Escuchar un nuevo disco de Godflesh en pleno 2023 debe resultar tan arcaico para quien esté obsesionado con las corrientes del momento, como reconfortante para el que deteste dicha forma de consumo. Y es que la música de Justin Broadrick y G.C. Green fue inspiradora desde el mismo momento de su creación a finales de los 80, cuando cimentó las vías del metal industrial, lo ha seguido siendo a lo largo de los años pese a caminar a contracorriente de la industria, y su nombre ha llegado a nuestros días convertido en culto -seguramente- por este mismo motivo.
Ahora, inmersos en un período de relativa estabilidad y tras seis años de silencio discográfico, regresan con Purge, una especie de actualización del clásico Pure (1992) en palabras de la propia banda. Lejos de comparaciones que no nos llevarían a ningún lado, el mero hecho de que el dúo se mantenga a flote para revivir la segunda (o tercera) época de Godflesh debería ser motivo de satisfacción por sí mismo, aunque dudo que Purge vaya a dejar poso alguno en su discografía.
Es cierto que en el primer bloque del álbum hay detalles interesantes, como el ritmo bailable y hasta cierto punto accesible de ‘Nero’, que ya pudimos disfrutar en su reciente gira española, el groove noventero y oscuro de ‘Land Lord’ o ‘Permission’, y el loop hip-hopero que guía a ‘Army Of Non’ en todo momento. Así como pequeños destellos shoegaze de lo que podría haber sido una nueva concepción de Jesu reencarnada por los propios Godflesh en los ocho minutos finales de ‘You Are The Judge, The Jury, And The Executioner’.
El problema, si esto puede llamarse así cuando Godflesh simplemente hacen de Godflesh, es que el resto podría haber dado más de sí y no es algo que no hayamos escuchado ya antes. Aunque la sensación de estar atrapado en un bucle que emula al de una cadena de producción siga siendo un mantra innegociable, y así está bien, se echa en falta un poco más de riesgo en determinados momentos. La clásica cadencia marcial de ‘Lazarus Leper’resulta conformista, sin explotar del todo, mientras que la dualidad que enfrenta al celestial ‘The Father’ con ‘Mythology Of Self’, lo más denso y agresivo del largo, queda a medio camino en ambos sentidos.
Pese a todo, Purge es otro ejercicio digno dentro de su manual de estilo, ese que ellos mismos crearon, y sobre todo, un bálsamo perfecto contra la inmediatez, los algoritmos y todo lo que el famoso ChatGPT te quiera hacer creer.
JORGE AZCONA