Últimamente han ocurrido tantos milagros en Nueva Orleáns que, si no fuera porque la banda que nos ocupa se llama Eyehategod, uno podría pensar que algún ser superior ha decidido velar por esta panda de supervivientes.
En primer lugar, que un grupo con su historial siga publicando discos tres décadas de excesos después es en efecto un fenómeno inexplicable, pero que Mike IX Williams esté simplemente vivo, superando incluso un trasplante de hígado, ¡y sobrio nada menos!, es como para plantearse una peregrinación de rodillas hasta Lourdes. Siete años después de su álbum homónimo nos encontramos con unos Eyehategod únicamente limpios de sustancias, porque su ruidoso sludge metal sigue crujiéndonos hasta el esternón, siendo surtido con generosidad de todos los graves y acoples esperables. Cualquier gorrino se revolcaría a placer por esta suciedad.
Las letras de Mike siguen siendo tan ácidas como sinceras y reconocibles, literatura a grito pelado para perdedores sin remedio, pero quizá otro ilustre como Jimmy Bower (Down, Corrosion Of Conformity, Crowbar…) se haya dejado influenciar demasiado por el blues inherente de su ciudad. Mucho más que en otras ocasiones, quiero decir…
‘Built Beneath The Lies’ es extrañamente poderosa y descacharrada, y el posterior zarpazo hardcore punk de ‘The Outer Banks’ le sienta bien al arranque de su sexto largo. Seguimos en forma con ‘Three Black Eyes’ o el caos recurrente de ‘Current Situation’, pero a partir de ‘High Risk Trigger’ el álbum va entrando progresivamente en una monotonía lisérgica que conduce a un pantano, sí, pero no a ése que desearíamos.
El chute de ‘The Trial Of Johnny Cancer’ nos sacude para salir del sueño pesado y su empalme con la jam ‘Smoker’s Piece’ es acertado, allana el terreno a unas ‘Circle Of Nerves’ y ‘Every Thing, Every Day’, las mejores y más rabiosas del pack, que acaban rematando un A History Of Nomadic Behavior mejorable, pero con sus momentos notables.
Gana con las escuchas, échale tiempo, y sobre todo no te asustes si en nuestra entrevista del mes pasado con Williams le leíste que ahora veía “lo hermosa que es la vida”. Son nuestros Eyehategod, no hay duda, aunque con la perspectiva que da sumar años a la chepa, ya no digamos perder a un colega como Joe LaCaze… Ahí, más de tranquis… y algo menos inspirados, eso también.
PAU NAVARRA