Nadie podrá negar que es un buen momento para la escena hardcore. Tanto en términos de calidad como de visibilidad, seguramente provocada por el impacto de Turnstile y su Glow On, hacía tiempo que no había esta sensación de que el género estaba tan vivo.
Un factor clave es la diversidad que desde hace años se veía en el público y ahora se refleja también en las bandas. Si tradicionalmente este era un mundo dominado por tipos blancos tatuados, ahora es de lo más normal ver a personas de cualquier género, raza y orientación sexual. Quizá ha costado más de lo necesario, pero por fin el discurso inclusivo se ha hecho carne en bandas como Scowl, Zulu, Soul Glo, Dying Wish o Jesus Piece. Naturalmente nada de esto sucede de la noche a la mañana, y lo que ahora está saliendo a la superficie venía cociéndose en el underground desde hacía un tiempo.
Un buen ejemplo son Gel. Aunque Only Constant sea su primer álbum, los de New Jersey llevan desde 2019 publicando singles, un compartido con Cold Brats, y curtiéndose en los escenarios. De ahí que a nadie debe sorprender que el grupo suene tan compacto como lo hace aquí y con las ideas tan claras. Diez canciones en 16 minutos que, como reza el tópico, no dejan prisioneros.
Si las bandas que he citado antes destacan por incorporar elementos de otros estilos, desde el hip hop al rock alternativo de los 90, Gel se ciñen al hardcore más ortodoxo, eso sí, logrando sonar totalmente frescos. Encontramos alguna bajada de tempo ocasional, pero lo que dominan son riffs encadenados a toda velocidad, un bajo que retumba, redobles del infierno y una Sami Kaiser dejándose la garganta en cada palabra. Escuchando a ‘Attainable’, ‘Out Of Mind’ o ‘Dicey’ sentirás que tu cabeza empieza a dar vueltas como si estuviese en un circle pit.
El único experimento que se permiten es ‘Calling Card’, una pieza en la que escuchamos mensajes de voz grabados por sus fans, sobre un beat y una dulce línea de guitarra. Situada en el ecuador del disco, casi parece pensada para que la banda coja aire antes de rematar la faena con ‘The Way Out’, ‘Worn Down, ‘Snake Skin’ y ‘Composure’ con sus instrumentos en llamas. Pero tampoco creo que sea conveniente dejarnos llevar por la tentación de crear un hype excesivo ante su intensidad. Los elogios debilitan, y confío en que Gel tengan recorrido para seguir mejorando. Desde luego, el potencial está ahí.
DAVID GARCELL