Vaya por delante que esto no es funeral doom. Si Evoken son considerados, junto a Thergothon y Skepticism, como los grandes precursores del subestilo más lento del metal, para su sexto disco nos encontramos ante algo más digerible.
Tampoco es que su primer álbum conceptual nos hable de florecillas y desborde simpatía, pues los estadounidenses siguen sin moverse del doom, pero sí es cierto que Hypnagogia no es tan absolutamente denso y pesado. De hecho, sus coordenadas se mueven por unos territorios bastante sorprendentes, a la par que altamente exquisitos.
Para más señas, esto parece un homenaje al doom inglés de los 90 en toda regla, un elegante viaje a los trabajos más superlativos de My Dying Bride y hasta el primer death doom de Paradise Lost. ¡Algo escandalosamente bueno, vaya!
‘The Fear Inside’ ya te va a dejar con la boca abierta, y cuando aparezca la voz limpia e incluso el mítico violín no te lo vas a creer. Por delante quedan ocho cortes de generoso minutaje, como debe ser, donde la devastación emocional está a flor de piel, e incluso algunos blasts harán acto de presencia cuando sea necesario.
Claro que hay retazos de lo que Evoken han ido desgranando en estos últimos años, pero tras 24 de carrera y su capital importancia en el funeral, no esperaba algo tan gothic.
De todas formas, no hay que buscarle los tres pies al gato: ‘Valorous Consternation’, ‘Schadenfreude’, la suicida ‘Too Feign Ebullience’ o ‘The Weald Of Perished Men’ convierten a Hypnagogia en un must total.
PAU NAVARRA