En la anterior crítica que hice sobre La Deriva, la carta de presentación de Habitar La Mar, comentaba lo complicado que sería volver a tener algo nuevo por parte de semejante supergrupo teniendo en cuenta las distintas responsabilidades de sus componentes en otros proyectos como Xkrude, El Gran Oso Blanco, De La Cuna A La Tumba, Catorce, Tenpel o Delobos. Por suerte, sólo han tardado 6 meses en demostrarme lo equivocado que estaba.
Si el motor del grupo es descargar toda la rabia y mala hostia que uno acumula por dentro al cabo del día en forma de balazos de puro noise rock, está claro que a ellos motivación no les falta. De ahí que justo ahora que acaba el año les haya dado tiempo a entregar otro artefacto que pondrá a prueba tus tímpanos. O mejor aún, los de tus seres más cercanos.
Porque este Realismo Histérico está hecho del material con el que se fabrican las peores pesadillas. Acoples por doquier, toneladas de distorsión, una batería avanzando como un Panzer y la voz de Kantz berreando delante de tus mismísimas narices es la receta del cocktail molotov de estas 5 nuevas odas al ruido servidas en bandeja de plata oxidada. ‘Fantástico Isidro’ coge el relevo justo donde lo dejaron en La Deriva, sólo que con un extra de punk en la receta que lo hace todo más frenético.
Antes de que ni siquiera sepas por donde te están cayendo las ostias, ‘Navajas’ te propina otro mamporrazo que centrifugará lo poco que te quede de cerebro con unas letras que apuntan y disparan sin miramientos a lo más feo y podrido de nuestra especie. ‘Amargo’ y ‘Carbunclo’ deberían ser la nueva banda sonora con la que acudir a la quema de iglesias. Y si para ‘Todos Mienten’ ya llegas tambaleándote, es que estos terroristas del sonido han hecho bien su trabajo. «¿Dónde vas chaval? Te has debido de dar fuerte». Pues sí, vaya ostia amigos.
GONZALO PUEBLA
