Para Trono De Sangre sacar a la luz su segundo álbum se ha convertido en una verdadera odisea. Que finalmente lo hayan titulado como Disco Del Año podría sonar como una broma, pero en realidad no lo es tanto. Hablamos con ellos para descubrir todo lo ocurrido durante los ocho años que separan su debut de su nueva criatura.

Cualquiera que haya estado alguna vez en un grupo sabrá lo complejo que resulta gestionar un proyecto en el que hay implicadas varias personas. No es una historia nueva, pero Trono De Sangre podrían escribir un libro al respecto.

Con la publicación de su debut en 2014 La Mitad De Lo Que Somos, La Mitad De Lo Que Creemos, su nombre comenzó a posicionarse como uno de los más interesantes dentro de nuestro underground. Si bien su intención era darle continuidad rápidamente con un EP, la realidad es que su siguiente referencia, El Perro Bajo La Piel, tardó algo más de lo esperado en aparecer. Entre medias, Fernando Moreira (voz y guitarra) y David Bernabé (bajo) fueron viendo desfilar a varios miembros por la formación, manteniéndose el batería Hans Callejas como único superviviente de toda esta vorágine de cambios. Como podréis leer a continuación, el puesto de guitarrista fue el que más quebraderos de cabeza les dio, retrasando la concepción de su segundo largo.

Por supuesto, la pandemia no hizo sino ralentizar todavía más el proceso. Sin embargo, esta les dio la pausa necesaria para aclarar ideas, confirmarse como trío y optar finalmente por marcharse a Lugo con Iván Ferro en sus Kollapse Studio para dejar registradas sus nuevas canciones. Disco Del Año (ya veréis que el título va tan en serio como de coña) compila en menos de 30 minutos su ya característica forma de traducir el post hardcore y el math core en temas alocados e imprevisibles, siendo su trabajo más melódico, progresivo, complejo y, por contradictorio que resulte, accesible hasta la fecha. Así de complicado y así de sencillo.

Coincidiendo justo con el día de su aparición en las plataformas digitales, nos citamos con David y Fernando en el domicilio de éste último para repasar exhaustivamente todo lo acontecido a lo largo su particular travesía por el desierto.

Ocho años desde La Mitad De Lo Que Somos, La Mitad De Lo Que Creemos y entre medias el EP El Perro Bajo La Piel editado hace ya un lustro. ¿Se estaba convirtiendo el nuevo disco en vuestro particular Chinese Democracy?
FERNANDO MOREIRA «La intención de publicar El Perro Bajo La Piel ya la teníamos según salió La Mitad De Lo Que Somos, La Mitad De Lo Que Creemos. Nuestra idea era sacar un EP en una onda más punki, porque en el disco había colaboraciones, teclados… Quedamos encantados de aquella experiencia, pero con El Perro… queríamos hacer algo más rápido, siendo tres como éramos en aquel momento con Jorge (Lacera, batería original de Trono De Sangre -ndr.). Cuatro canciones y ya está. La intención era grabarlo y sacarlo rápido para hacer un impass de cara el siguiente álbum. Luego pasó lo que suele ocurrir casi siempre si no eres los Foo Fighters (risas). En realidad no tardamos mucho en hacerlo, pero lo que nos frenó fue la edición».
DAVID BERNABÉ «El asunto es que empezamos a hacer canciones y mientras veíamos que se nos iba yendo y viniendo gente del grupo. Lo recuerdo como: ‘Venga, vamos a sacar algo’. Por eso lo de hacer un EP».
FERNANDO «Nosotros tardamos bastante en escribir canciones y hacer cuatro nos parecía un objetivo fácilmente alcanzable. El problema vino que, desde que lo grabamos hasta que salió, pasaron nueves meses, casi un año. Fue una locura porque queríamos sacar algo fresco, como un caramelito antes de ponernos con el disco, y el tema de la edición se fue empantanando. Jorge lo dejó justo antes de que saliera. Ahí entró Hans y como tocaba con Left In The Wake con Carlos (Olcina -ndr.), que además eran compañeros de piso, pensamos en hablarlo también con él para añadirle como segundo guitarra y volver a ser cuatro».
DAVID «Ahí empezamos a enseñarles el repertorio. Hay que decir que se lo aprendieron súper rápido en tres semanas, pero hasta que no nos pusimos a componer pasaron meses porque teníamos conciertos de por medio. Carlos llegó a estar metido en tres canciones de Disco Del Año«.
FERNANDO «El problema es que él comenzó a dejarlo incluso antes de tiempo, empezó a faltar a algunos ensayos… Tenía que irse a vivir a Alemania con la idea de estar allí años, aunque luego acabó volviendo a España. Después de anunciar oficialmente su salida, entró Javier Cosmea, y fue otra vez volver a preparar el repertorio, enseñarle las canciones nuevas… Poco a poco iban saliendo más temas, pero Cosmea acabó dejándolo también. Cuando esto pasó ya hablamos dentro de la banda sobre qué hacer: seguir a trío o buscar a alguien. Tuvimos un tiempo de hablarlo, hubo diferentes opiniones… Mientras tanto, seguíamos dando conciertos los tres incluso tocando alguna nueva. Al final decidimos poner un anuncio en nuestras redes buscando guitarrista. Hicimos pruebas, pero aún así seguíamos teniendo nuestras dudas. Al final entró Diego de Benito, y para mí eso fue lo más doloroso. Por su parte, él siempre se lo curró un montón, estuvo ahí para todo, estaba abierto a cualquier cosa que le pidiésemos… Trabajamos muchísimo, pero, y esto lo digo desde el punto personal de cómo lo viví yo, pensaba que con el tiempo la cosa terminaría de encajar del todo. Y de alguna manera nunca acababa de llegar ese momento, lo cual empezó a hacer mella. Llegó la pandemia, tuvimos un parón como todo el mundo, y eso nos ayudó a ver con perspectiva que estábamos alargando demasiado la situación. No se propuso esa decisión antes porque era muy dura y dolorosa, aparte de que es una persona que se ha portado súper bien con nosotros y se ha entregado al máximo. Y no queríamos hacerle daño, pero sentíamos que era lo que había que hacer».
DAVID «Ha pasado mucha gente por Trono y nunca habíamos llegado al punto de tener que decirle a alguien que no queríamos contar con él. Y ha sido la única vez. Además que Diego es un guitarra estupendo y un chaval fantástico. Todos los que han pasado por el grupo lo han dejado porque se desanimaban o tenían otros planes de vida. No ha sido porque nosotros les exigiésemos más. Para nada».
FERNANDO «En el caso concreto de Diego no fue una cuestión de técnica, sino algo intangible que no te sabría explicar. Por eso fue duro. No es porque llegase tarde a los ensayos o tocase mal. Pero sentíamos que era mejor hacerlo así».
DAVID «Sabíamos que siendo tres volveríamos a tener más ganas como grupo. Los conciertos que dimos como trío por necesidad salieron muy bien. La gente nos lo decía y nosotros mismos lo sentíamos también de esa manera».

«Hay coñas que no se ven, pero que tenemos entre nosotros» FERNANDO MOREIRA

¿La formación de trío es definitiva entonces o todavía no descartáis volver a incorporar a otro guitarra en el futuro?
FERNANDO «No, nos quedaremos como estamos ahora. Otra cosa es meter a alguien como colaborador, igual que vas a ver a otros grupos y hay músicos de apoyo. Nunca se sabe, pero no es nuestra idea».
DAVID «Si algo funciona bien, no lo toques. La experiencia nos ha demostrado que siendo cuatro las cosas siempre se acaban torciendo. Son muchas señales del destino. Ya estuvimos como trío con Jorge y funcionaba guay. Por eso El Perro Bajo La Piel lo grabamos de esa manera».

Esta vez os fuisteis a grabar a Lugo con Iván Ferro en Kollapse Studio. ¿Por qué pegarse el viaje cuando podíais haberlo hecho en Madrid más tranquilamente?
FERNANDO «Ya habíamos grabado El Perro Bajo La Piel con él cuando vivía en Madrid. La experiencia fue fenomenal y nos queremos un montón. A mí personalmente me quedó la espinita de haber hecho un LP con él, algo más potente a nivel de producción».
DAVID «Elegimos a Iván en concreto porque estuvimos muy cómodos con él haciendo el EP. Sacó un sonidazo y además como persona es un encanto. También pasó que durante el proceso del álbum pensamos en mil opciones diferentes. Las primeras baterías las grabamos en Bulletproof Estudios hace ahora tres años, que podrían haber sido las definitivas o las de unas demos del copón (risas). Luego pensamos en hacerlo todo rollo do it yourself, entre el local y aquí en la casa de Fer. Después en grabarlo en La Chulona con Álvaro Escribano, o al menos algunas cosas. Y con la pandemia ya vimos que lo mejor era irnos juntos a un sitio para condensarlo todo. Por eso nos fuimos a Lugo, porque grabarlo en Madrid lo mismo iba a ser un fin de semana deprisa y corriendo. Nos fuimos diez días en plan de viaje, como si fuese una experiencia de equipo. Unas vacaciones artísticas, digámoslo así. Era un premio después de la pandemia. Y allí Iván nos trató genial, tanto humanamente como a nivel técnico de grabación».

Lo de titular el álbum Disco Del Año
FERNANDO «Es totalmente en serio (risas)«.
DAVID «Molaría habernos currado una estrategia para decir en todas las entrevistas que lo del Disco Del Año va súper en serio. En plan: ¿Por qué lo preguntas? ¿No te lo parece? (risas)«.

¿Pero tiene algo que ver con todo el tiempo que habéis tardado, es una broma interna, un homenaje a Faith No More?
FERNANDO: «Lo de Faith No More yo me di cuenta después. De hecho, lo tengo aquí mismo (se acerca a la estantería y saca un copia de Album Of The Year -ndr.) Precisamente, en la Wikipedia viene que a ellos les preguntaban lo mismo y se ponían muy serios con el tema. En realidad lo llamaron así porque tardaron un huevo en sacarlo y eran unos cachondos (risas)«.
DAVID «Salvando las distancias, como nos preguntabas al principio, esto se ha acabado convirtiendo en nuestro Chinese Democracy. Podría haber sido el Disco Del Año en 2018 también. Al final es una coña nuestra de que hemos pasado mucho tiempo diciendo, ‘este año sale de verdad’. El título se decidió en la grabación. Le comenté a Fer que me vendría bien saberlo para poder ir pensando en el diseño y buscar inspiración. Y me soltó: ‘Tío, creo que lo vamos a dejar en Disco Del Año‘. Y me pareció cojonudo (risas)«.
FERNANDO «La broma es que nos hemos tirado cinco años para hacer esto. Para nosotros es el disco del año porque desde luego no vamos a sacar otro en 2022 como si fuésemos King Gizzard & The Lizard Wizard. Ahí ya tienes la exclusiva (risas). Es el disco del año de Trono De Sangre, sin duda».
DAVID «También si miras los trabajos anteriores, verás que veníamos de títulos algo más grandilocuentes. Y cambiar a algo más mundano y normal tenía su aquel. Para mí tiene la misma importancia llamarlo así como tenía sentido La Mitad De Lo Que Somos, La Mitad De Lo Que Creemos, que también en el fondo era un broma. El cachondeo siempre tiene que estar presente en todo lo que hacemos, aunque luego las letras sean más serias. Por eso está bien quitarle un poco de hierro al asunto. Y bueno, si Toundra han sacado disco en 2022, ya no lo vamos a ser nosotros (risas)«.
FERNANDO «El título es una broma igual que todo lo que hay en Trono. Hay coñas que no se ven, pero que tenemos entre nosotros. En este caso sí hay una parte que tiene un peso y un significado emocional para nosotros que no es una broma, pero de cara al público sí lo es porque hemos tardado ocho años en grabar y publicar 29 minutos de música».

Volviendo a Faith No More, hay algún pasaje que me ha sonando bastante Pattoniano, por decirlo de algún modo.
FERNANDO «Más que a Faith No More, yo sí que tuve una época que escuchaba bastante a Fantômas, Mr. Bungle… Pero me llama la atención porque cuando le pasé el disco a un colega me dijo exactamente eso, que le sonaba muy a Faith No More. Y si ahora lo dices tú, pues mira (risas). A mí siempre me han molado mucho Tomahawk, Fantômas, las bandas sonoras que ha hecho… Hasta los discos de Mondo Cane incluso. Conscientemente nunca diría que han sido una influencia, pero a lo mejor el rollo de meter mucha tralla y luego cambiar a melodía tenga algo que ver en eso».

Quizás la referencia más clara que he visto siempre en vosotros es The Dillinger Escape Plan. Incluso en este álbum encuentro cosas de los Mastodon más progresivos.
FERNANDO: «Me flipan. De hecho, en local había trozos que los llamábamos «la parte Mastodon» (risas). El primer riff de ‘La Posibilidad De Una Isla’ para mí está totalmente inspirado en ellos, aunque sea sin querer. O en ‘Salomón Decapitado’ también hay algún fraseo de guitarra. Sí que los considero una influencia obvia en mí porque es uno de mis grupos favoritos».

De hecho, el final de ‘La Posibilidad De Una Isla’ me parece una genialidad. La primera vez que lo escuché me quedé a cuadros.
FERNANDO «Me encantaría ver la reacción de todo el mundo que escucha la canción por primera vez cuando llega a esa parte (risas). Ya cuando estábamos en el estudio la reacción de Iván fue para haberla grabado. Desde pequeño siempre he cantado en mogollón de bandas en las que he estado porque no había nadie que lo hiciera. Tampoco es que lo viviera como un martirio, pero era algo más circunstancial. Siempre he cantado en público y nunca he tenido ningún problema con ello, pero no me considero cantante. Para mí el conflicto no es que no me gustara mi voz o que no supiese afinar, porque me pones cualquier cosa delante y la canto. Pero al contrario que con la guitarra, donde me siento cómodo inventando cosas y con la confianza para proponer ideas, me pasaba justo lo contrario con la voz. Pero a raíz de dar clases con los alumnos, al final estoy cantando todo el día. En Minor Empires aprendí mucho de Juan Blas y acabó pidiéndome que en el último disco metiese voces. Luego entré en Qverno y tenía que doblar coros melódicos enteros haciendo falsetes, segundas voces… De repente me vi en varios proyectos cantando un montón. Creo que todo eso acabó haciéndome click en el cerebro y he empezado a sentirme igual de cómodo cantando que tocando la guitarra. Sabiendo que hay cosas, como esa parte, que son una absoluta frikada (risas)«.
DAVID«En el fondo no me parece tan frikada el falsete del final como todo lo anterior, que es casi black metal. A mí no me sorprende tanto porque en directo ya lo había hecho alguna vez en ‘Jugar Con Cristales’. Pero entiendo que llame la atención que una parte tan cañera sea cantada de una forma tan pop».

Dentro de una canción de Trono De Sangre hay mil ideas distintas. ¿Cuántas llegáis a tirar a la basura?
DAVID «Yo cuando leo libros sobre grupos que cuentan que entraron al estudio con 50 canciones, pienso, ‘Bueno, habrá que ver a qué llaman canción’ (risas). Pero para Disco Del Año hemos deshechado más que en ningún otro, que han sido tres».
FERNANDO «Cuando empezamos a componer, las dos primeras canciones surgieron más o menos tal y cómo han acabado. Pero después hubo un momento en la época en la que estábamos con Cosmea que él y Hans todavía tenían la imagen de Trono De Sangre del primer disco. Y claro, David y yo ya habíamos vivido eso. En aquel entonces estábamos en otro sitio y no sabíamos lo que íbamos a hacer. A lo mejor podría ser más aberrante que lo anterior o a lo mejor no (risas), pero no estábamos buscando hacer lo mismo. Yo ahí empecé a traer ideas y partes más melódicas. A Hans no le terminaba de cuadrar porque decía que un grupo se debe a sus fans, y para mí eso es lo peor que puedes hacer. A día de hoy él está súper abierto a todo, pero en aquel primer momento sí recuerdo que tuvimos alguna conversación al respecto en el local. Luego entró Cosmea y estaba en la misma onda que Hans. Él concebía a Trono como algo disonante, loco, tocar muy rápido… Ellos empujaban mucho en esa dirección. Lo probamos y aquello no caminaba».
DAVID «A lo mejor estaba bien para un oído externo, pero para nosotros era algo que ya habíamos hecho. Hace 8 años te ilusionaba porque nunca habíamos creado música de ese tipo, pero después no te llama tanto. No sé cómo será lo próximo que grabemos, pero siempre intentamos cambiar un poquito. No por decisión propia, sino porque entonces nos aburrimos (risas)«.
FERNANDO «Luego hubo una fase intermedia en la que teníamos tres canciones que parecían ir muy bien encaminadas. Pero después empezamos a descartar partes y seleccionar lo que nos molaba de cada una. Cuando nos volvimos a quedar los tres, ahí sentí que la cosa iba a fluir, porque el disco ya estaba bien planteado. Aún así, como ya nos pasó en La Mitad De Lo Que Somos, La Mitad De Lo Que Creemos, hacia el final acabas pensando en que es lo que falta. Entonces hicimos una punkarrada y una súper melódica (risas)«.

Foto: Hans Callejas

Vuestras letras siempre me han llamado mucho la atención. Suenan muy dramáticas y crípticas, aunque en esta ocasión algunas parecen más claras como en ‘Un Año Necesario’.
FERNANDO «Esa canción en concreto habla de esta casa. De hecho, el colchón en el suelo del final de la letra está ahí (risas). Y me tiré un año sin sofá. Todo está basado en hechos reales. El primer año que pasé en este piso para mí fue un reseteo. En contra de lo que pueda parecer, me vino bien en el sentido de que está guay no tener mucho equipaje ni posesiones… Aunque por aquí tenga una docena de guitarras (risas). Pero cuando llegué me instalé con lo mínimo y fue una época guay, porque me di cuenta de que no necesitaba una tele de 40″ ni otros cacharros».

No sé por qué pensaba que trataba sobre el confinamiento…
FERNANDO «¡Que va! La letra es de muchísimo antes que eso. Fue de las primeras. Pero es como me gusta escribir: abierto para que pase esto mismo, que cada uno las interprete como quiera. Y eso que ‘Un Año Necesario’ es de las más detallistas. Luego en realidad no hay tantas referencias concretas a libros o películas. Hay partes de las letras que son cosas que me han pasado literalmente, como que lo del año sin sofá. Pero todo está teñido de esa libre interpretación. Como oyente, siempre me ha gustado que puedas identificarte con las letras o que éstas sean capaces de crear imágenes. Es lo que intento hacer con mayor o menor acierto. Por ejemplo, en ‘Matar A Dios’, en la parte central de la letra sé perfectamente de lo que estoy hablando y si no lo especifico de una manera más cerrada es porque quiero que sea así».
DAVID: «Mismamente, con ‘Matar A Dios’ hemos hablado muchas veces de que va la letra y la puedo entender, pero yo también acabo haciéndola mía a través de mis propias experiencias. Me parece una forma humana de emancipación que le pasa a toda el mundo en algún momento de su vida. Lo puedes interpretar de esa manera».

Ahora que por fin os habéis quitado de encima el marrón, ¿ya tenéis la cabeza puesta en nuevas canciones o vais a daros un respiro en ese sentido?
FERNANDO «Por mi parte me estoy tomando unas vacaciones de componer. Hemos tardado cinco años en hacer diez canciones. Todavía me estoy recuperando del parto (risas)».
DAVID «Hans sí que está ya con ganas, pero todavía tenemos que cerrar la edición física de Disco Del Año. Yo no tengo esa sensación de liberación porque todavía nos quedan por hacer algunas gestiones. Cuando hemos sacado otros tanto en digital como en formato físico, ya sí que te centras en preparar los conciertos, tocar, dar alguna entrevista… que es la parte más divertida. Todavía nos quedan algunas cosillas de logística, por lo que no siento que hayamos cerrado el capítulo ni mucho menos».
FERNANDO «Pero tienes nuestro compromiso de que en 2027 sacaremos otro. Ahí lo dejamos (risas)«.

GONZALO PUEBLA