Como si fuera una serie por entregas, To The Helpless han ido compartiendo el contenido de su nuevo disco, A Futile Guide To Modern Living, canción a canción, mes a mes. Hablamos con Lucas Rodríguez, el guitarrista e ideólogo detrás de este original proyecto.

El pasado 18 de febrero estrenábamos, ‘Afraid Of Yourself?’, el primer single del nuevo disco de los madrileños To The Helpless y hoy, justo diez meses después, la banda acaba de lanzar el último, ‘All The Wisdom Dismissed’, con el que completan el círculo. El álbum estará disponible en formato digital el 5 de diciembre, y el pre-order vinilo ya está disponible en este enlace.

A Futile Guide To Modern Living es una reflexión sobre la relación del ser humano en el entorno actual inspirado en citas del autor irlandés Oscar Wilde a ritmo de punk rock en todas sus variables. El álbum da continuidad al EP The Fringes Of Normality que publicaron hace un año y que el colectivo, que incluye miembros de formaciones como  Odeón, Red Apple y Riot City Sinners, grabó en pleno confinamiento.

Ahora solo queda esperar que los implicados puedan cuadrar agendas y puedan llevar esta nueva colección de canciones también a los escenarios.

Resulta curioso que tengáis una visión conceptual del disco, como un conjunto, y sin embargo lo hayáis ido presentando canción a canción. ¿Qué os llevo a ello?
LUCAS RODRÍGUEZ «Por un lado el concepto del disco es la modernidad. Podría traducirse como Una Guía Inútil Para La Vida Moderna. El hecho de sacarlo canción a canción respondía a ese concepto, porque es como se presentan hoy en día los discos, aunque la nuestra ha sido de una manera exagerada. También tenía sentido porque este año no se podía tocar, al menos de la manera que a nosotros nos gustaría, así que era una manera de mantenernos más candentes. Pero por otro lado, acojona bastante porque a la hora de componer, ninguna canción puede ser para hacer bulto, tienes que ir con más cuidado con cada una. Además, tienen que funcionar por separado, pero tienen que funcionar como disco. Tendrán que decirlo los demás, pero a mí sí me parece que funciona».

¿Cómo ha sido el proceso? ¿Habéis ido escribiendo y grabando tema a tema, de dos en dos…?
«El disco lo compuse en orden y la idea era grabarlo en orden también. Se grabó en orden cronológico. Empezamos tema y tema, pero luego metimos un acelerón. Grabamos bajo y batería de todos, y luego guitarras y voces, y algunos arreglos de cuerda».

¿Hasta qué punto To The Helpless es un grupo o es un proyecto tuyo?
«Es un proyecto personal mío, pero todos los músicos son siempre los mismos. Tenemos una relación de hace muchos años atrás. El batería y yo tocábamos en un grupo a principio de los 2000 hasta 2008, que se llamaba The Chekers. Escri tocaba en Kick Out con Colme, que era un grupo con el que nosotros tocábamos mucho. Dani y Mati, que son los cantantes, tocaban en Riot City Sinners, ellos dos y Colme tocaban en los Skelters. Así que cuando monté esto quise hacerlo con gente con la que ya tenía relación, con la que había tocado. De la composición me ocupo yo, de coordinarlo todo me ocupo yo, pero luego lo produce todo Escri con Diego Serrano en su estudio de La Chulona. Si escuchas mis demos con lo que el resultado final, la diferencia es abismal (risas). Yo pongo las ideas, pero los que hacen que parezca música son ellos (risas). Es una relación de dependencia de mí hacia ellos total».

¿Tu idea es mantenerlo así o de cara al siguiente disco igual te planteas que participen todos del principio?
«Es que no van a querer (risas). Somos un grupo que no ensaya, vamos directo de la demo al estudio. Como mucho ensayo yo un par de veces con Javi, el batería, que es con quien mejor me entiendo musicalmente y es un músico acojonante. A veces vienen Escri y Diego, pero ni siquiera tocan, solo escuchan. Se encargan que las estructuras tengan sentido, se corrigen algunas notas, y de ahí directos a grabar. Me encantaría que fuésemos un grupo al que le dedicásemos más tiempo sobre todo para elaborar más las canciones y porque me lo paso muy bien tocando con ellos. Pero somos seis, uno está en Málaga, otro entre Madrid y Valencia, cada uno tiene sus proyectos musicales, su proyecto de vida, y no da para más. Pero estoy contento con como sale todo».

Bueno, al menos un concierto para presentar el disco tendréis que hacer.
«Eso seguro. Me gustaría que en diciembre lo presentaremos en el Wurlitzer. Y la idea en 2022 sería hacer una mini gira por el Sur, otra por Levante, otra por Catalunya, y otra por el Norte. Es que sólo hemos dado tres conciertos en nuestra historia. Me sabe a poco. Somos más prolíficos grabando que tocando (risas)«.

¿Cómo se te ocurrió tratar el tema de la modernidad y cómo llegas al libro de Oscar Wilde?
«Lo primero que me vino es el título del disco, pero sin la palabra ‘futile’. Me gustaba A Guide To Modern Living porque creía que podía dar mucho juego para escribir. Y estaba hablando con Escri, y le moló. Total, que me puse a investigar un poco, y en una de estas metí el título y me salió que era un libro recopilatorio de Oscar Wilde. Me lo pillo, y todos son frases de sus escritos, artículos… A mí ya era un tío que me llamaba la atención, el personaje, como escribe, lo polémico que era, lo inteligente que era para atacar problemas comunes, y me di cuenta que era una mina de oro. En el libro fui poniendo postits, para señalar lo que más me llamaba la atención. Entonces me fui de vacaciones de Navidad, y me puse de meta hacer diez temas en esos 15 días. Me fui imaginando cómo sería el disco en orden cronológico. Envié las demos al resto en enero, y ese mismo mes empezamos a grabar. Pero volviendo a Oscar Wilde también te ayuda en la narrativa. A nivel de marketing te ayuda a explicar la historia del disco. Cada una de las canciones está inspirada en una frase, y en la edición física del disco estará encima de cada canción».

Es curioso cuando lees ha estos autores porque te das cuenta que en el fondo vivimos la misma mierda.
«Precisamente por eso al final incluí la palabra ‘futile’ en el título. Viendo lo que escribía Oscar Wilde, de repente piensas, ‘si estos genios, no han cambiado nada, y ha caído todo en saco roto, esto no puede ser más que otra guía inútil’. Cuando ves que frases escritas hace más de 100 años siguen siendo válidas hoy, piensas, ‘joder’. Pero bueno, tiene que ver con la naturaleza humana».

¿Pero el disco tiene un punto pedagógico? ¿Te gustaría que la gente aprendiese algo?
«Molaría que la gente reflexionase e hiciese un ejercicio de introspección. Le tira mierda a todo, empezando por nosotros mismos. El disco se divide en tres bloques la relación con nosotros mismos, con nuestros allegados y finalmente con los movimientos culturales que dan forma a la sociedad. La intención en las letras es que la gente reflexione, luego si lo hacen o no…».

JORDI MEYA