Titular a tu disco Radical podría resultar ridículo para muchas bandas, pero no para Every Time I Die. Si algo ha dejado claro la pandilla de Buffalo a lo largo de más de 20 años de carrera es que si lo que se trata es de dar cera e ir al límite no se andan con hostias.
Por si fuera poco, su noveno álbum es el más largo de su discografía con un total de 16 temas y más de 50 minutos de música, con lo que han podido desenvolver su tentáculos con más libertad que nunca. Que hayan tardado cinco años desde la publicación del anterior, Low Teens (2016), también explica la cantidad y variedad del material que aquí presentan. Personalmente creo que tantas canciones pueden provocar que la escucha completa de Radical sea un poco indigesta, pero hay que reconocer que la mayoría de veces dan en la diana.
Every Time I Die siguen siendo una banda de metalcore, entendiendo al estilo tal como lo conciben Converge o Cancer Bats, y no de Architects o The Ghost Inside, es decir primando la crudeza y la agresividad por encima de la épica, pero cada vez tienen menos miedo de incorporar otros elementos.
Si quieres caña te recomiendo ir directamente a trallazos como ‘A Colossal Wreck’, ‘All This And War’ (donde colabora Josh Scogin de ’68), ‘The Whip’ o la thrashera ‘Distress Rehersal’. Aquí encontrarás los riffs disonantes de Jordan Buckley y los ritmos dislocantes a cargo de su nuevo batería Clayton ‘Goose’ Holyoak (ex Fear Before the March of Flames y Norma Jean) que suenan como math metal hecho por alguien tan cafre que no sabe ni sumar.
Pero si te apetece algo más de melodía acude a ‘Post Boredom’, con un primer estribillo muy a lo At The Drive-In (su influencia también se hace presente en ‘AWOL’), y otro super melódico; ‘Hostile Architecture’, o ‘White Void’ con su toque Baroness. Aunque probablemente el tema más insólito y ‘suave’, dentro de sus parámetros, sea ‘Thing With Feathers’, donde Keith Buckey canta a medias con Andy Hull de Manchester Orchestra, y que suena como una imposible, y brillante, fusión de ambas bandas.
Al contrario que otras bandas de su escena, Every Time I Die nunca han buscado el camino fácil, ni han hecho concesiones. Quizá por eso nunca han llegado a triunfar como otros, pero también por eso siguen deleitándonos con piezas tan imprevisibles y especiales como ‘We Go Together’ que cierra un álbum que te dejará agotado, pero muy a gusto.
DAVID GARCELL