Una pirámide milenaria se desmorona y desapareces bajo toneladas de hardcore, death metal y doom. Xibalba están de vuelta y su personal vapuleo promete hostias como panes y tremendos zarandeos. Disfrutemos de Años En Infierno, porque podría ser el último.
Me flipan Xibalba casi tanto como a Nate Rebolledo Sepultura. Los puñetazos sonoros que lograban los cariocas son una influencia básica en su propuesta, pero en este combo que, junto al cantante completan Brian Ortiz (guitarra) y Jason Brunes (batería), coexisten muchas más pulsiones que lo convierten en una perfecta dosis letal de heavy hardcore, doom metal y death. Aprovechando la salida de Años En Infierno, una paliza constante en el que se empalman varios temas y cada uno “te pega un poquito diferente”, nos ponemos en contacto con el vocalista para que, cada uno con su castellano, charlemos sobre cómo Southern Lord han sido algo más que un sello para ellos, la humilde realidad que siempre les ha rodeado o cómo vive un latino el escalofriante retroceso racista que está padeciendo Estados Unidos en estos momentos.
Skype ya no es lo que era y sufrimos varios problemas de conexión durante la entrevista, pero eso no impidió diseccionar a conciencia el cuarto álbum de los californianos y toda su trayectoria.
Antes que nada quería felicitarte por el disco… Joder, es aplastante (risas).
NATE REBOLLEDO “Sí, sí… Ojalá, ya cuando pase todo esto, podamos hacer giras y shows por ahí… No sabemos cuándo va a pasar eso”.
Ya… Me acuerdo cuando vinisteis a Barcelona, en Rocksound, que fue un conciertazo… No sé si recuerdas ese show.
“Sí, sí, me gustó mucho, a mí me encanta España. Tocamos en Barcelona, Sevilla, creo que hicimos un show en Madrid también”.
Seguramente… Así, tenéis en mente volver, ¿no?
“Sí, claro. Es raro, porque este disco queríamos hacerlo como algo local, descansar, nada más que escribir discos, pero después sé que no todo el mundo… Ahora tenemos orgullo para hacer giras, tenemos orgullo para regresar a Europa, y mira, ésa es la cosa guay de que, ahora que no se puede tocar en giras, queremos regresar porque seguro que hay gente que no nos ha visto. Ya son como seis años, siete años que estábamos ahí, así que ya cuando pase todo esto sí vamos a regresar, tenemos mucho orgullo para hacerlo, gira en Europa de vuelta. Ojalá pronto”.
Sacasteis un EP tras Tierra Y Libertad, pero la verdad es que ya echábamos de menos un nuevo álbum de Xibalba cinco años después… ¿Qué habéis estado haciendo?
“Creo que del último disco hace cuatro o cinco años, pero la cosa es que entre cada álbum todos nosotros trabajamos, vamos a la escuela, tenemos niños, y no es otra cosa que que no somos un grupo que podamos hacer tours, conciertos, discos… no se puede. Tenemos que tomar tiempo para ponernos juntos, escribir música… Las responsabilidades de la vida no nos dejan hacer eso. Entonces, cada cuatro años nos juntamos, hacemos un disco, y así es como vamos haciendo. Mientras pase cada cuatro, cinco años, yo estoy feliz con eso”.
Me he fijado que en las nuevas fotos y el line-up que grabó Años En Infierno sólo salís los tres de siempre: tú, Jason y Brian. Bueno, que ya no sois un quinteto… ¿Qué ha pasado con los demás?
“Pues mira, ya son 13 años que somos un grupo, y de nosotros, los miembros, uno se fue a Nueva York (imagino de Eric Netto, aquí el sonido ya era fatal –ndr.), y es nuestro gran amigo, pero la cosa es que ya no puede hacer los shows y las giras porque vive ahí, y la otra cosa es que nuestro otro guitarrista (Scott Fahey) se fue a Arizona. Así que para nosotros a lo mejor es el último disco de Xibalba, así que dijimos ‘OK, ¿quién escribió el record? ¿Quién hizo el recording?’ Quién todavía está haciendo los shows en el tour’. Entonces decidimos hacerlo nada más los tres. Tenemos amigos que hacen algo como tocar la guitarra, pero nosotros, los tres, somos los que hemos estado en el grupo desde el principio, y nada más queremos presentar eso. Los demás son nuestros amigos, pero aquí los que hacemos giras y seguimos ensayando somos éstos de la banda”.
“Nunca me ha gustado escribir letras, y eso es porque yo no sé cómo describir algo bueno” NATE REBOLLEDO
(Retomamos la entrevista ya por WhatsApp tras varios cortes de sonido –ndr.) Me comentabas que uno de los miembros se había ido a Nueva York y otro a Arizona, así que habíais decidido que la banda erais los tres de siempre.
“Sí, sí, y nada… Seguimos los tres, y tenemos amigos que tocan el bajo para nosotros, y tocan la guitarra, y los originales todavía tocan con nosotros, pero la cosa es que para este record los tres escribimos todo, y nada más queríamos representar el whole group de la banda, you know? Lo que no queríamos hacer es poner a una persona a un amigo en posesión del bajo, o en posesión de la guitarra sólo por ponerlo. Porque la cosa es que la banda es muy personal para nosotros tres, y sólo es representación de nosotros, y no de nuestros amigos que nos han ayudado. Si es el último record que va a hacer Xibalba, queríamos enseñar esta representación”.
¿Pero el último disco por qué? ¿En qué sentido?
“Pues verás… No sabemos si vamos a ser banda ni nada, todavía no está decidido si vamos a tocar más giras, y es lo que queremos hacer este siguiente año. Pero después de este año, dos de nosotros nos vamos a casar, tenemos niños, nos tomamos cinco años para hacer este disco… La verdad: no sabemos si es posible hacer otro de vuelta. Entonces, a lo mejor es el último o a lo mejor no, pero la cosa es que…”.
Sería una pena, la verdad.
“Sí, la cosa es que vivimos cerca, somos amigos, pero ya son 13 años de mi vida que nosotros dedicamos a esta banda, y estaba padre, estaba chingo, hicimos cosas muy… yo nunca en mi vida pensé que iba a salir de donde vivo. Nunca creí que iba a hacer giras, y el hecho es que cada año planeamos la salida de hacia dónde va a ir la banda, el disco, qué vamos a hacer, dónde vamos a tocar, y ahora todos nosotros tenemos niños, queremos descansar, la cosa está tranquila por aquí más o menos… La verdad, no creo que volvamos a hacer… no creo que seamos una banda que sería full time, no lo vamos a poder hacer todas las veces. A ver qué pasa, pero ya tenemos otras responsabilidades y nos tenemos que encargar de eso. Es la vida, es lo que tenemos que hacer. Ojalá hagamos otro disco, pero lo cierto es que no lo sé”.
Vamos a hablar del nuevo álbum, que éste sí que ya lo tenemos en las manos… Os habéis juntado con Arthur Rizk, que siempre graba discazos, y sonáis brutales, devastadores. ¿Qué le dijisteis para petar tan fuerte, o salió de vosotros? ¿Cómo fue la grabación y trabajar con él?
“Mira, pues con Arthur, nosotros somos un big fan de todo lo que ha hecho, y también es un amigo de ya por mucho tiempo. Cada cosa que él toca suena muy bien, y nosotros hemos grabado todo con nuestro amigo Taylor Young, que toca en Nails, en Twitching Tongues, y la cosa es que, para este disco, queríamos tocar algo diferente, y como la banda es muy personal, no queremos grabar con alguien que no conocemos, o alguien con quien no sabemos cómo nos va a funcionar. Con Arthur, pues nos fuimos con él porque ya es amigo nuestro, ya sabemos que sus álbumes suenan bien, y él sí sabe nuestro sonido. Entonces, era muy natural hacerlo con él, y mira, lo que hizo con nosotros suena mejor de lo que yo pensaba… Así que, sí, suena muy bien, y es que todo lo que él toca suena bien. Le dijimos ‘ya sabes cómo sonamos, pero queremos hacerlo un poco más como lo que nos influencia, como más death metal’. Y creo que eso es lo que salió”.
Por lo que comentas, Xibalba es algo realmente vuestro… Los que tocáis, con quién grabáis, quién hace las portadas, los tipos de letra que puedas escribir… Todo como muy arraigado también a vuestras raíces. Es como un núcleo muy duro, ¿no?
“Sí, sí, ésa es la realidad de nuestro grupo. Desde que ingresamos somos las mismas personas haciendo los shows, las mismas personas tocando en el grupo, todos escribimos las letras… Y luego hay una cosa que… La verdad es que me encanta escribir los records, es muy personal, afortunadamente tengo un grupo de amigos que hacen la banda conmigo, pero sí, todo lo que hacemos como banda… somos muy cuidadosos de con quién grabamos, a quién enseñamos nuestra música, con quién hacemos las giras… Porque Xibalba es para nosotros, decimos lo que queremos decir, tocamos lo que queremos tocar, y es muy personal, y así seguimos. No queremos hacer el grupo grande y tocar con todos esos grupos grandes… No, no nos importa, queremos hacer, escribir y tocar lo que nosotros queremos tocar, y a lo mejor eso es porque no somos una banda tan grande, a lo mejor eso es porque… No sé”.
Bueno, está bien saber dónde están los límites y lo que uno quiere hacer. Eso también se nota en la música… Cuando queréis tiráis de death metal, luego cuando os apetece, doom, y cuando os cansáis, heavy hardcore. El no estar en ningún territorio concreto, y en tres a la vez, ¿crees que os beneficia o, al contrario, crees que os puede restar algo de público? Porque ya sabes, es muy probable que la gente del doom no vaya a un bolo de hardcore, y gente que crea que sois doom, pues del hardcore ya no venga. Igual os importa un bledo, por lo que me estás contando… (Risas).
“Sí, sí, eso sí es la verdad… Por eso creo que, para la gente que sí escucha a Xibalba, tiene que saber la historia de Xibalba y todo lo que hacemos, porque una persona nueva puede escuchar una canción más hardcore, o más death metal, y la verdad, no logra entender, porque puede escuchar el disco y decir ‘oh, ¿por qué está haciendo ese tipo de música o ese tipo de canción?’. Pero la verdad, eso es Xibalba, nosotros hemos hecho eso todos estos años y, si no eres fan de Xibalba, es muy difícil saber que eso es lo que nosotros somos y lo que hemos hecho todos estos años. Pero sí, ojalá la gente escuche el disco y haya partes que les gusten, y digan ‘oh, qué padre, qué heavy, a ver los otros álbumes’, porque la cosa es que, si te gusta algo, un tipo de metal, la música agresiva, hay algo en Xibalba que te va a gustar. Pero si no te gusta, pues vale”.
Hay una característica, que seguramente englobe todo el concepto de Xibalba, que es que todo suena siempre muy gordo, muy bestia. Ya sea cuando es doom, hardcore o death, pega unos mamporros que te dejan atontado (risas).
“Eso es, ¿no?”.
Observando vuestra diversidad a la hora de hacer música, imagino que eso se traslada al escuchar discos en casa. Me gustaría que explicaras un poco qué bandas te hicieron engancharte al hardcore, al doom o el death, ésas que os hicieran querer unir todos estos estilos en Xibalba.
“Creo que los grupos que nos influenciaron para casi toda nuestra música fueron Crowbar, Sepultura, Disembodied, cosas de cada tipo de hardcore, de death metal, you know? A nosotros nos gusta mucho Warning y 40 Watt Sun. Éstos son los grupos que casi nos guiaron sobre cómo escribir música, y del sonido que nos gustaba. En el metal, desde los grupos viejos a los jóvenes, me gustan igual, todos lo hacen bien, y me encanta que haya muchos grupos de ahora que sigan así. Pero nosotros cada día escuchamos Crowbar, Sepultura, y ésos son los que nos influenciaron a hacer lo que hacemos hoy”.
¿Y sois muy enfermos del sonido, de ésos que estudian los pedales, los cabezales, el tipo de ampli para lograr lo que uno busca, o toda esa bronca surge de forma natural, sin que os fijéis tanto en el equipo?
“Mira, para el sonido, nosotros no somos muy técnicos. Cuando éramos niños, la guitarra que tenía, el amplificador que tenía, pues si sale así el sonido, así sale (risas). Éramos niños, empezamos tocando en grupos punk, y no teníamos dinero para comprar ese amplificador, la batería muy buena, y por eso tenemos a gente como Arthur, que nos ayudó con el sonido, que nos han ayudado a descubrir qué tipo de amplificadores o pedales sirven para nosotros. Pero cuando empezábamos, mira, ‘nada más toca la guitarra fuerte, pega a la batería fuerte, y ojalá suene bien’. Nos tomó unos años descubrir qué nos sirve, y afortunadamente, Southern Lord nos han ayudado a comprar baterías, equipo y cosas que necesitábamos, pero sí, nos tomó mucho tiempo arreglarnos el sonido que tenemos hoy. Somos músicos de oído. Escuchábamos, y ojalá lo toquemos bien (risas). Creo que, tras diez años, ya aprendimos a hacerlo bien”.
Eso que me comentabas de que te gusta tanto el metal antiguo como la nueva escuela, quizá se nota en las dos partes de ‘El Abismo’, ¿no? Son las que más me han sorprendido con esos tramos tan introspectivos y psicodélicos, con voces limpias y esas guitarras sin distorsión… ¿Cómo se os ocurrió componer todo eso?
“Sí, esa parte del disco la hizo nuestro guitarra, Brian. A él le encanta el doom, es al que más le gusta de todos nosotros. De todas las veces que hacemos un disco, si por él fuera, sería todo el álbum doom (risas). Pero eso no es Xibalba… Pero sí, en cada disco nos gusta tirar de una o dos canciones de ese tipo, es algo que nos gusta mucho. Como te decía antes, de nuestros grupos favoritos hay tipo Warning, Corrupted, 40 Watt Sun, esas bandas me encantan, yo quisiera tocar todas las canciones así, pero ése no es el estilo Xibalba, aunque es parte de Xibalba. Nosotros, en cada disco queremos poner, aunque sólo sea una parte así. Ésta es una parte de Xibalba, pero no es todo Xibalba. Esas dos canciones me encantan, y ojalá un día las podamos tocar en vivo”.
¿Y qué sueles contar en las letras? Yo imagino que nada bueno en ‘Corredor De La Muerte’ o ‘Santa Muerte’… o eso espero al menos (risas).
“Las letras son lo más personal del disco. Nunca me ha gustado escribir letras, y eso es porque yo no sé cómo describir algo bueno. Sobre lo que quiero escribir es sólo sobre las cosas malas que pasan en la vida, y cada vez que hacemos álbumes, y escribo letras, me acuerdo de estas cosas y yo estoy en un tiempo de mi vida… que, bueno, cuando hay algo triste en ella ya sé cómo hacerlo bien”.
Gestionarlo.
“Sí… Pero cuando era más joven, escribíamos estas letras y nos poníamos en unos lugares malos. Por ejemplo, cuando hicimos el disco Hasta La Muerte, no sé, hace ya unos seis o siete años, en 2012… Ocho, ocho años hace ya. Bueno, pues cuando hicimos ese disco, ése fue el peor tiempo de mi vida. Escribiendo esas letras, y cantar esas canciones… ese disco es cuando paramos de hacer touring, ya paramos de hacer giras. Porque es algo que, me encanta escribir, me encanta Xibalba, pero todo eso era algo difícil cuando estábamos haciendo las letras, porque era muy personal. Ahora que ya no soy tan joven es más fácil escribirlas, no voy a pensar en lo que escribí tanto, pero cuando era muy joven, cuando hacíamos giras, todo lo que escribíamos era lo que vivíamos y lo que hacíamos, y mucho de eso es muy difícil. Gracias por la gente que lo lea, pero es algo que no me ha encantado hacer y que me resulta muy complicado. Ojalá haya gente escribiendo así las letras, porque yo me acuerdo, cuando era un niño, y escuchaba punk y hardcore, lo que me encantaba de un grupo era que quería ver qué estaba pensando la gente, qué estaban diciendo, y todo era muy real. Y por eso, cuando yo las escribo, quiero decir la verdad, la verdad sobre lo que está pasando, y ésas cosas son difíciles. Hay mucha gente que puede leer y puede pensar ‘bueno, sí, eso es lo que siento yo también’, ojalá… Yo, gracias tengo a Xibalba, que es mi alma para escribir cosas, y haciéndolo tengo que pensar de vuelta, pero sí, creo que este nuevo disco, Años En Infierno, no fue tan complicado como los otros, y por eso es mi favorito, porque estaba feliz al escribir. Éste es el primero en que pude escribir y ya dejarlo todo en el álbum”.
“En estos días, nosotros tocamos, y hablamos de que somos latinos, mexicanos, y la gente casi como que se enoja” NATE REBOLLEDO
Hay una canción, ‘Saka’, que parece muy de vuestra tierra ancestral, con toda esa percusión guerrera… Siempre os ha gustado meter algún tema instrumental en los discos, pero ésta parece que tenga un mayor significado, ¿verdad?
“Sí. En cada disco, si podemos tener más instrumentos en la banda… Queríamos tener como un grupo grande de baterías, incorporar otro tipo de instrumentos, ejem, pero no tenemos el dinero para hacer eso en vivo. Pero sí, nos gusta poner algo instrumental y que nos haga más feliz, tipo Xibalba”.
Me decías antes que amas a Sepultura, y lo cierto es que ‘Saka’ recuerda un poco al Roots.
“Oh sí… Creo que en Hasta La Muerte, cómo se llama… el instrumento ése que es como un palo que usan ellos en Roots… (Birimbao –ndr.) Pues nosotros lo usamos ahí como tres veces, me encanta eso. Así que sí, sí, ésa es una influencia de Sepultura”.
Vosotros sois una banda de origen mexicano, y siempre os ha gustado mucho reivindicarlo de múltiples formas. Dime, ¿cómo os sentís en la América de Trump y ante todo lo que está ocurriendo?
“Mmm… Es muy difícil, porque la cosa es que en el grupo, tres de nosotros somos de México, uno es de El Salvador, otro de Guatemala, y todos somos primera generación aquí, en los Estados. Entonces, nuestras familias vinieron de estas partes del mundo a un lugar para hacer algo mejor. La cosa es que, ya en este tiempo, con este presidente, Trump, no se siente así, está siendo todo más complicado de lo que debería ser. Nosotros, como latinos, en todos hay un orgullo, porque la verdad, no es fácil, para nosotros era muy difícil crecer aquí, y se siente. Afortunadamente, aquí, en California, hay muchos latinos, pero la primera vez que hicimos giras e íbamos a otras partes de Estados Unidos, hubo veces que íbamos a ciudades donde era la primera vez que podían ver latinos”.
Ostras.
“Sí, sí, pero a nosotros nos hizo felices representar nuestra cultura, nuestra gente. Nosotros podíamos tocar para gente que por primera vez podía ver latinos, y luego, nos podía ver tocar música. Aquí, la música metal o punk, o lo que sea, en California era muy fácil hacerla, porque hay gente de cada parte, de cada camino, de cada cultura, pero ya, en estos días, nosotros tocamos, y hablamos de que somos latinos, mexicanos, y la gente casi como que se enoja. Como ‘oh, no debes estar aquí… ¿Por qué estás cantando o hablando sobre cosas que no forman parte de los Estados?’. A mí es algo que me gustaba mucho de California, esa mezcla de todas las culturas, pero el resto de los Estados Unidos no se siente así, y estos días, viviendo aquí, en los Estados Unidos… Ah, es muy difícil, porque con Trump la gente se puso muy bravo, todos están diciendo eso que piensan en el sentido de que ‘aquí no deben estar los latinos, las personas de otras partes del mundo’. Está muy feo”.
Parece como que la sociedad se haya dividido en dos partes, ¿no? Antes las cosas eran más sencillas, y ahora hay un sector que, de pronto, odia a la otra mitad de América. Es muy extraño.
“Sí, es muy obvio, es que se puede ver. Se siente y se puede ver, y no es lo mismo. La verdad es que no sé qué va a pasar. Ojalá pase, pero la cosa que sí sé es que Xibalba vamos a tocar, todos éstos vamos a representar a los latinos, a representar California, y lo que somos. Si le gusta a la gente, pues bien; si no, pues que se chinguen”.
¿Y eso ocurre en la sociedad en general o también lo habéis notado dentro de la escena metal y punk? Eso me sorprendería más.
“En la escena no mucho, ahí todo… Claro, si te gusta el punk, el metal o el hardcore, pues ya es raro, ya eres otro tipo de persona. La cosa buena es que no se nota y no se ve, pero en el resto de Estados Unidos, sí. Es muy feo”.
Bueno, espero que no se le haga demasiado caso y que no os pongáis esa dosis de desinfectante que recomendaba hace unos días para frenar el coronavirus (risas).
“Está loco éste… No sé, es que está loco (risas)”.
Ya para terminar, pasemos a asuntos más agradables… Te quería preguntar sobre vuestra relación con el maestro Dan Seagrave. Desde Hasta La Muerte que os hace las portadas y siempre os dibuja pirámides o ciudades diabólicas con ciertas semejanzas con vuestro pasado. ¿Cómo surgió esta colaboración? ¿Se lo sugeristeis vosotros o salieron de él estas portadas tan icónicas?
“Dan Seagrave es como el maestro de todo el arte del death metal. Cuando empezamos, nos encantaba, y nos encantan, sus records. Él hizo las portadas para muchos grupos que nos alucinan, y el primer disco que hizo con nosotros fue Hasta La Muerte, y él hizo la pirámide. Nos encantó esa cover que nos hizo, y después de esto, ya en cada disco nos quedamos con las pirámides porque creemos que representa al grupo en ese tipo de tiempo, en el que nosotros le decíamos ‘mira, esto es lo que hemos estado haciendo, es lo que sentimos en este momento, éste es el tema del record…’, y él solo, fue su visión, le salieron a él estos artes y covers. Salió bien y nos encantan. Pero sí, cada record cover que hizo para nosotros era una representación de Xibalba en ese tiempo que estaba pasando”.
PAU NAVARRA