Aunque no se den cuenta, Tort se hacen mayores. Prueba de ello es el test al que los sometimos, en el que, ni que sea un poco, huyeron de nuestro gamberrismo periodístico, por no hablar de los diez años que llevan como banda. Lo que no cambia es su propuesta, tan dura y plomiza como un invierno escocés. Tan dura y plomiza como su nueva obra Void Addiction.
Quizá a algunas y algunos les sorprenderá el tono jocoso y excesivamente cercano que rige parte de esta entrevista, pero la verdad, creo que me lo he ganado con creces. Son muchos años ya apoyando a esta formación, tocando con ellos en Barcelona e incluso ayudándoles con algunas de las letras que completaron su primer álbum homónimo de 2012. Hay suficiente confianza, vamos, pero como cualquier aficionado al doom sludge de este país sabrá, tampoco es que una vez más aparezcan en RockZone por puro enchufismo. Claro que no.
Durante la década que llevan sobre las tablas (ejem), los catalanes han demostrado facturar un doom robusto como una lápida de mármol y escribir epitafios tan certeros como los cinco que conforman su tercer disco Void Addiction, que bien podrían mandarte a la tumba en cuanto se para el reproductor. Tort son perfectos conocedores de los ritmos lentos y los guitarrones que te parten la espalda, y por mucho que se hayan ido ‘contaminando’ de death metal en los últimos tiempos, su maestría está fuera de toda duda.
Para sacarles un poco de quicio y conocer mucho más sobre su noble metal, Sergio Sancho y Xavier Álvarez, guitarra y cantante respectivamente de un grupo que se completa con Laurent Py al bajo, Jordi Boluda a las otras seis cuerdas y el batería Michel Serrano, nos contestan estas preguntas.
Respuestas simples, frases cortas, ninguna maldita pretensión. Ellos son así.
Me comentan desde Discos Macarras que, una vez más, habéis pasado de haceros fotos promocionales… ¿Qué pasa con vosotros? ¿Tan vagos sois, o se trata más de una cuestión de punkismo?
SERGIO SANCHO “(Risas) Es que no queremos que la gente nos reconozca por la calle… (Risas) Queremos mantener esa aura misteriosa. Naaaaa… En serio te diré que no hacemos fotos porque muy pocas veces podemos estar los cinco juntos para ensayar, y menos para hacer fotos con poses de duros y tal. ¿Tan importante es que nos veáis las caras?”.
(Risas) Menuda portada de Narcís Boter… Guarra, guarra… Mola mazo. ¿Le disteis alguna indicación o sólo os aprovechasteis de algún viaje suyo así, puesto de LSD, con todo el subidón?
SANCHO “Sí, la portada que nos ha hecho es molona. Las indicaciones que le dimos fueron lo de siempre… ‘Satán-tetas-drogas’. No mucho más, pero como le gusta la banda, pues un poco ha adaptado su estilo a lo que escuchaba del nuevo disco. Creo recordar que nos pidió una copia para ir escuchando mientras dibujaba y centrarse en el buen camino de la rectitud moral y religiosa”.
¿Y esta vez seguiréis con vuestro world tour por Barcelona y alguna ciudad más catalana, o por fin se os podrá ver por otros lares?
SANCHO “(Risas) Más que de lares somos de bares… (Risas) Como diría Varg Vikernes, hacer giras es de posers. La verdad es que nos gustaría ir a tocar por ahí al menos a Euskadi o Madrid o Zaragoza, pero bueno… es que tampoco nos hemos puesto a ello. Quizás para este tercer disco vayamos a tocar por ahí, quién sabe”.
La cosa sigue consistiendo en chapa, chapa y más chapa, ¿verdad? Pocos temas, y más largos que un día sin pan. Tort no están aquí para variaciones estúpidas.
SANCHO “Está claro que no hacemos prog ni estamos para sentimentalismos baratos. Somos redundantes y machacones, y no hay más”.
“Está claro que no hacemos prog ni estamos para sentimentalismos baratos” SERGIO SANCHO
Hay reiteración doom, por supuesto, pero desde que está Xavier con su grueso cuello hay también más death y paseos paquidérmicos como el de ‘Predominance’ o ‘Pike, Darts & Chopper’… ¿Lo notáis también?
SANCHO “Lo notamos, lo notamos… Hay que decir que la mitad de la banda viene del death metal, y la otra mitad ni se sabe”.
Por cierto, ¿de qué va ésta última? Aunque me lo imagino, curioso nombre para una canción vuestra…
XAVIER ÁLVAREZ “Es una descripción de la forma y técnica de lucha de los Almogàvers contra la caballería de la época que los hacía letales y prácticamente invencibles”.
Ah, pues yo no iba por ahí… Los dos últimos temas creo que son los que más brillan. Es cuando dais rienda suelta al cuelgue que más pinocho ponéis a la peña… Y tener a Michel es un seguro de vida, siempre me ha flipado como batería. ¿Creéis también que son vuestra especialidad?
SANCHO “¿Nuestra especialidad los cuelgues? No creo, aunque nos mola hacer ruido bastante… cuantos más acoples y volumen, mejor. Aunque claro, los cuelgues en el estudio son lo que son, cuelgues editados; mejor en directo, que siempre acabamos los temas como nos da la gana. El tema puede durar dos o tres minutos más tranquilamente. Todo depende de lo que haga Michel con la batería. ¡¡Hay que dar la zurra!!”.
Venga, con toda sinceridad… A estas alturas, ¿qué os resulta más placentero, tocar un cuelgue doom con Michel destruyendo los parches, o una buena manola?
SANCHO “Las Manolas ya no son lo que eran desde aquel ‘All My Loving’”.
Y dime, ¿cómo de importantes son los canutos en Tort?
SANCHO “Pues bien poco o casi nada. Solamente un 10% de la banda fuma, al otro 90% como que no le hace falta… ¡¡Oye, que yo he venido a hablar de mi libro!!”.
¿Pero se puede hacer buen doom sludge sin ir fumado?
SANCHO “Permítame que insista… ¡¡Yo he venido a hablar de mi libro!! Al fumar todo se ralentiza y te oprime, aunque claro que se puede hacer buen doom sin fumar”.
Este año cumplís diez como banda… ¿Alguna celebración especial?
SANCHO “La verdad es que se nos han pasado diez años como si nada, ni hemos aprendido ni hemos madurado, ni nada de nada. Seguimos igual de cafres que al principio, pese a todos los cambios en la formación”.
Siempre que escucho un disco vuestro u os veo en directo pienso ‘ay, si esta peña quisiera…’. Supongo que os la pela, ¿no? La banda es así y nada la cambiará.
SANCHO “No sé a qué refieres con lo de ‘si-esta-peña-quisiera’. Para nosotros salir por ahí a tocar nos es muy complicado, por eso normalmente no lo hacemos. Y si a esto le añadimos que tocar en nuestra ciudad natal se está haciendo prácticamente imposible, tanto por programación a tope de las salas como por su precio. Nos gusta tocar y pedir poca pasta por la entrada, pero cada vez es más difícil en Can Fanga. Para tocar en Barcelona tienes que pedir con antelación de medio año e incluso así pasan de ti como de la mierda, parece que tengas que consultar al oráculo para que te contesten un puto email o whatsapp. Si quieres reservar la sala con mucha antelación no quieren hacerte la reserva, no vaya a ser que los llamen los Rolling Stones para tocar en su puto garito, y si los llamas más tarde tienes una programación del copón y medio, reservas para cinco o seis meses donde no cabe ni un alfiler. De modo que solamente te darán la oportunidad si se les cae algo del cartel, si eres coleguita del de la sala de turno o si ese mismo día tocan Metallica, entonces tienes salas para tocar”.
PAU NAVARRA