Hace apenas diez días Tribulation publicaban su quinto álbum de estudio. En Where The Gloom Becomes Sound, los suecos recuperan sus raíces metal, sin renunciar al espíritu gótico que les acompaña.

Poco a poco, con paso lento, pero seguro, Tribulation se ha ido creando una carrera bastante ejemplar. Con una estética blackie, pero con un sonido que cada vez ha ido asimilando influencias del gothic rock, y premiando la atmósfera por encima de la brutalidad, Johannes Andersson (voz, bajo), Jonathan Hultén (guitarra), Adam Zaars (guitarra) y Oscar Leander (batería) han conseguido ese estatus de banda mediana en cuanto a popularidad, pero muy respetada.

Pero en el tiempo transcurrido desde que entrevistamos a Zaars a la publicación su nuevo disco, Where The Gloom Becomes Sound (Century Media),Tribulation han sufrido un cambio importante en su formación. El pasado 4 de diciembre, Jonathan Hultén, anunciaba su salida del grupo. «Tengo que seguir a mi corazón antes que mi mente, incluso si eso significa dejar de hacer muchas cosas que amo y a las personas que amo», decía en un comunicado. «La vida es muy corta para no seguir tu corazón, sin importar a dónde se dirige. No sé qué me depara para el futuro, lo único que sé es que trataré de vivir de una manera que me haga feliz”.

Es posible que cuando hablamos con Zaars, éste ya supiera la decisión de su compañero, pero por los motivos que fuese en ningún momento dejó entrever esa posibilidad. Ni tampoco el grupo dio más explicaciones una vez saltaba la noticia. Pero pese a que no pudimos abordad ese tema, hemos creído que la entrevista sigue teniendo suficiente interés como para ser publicada.

Creasteis el disco durante la pandemia. ¿Crees que tuvo alguna influencia?
ADAM ZAARS «Sí y no. No afectó a la composición. La mayoría de las canciones ya estaban escritas cuando entramos en el estudio, aunque ahí acabamos algunas. Pero por supuesto, mientras estábamos grabando, la pandemia era el tema de conversación principal, aunque intentamos que no fuera así. Tuvimos muchas charlas interesantes sobre eso y muchas otras cosas durante las pausas para comer o lo que fuera: la estrategia sueca, la situación en el mundo, el efecto en nuestras vidas… Era inevitable que nos afectase».

¿Os teníais que hacer un test cada vez que entrabais en el estudio?
«No. En Suecia todo ha sido distinto al resto de Europa, o el resto del mundo. No quiero hablar de política, pero fue un tema de debate. Personalmente creo que las cosas no se hicieron bien en nuestro país. No cerrar las escuelas estuvo bien, pero en otros aspectos nuestro gobierno no siguió para nada lo que era el consenso científico. Casi era negacionista. Cuesta pensar que creyeran que eran los únicos que tenían la razón, cuando el resto del mundo estaba tomando otras decisiones».

Jonathan ha sido de nuevo el compositor principal. ¿Os envía maquetas de las canciones? ¿Cómo hacéis la selección?
«En los dos anteriores y también para este disco, Jonathan ha hecho las maquetas por su cuenta. Es muy buen grabando. Yo en cambio soy muy malo (risas). Luego las escuchamos, y proponemos nuestras ideas. Él escribió siete canciones, y yo las otras tres. Jonathan tenía muchas más, pero hubiera quedado un disco demasiado largo, y por suerte las mías encajaban bien».

Lo preguntaba porque cuando alguien graba una maqueta, suele encariñarse de cómo ha quedado, y eso puede llevar a discusiones cuando se quieren hacer cambios.
«Eso es inevitable (risas). Los productores siempre te advierten de ese peligro. Desde luego ha sido motivo de discusión, pero nadie del grupo es irracional a la hora de hablar sobre esas cosas. Por ahora creo que lo hemos llevado bastante bien».

¿Cuáles son las canciones que escribiste tú?
«‘In Remembrance’, ‘Funeral Pyre’ y ‘Daughter Of The Djinn'».

En Down Below os acercasteis más al rock gótico, y aquí habéis seguido esa línea, pero también hay quizá una vuelta al metal. 
«Sí, desde luego en este disco hay un poco de las dos cosas. ‘Hour Of The Wolf’ es incluso más rock, pero ‘Dirge Of A Dying Soul’ tiene un sonido más Dissection, y ‘Inmana’ es más black metal. Y mis canciones, ‘Funeral Pyre’ y ‘Daughter Of The Djinn’ están más inspiradas en el heavy metal. Supongo que se nota de la influencia de todo el metal que hemos escuchado a lo largo de nuestras vidas».

Doy por sentado que os seguís considerando una banda de metal, pero también se nota que queréis que se os defina sólo como eso.
«Sí, somos una banda de metal. Y en mi opinión es importante reconocerlo. Pero también hay que pensar que en Tribulation caben muchas cosas… Al menos hay que intentarlo, y si no funcionan, pues no pasa nada. Hay que tener una mentalidad abierta, a la vez que mantienes esa tradición. Para mí la clave es la mezcla de progreso y tradición».

Yo creo que cualquiera que os vea en directo, o vuestra estética, no tendrá dudas de que sois una banda de metal. 
«Por supuesto (risas). Pero a veces a la gente se le olvida. Creo que quizá en el pasado hemos intentado huir de eso, pero somos una banda de metal y me siento totalmente cómodo en esa etiqueta».

La última vez que os vimos aquí fue como teloneros de Ghost. ¿Qué recuerdo tienes de esa gira? Porque obviamente mucho de su público no es estrictamente metal. ¿Crees que ganasteis fans o simplemente estabais entreteniendo a los suyos hasta que empezaban su concierto?
«Estoy convencido de que ganamos fans. En 2015 tocamos dos semanas con ellos en Estados Unidos, y nos sorprendió lo bien que sus fans nos recibieron, porque no somos tan mainstream. Y en esta gira europea, los recintos eran tan grandes que a saber lo que piensan 5000 personas. Pero sólo que gustes a 150 que no te conocían, ya es mucho. Es algo que notas en las redes sociales, en seguidores, en escuchas de streaming… Estoy seguro que hubo quien nos descubrió gracias a Ghost, aunque supongo que la gran mayoría simplemente estaba ansiosa por verles a ellos (risas). Siempre que tengamos la oportunidad de tocar para mucha gente, lo haremos, pero no cambiaremos quienes somos para conseguirlo. No me sentiría cómodo. Siempre intentamos mantener la integridad artística».

«No creo que el verdadero arte sólo pueda salir del dolor» – ADAM ZAARS

En el caso de Ghost, Tobias Forge siempre ha reconocido que quiere que la banda sea tan grande como Kiss, así que supongo que ésa es su integridad.
«Sí, exacto. No les estoy criticando. Nosotros también ofrecemos un espectáculo, pero quizá ellos lo hacen un poco mejor (risas)«.

Otra conexión con ellos es que su productor, Tom Dalgety, ha mezclado vuestro nuevo disco. ¿Os lo recomendó Tobias?
«No, pero le conocimos durante esa gira. Vino a Cardiff y a Londres, y creo que también a una de las fechas en Francia. Nos caímos muy bien. Después vino a Estocolmo a pasar unos días, y hablamos mucho de música. No tenía exactamente los mismos referentes que nosotros, pero conocía de qué le hablábamos. Funcionó muy bien».

Una de vuestras características musicales y estéticas es la oscuridad. ¿Proviene más de vuestro interior o de lo que observáis a vuestro alrededor?
«Diría que de ambos. Hay mucha oscuridad en el mundo. En nuestros inicios era algo más que procedía de la cultura popular, las películas de terror, el romanticismo… Quizá era algo más estético. Pero supongo que la contracultura al final se nutre de lo que pasa en el exterior. Supongo que a medida que hemos crecido hemos dejado que esa oscuridad más real entrara en nuestro mundo. Pero no diría que somos personas torturadas, somos más bien criaturas nocturnas».

Es una oscuridad más artística que real o dolorosa.
«Diría que sí. Por supuesto hay angustia y dolor en cualquier vida, y supongo que también la incorporamos a nuestra oscuridad. Pero no creo que el verdadero arte sólo pueda salir del dolor. No creo en la idea del artista torturado».

JORDI MEYA