pasó algo desapercibida y de repente, se convirtió en mi favorita. Creo que es una de vuestras canciones más profundas.
«‘Questions’ es un tema escrito por Fel (Felipe Sobrado, guitarra – ndr.), y es de los primeros que empezamos a desarrollar hace cuatro años. Está gustando mucho y me alegro porque es una muy buena canción, que además demuestra esa madurez que comentabas en la pregunta anterior. Le dimos vueltas a la introducción y al final creo que acertamos dejando solo la voz con las guitarras, ya que nunca habíamos hecho algo así. Siempre le suelo decir a Fel que es capaz de escribir muy buenos temas, aunque no se lo quiera creer; muchos de los mejores de Wizards son suyos, y por lo que comentas y las impresiones de muchos amigos, creo que está quedando claro que ‘Questions’ está ya en ese selecto grupo».

Esa sensación la puedo transportar también al disco en su conjunto. Puede que cueste más entrar de primeras pero quizás acabe teniendo más recorrido.
«También estoy muy de acuerdo en esto, tengo la impresión desde que lo estábamos terminando de que es nuestro trabajo más elaborado y que requiere de una mayor atención por parte del oyente. A veces algunos discos no te entran en las primeras escuchas, pero luego se terminan convirtiendo en tus favoritos, y creo que esos suelen ser los mejores. Poder descubrir arreglos en los que no te habías fijado, una referencia en las letras… Nos gusta mucho cuidar los detalles, y estoy convencido de que es un álbum que gustará más con el paso del tiempo. Lo que está claro es que está pensado para que te sientes con la carpeta y las letras, y lo vayas escuchando con atención, uno de los rituales que son absolutamente necesarios para disfrutar de un buen disco».

Además del proceso de composición, el de grabación también fue diferente, ¿verdad? Cuéntame cómo ha sido.
«Todo el proceso ha sido distinto; por razones logísticas y de calendario nos resultó imposible volver a contar con Dean para la producción, por lo que nos lanzamos a producirlo nosotros mismos. Fel y yo ya llevábamos tiempo valorando esta opción, ya que lo que aprendimos en los dos discos con Dean nos daba cierta seguridad como para intentarlo nosotros. En cuanto a la grabación, decidimos hacerla en un estudio más pequeño y con alguien de confianza. Mario Gutiérrez lleva trabajando ya unos años con Slippery Studio, y las sesiones fueron muy relajadas y distendidas, porque nos conocemos ya desde hace muchos años. Lo mezcló Mario junto a su socio Alberto Macías y el máster se lo encargamos a Víctor García de Ultramarinos. La verdad es que estamos muy contentos con el resultado final. Todas las personas involucradas han hecho un trabajo excelente, y también estamos muy satisfechos por haber llevado nosotros las riendas de la producción y que haya quedado tan bien».

Escuché en una entrevista que todo empezó en la cocina de Felipe frente a un plato de lentejas, y aquí seguís, los cinco de siempre. ¿Es este vuestro mayor secreto?
«Sí, seguir siendo los mismos es algo que nos da una fuerza y determinación tremendas. Este proyecto empezó como algo sin ninguna pretensión, simplemente juntarnos los viernes por la tarde en el local y atronar mientras fumábamos y bebíamos como animales. Seguir siendo los mismos once años después es algo que valoramos mucho, ya que todos veníamos de otras bandas y sabíamos bien lo complicado que es gestionar un grupo de gente haciendo rock, porque lo normal es que las formaciones bailen bastante. Como decían Eskorbuto, «somos los mismos que cuando empezamos», lo que en este mundillo es sin duda una hazaña».

Supongo que también habrá habido algún momento malo por el camino.
«Claro, al final son muchos años los que llevamos ya, y hemos tenido momentos difíciles y problemas personales que a veces han afectado a la dinámica de la banda. Un ejemplo sería la cancelación de dos giras por Europa en dos años, que fue un golpe bastante duro, pero como en la vida no queda otra que tirar. Siempre nos hemos apoyado y hemos sabido seguir adelante. Como decía hace poco Fel, somos una familia disfuncional que funciona, y aunque discutimos y nos enfadamos también sabemos ayudarnos. Es otra de las cosas que favorece ser los mismos desde el principio».

Aquél primer objetivo, encontrar un sonido propio que bebiera tanto de Black Sabbath como de Black Flag, está más que cumplido. ¿Qué otras metas tienen The Wizards a día de hoy?
«Ahora mismo la meta es salir de nuevo a los escenarios como una apisonadora a presentar el disco. El nuevo set que estamos preparando es sin duda lo más bestia que hemos hecho nunca en directo, y volver a sentir la sensación de salir juntos a la carretera es un subidón, porque nos lo pasamos muy bien. Después de tantos años con el grupo casi parado, volver a experimentar el chute de adrenalina que supone subir a un escenario es indescriptible. Por mi parte yo ya estoy pensando en nuevos temas, porque no puedo evitarlo, es terminar un disco y ya pienso en el siguiente, pero seguro que si se lo comento a estos ahora me matan».

¿Tenéis planeado salir fuera de nuevo? ¿Cómo compagináis esas giras con vuestra vida laboral y familiar? Debe ser cada día más complicado.
«De momento tenemos las seis fechas que hemos anunciado, pero nos encantaría poder salir fuera a presentar el nuevo álbum. Tenemos una espinita clavada porque a la gira de Alemania de 2019 Felipe no pudo venir, y por eso todavía no hemos podido girar por allí los cinco, pero tengo el presentimiento de que esta vez sí que va a salir. Por otro lado, sí que cada vez es más complicado organizar la actividad de la banda, y hemos reducido bastante la frecuencia de ensayos, pero aunque nos veamos menos seguimos manteniendo la química a la hora de hacer música juntos, que es lo fundamental».

JORGE AZCONA