El próximo 2 de julio At The Gates publicarán su nuevo álbum The Nightmare Of Being, pero gracias a la escucha especial que Century Media organizaron el pasado 18 de marzo RockZone ya pudimos degustarlo en su totalidad junto a otros medios de Francia, Grecia, Italia, Reino Unido, Alemania, Finlandia o Canadá.

Tampoco se trata de asustar al personal, pero una vez terminado tuvimos la sensación de haber disputado la mitad del partido en posición de fuera de juego. A decir verdad, parece que los suecos hayan sido poseídos por el espíritu experimental de los últimos Napalm Death y, a su vez, se hayan liberado de cualquier corsé o de aquello que seguramente se espere de su death melódico. Es lo que tiene hacerse mayor, supongo, que cada vez te la suda más todo…

Lo que tengo claro es que The Nightmare Of Being despertará sentimientos encontrados, que los de Göteborg han grabado lo que les ha dado la real gana, y que éste será tan aplaudido como denostado en un mundo, encima, cada vez más polarizado. Pasemos pues a desgranarlo tema por tema, con la ayuda de las explicaciones que nos ofrecieron Tomas Lindberg y Jonas Björler en la posterior ronda de preguntas.

Con su intro con acústicas llega ‘Spectre Of Extinction’, un inicio prometedor donde de pronto estalla la velocidad y te embiste un parón de guitarras potente. Tompa no tarda en salir a la palestra en un corte tan melódico como machacón, en una alternancia donde también aparece un solo a saco y de calidad.

El álbum para súbitamente y da un respiro con algunos segundos a piano. Luego vuelve la tralla en ‘The Paradox’. Es una canción interesante, con recursos inusuales hacia el final, ¡y suenan muy gordos, ya veréis! De momento el listón está alto, justo cuando llega la propia ‘The Nightmare Of Being’. El corte homónimo baja las revoluciones, es más introspectivo. Es realmente distinta, y se nota que At The Gates le han dado muchas vueltas.

Entre aires indies, la batería inaugura ‘Garden Of Cyrus’. Está claro que los escandinavos han decidido seguir investigando, y a primera vista, no les sienta mal. Es un tema reposado, y ojo a la línea de bajo tras esa guitarra. Después… Mmm… ¿¡Es eso un saxo!? La virgen, veremos qué opinan sus fans más acérrimos de este corte…

«Nos encanta John Coltrane, nos gusta un montón, también King Crimson, así que fuimos a por ello» Tomas Lindberg

El flipe total aterriza con ‘Touched By The White Hands Of Death’, pero todavía no hemos terminado… Ésta se mueve entre una ambientación gótica más propia de Cradle Of Filth o Tribulation (sí, sí, estás leyendo bien), es muy cinemática. Empezamos a tener los ojos como platos, pero después la cosa se desmadra con un zarpazo de los At The Gates que todos conocemos, y seguramente aquí encontremos algunos de los mejores riffs que hayan creado desde que volvieron. Fantasmagórica, muy buena. Tan reconocible como valiente.

‘The Fall Into Time’ es la más larga de The Nightmare Of Being, y como ya advertía, todavía queda mucho recorrido para alucinar pepinillos. Aparece una intro orquestal que, como en Jurassic Park, no ha reparado en gastos, y ya sólo faltaban unos coros operísticos. Se va desplegando, venga medio tiempo y… desarrollo jazzístico, con un par, ¡y rozan el prog, vaya que sí! Desconcertado me hallo, peña. Malo no es, pero hay que procesarlo.

Como queriendo calmar los ánimos, ‘Cult Of Salvation’ vuelve por sonoridades más reconocibles, aunque también contiene retazos de piano. A estas alturas ya tenemos claro que su nuevo disco gustará más o menos, pero nadie podrá negar que es una obra muy elaborada. Es un tema trágico, que transmite fatalidad, y que le siembra el terreno al trallazo ‘The Abstract Enthroned’. Con interesantes matices, en ésta no hay nada que reprochar. ¡A por ello!

Respira hondo porque después es el turno de ‘Cosmic Pessimism’. Entre más orquestaciones apocalípticas atendemos atónitos a un arrebato de rock oscuro inspirado en las décadas de los 60 y los 70, ¡A At The Gates dando rienda suelta a su pulsión krautrock! Mamaíta mía… Desde luego han decidido jugársela, cosa que es de agradecer.

Para terminar, ‘Eternal Winter Of Reason’ echa el cierre con toda su pesadez. Es densa, pero deja aflorar más inclinaciones también alejadas de lo que normalmente entendemos por At The Gates. Otra cosa que queda clara así, a bote pronto, es que la rapidez no es una de las características de este próximo trabajo de los maestros del Sonido Göteborg.

“Es una continuación del último”, comenta Jonas Björler, “pero más confiado y con mayor libertad”. Por su parte, Tomas Lindberg cuenta que son grandes fans de King Crimson, por lo que la inclusión del saxo viene por su influencia y porque “durante su tiempo en la Universidad de Göteborg escuchábamos mucho jazz instrumental con saxofón, de ahí viene, y lo encontramos muy natural para el álbum una vez en el estudio. Nos encanta John Coltrane, nos gusta un montón, también King Crimson, así que fuimos a por ello”.

Otra patata caliente será ‘Cosmic Pessimism’, de la que confirman que está muy vinculada “con el krautrock y el new rock de los 60 y 70 alemanes”, y a su vez, por el libro de mismo título obra de Eugene Thacker. “Hemos tratado de ir más lejos que el metal, empujando los límites”, y con ella llegamos a The Nightmare Of Being en sí mismo, un disco que, como supone Lindberg, “es siempre un reflejo del tiempo que nos ha tocado vivir”. “En este álbum hablamos sobre el pesimismo, las letras son filosóficas sobre ello, y las escribí durante la pandemia, aunque la idea ya la teníamos antes de ésta, por supuesto. El planteamiento del disco es introducirnos en las ideas de algunos filósofos del pesimismo, como Schopenhauer, y no porque At The Gates seamos pesimistas, sino porque imagino que el concepto conecta muy bien con lo que es el death metal”.

Ganazas ya de que salga su séptimo álbum para ver qué opiniones despierta… ¡Atrevido lo es un rato!

PAU NAVARRA