Desde esta tarde hasta el domingo, el AMFest llenará de estimulante música el recinto de La Farga de L’Hospitalet de Llobregat, con Goodspeed You! Black Emperor, Cult Of Luna, Carpenter Brut o Deafheaven como principales reclamos. Hablamos con su director Sergio Picón en la cuenta atrás para su edición más ambiciosa.
A veces hace falta que alguien te empuje para que acabes encontrando el camino correcto. Después de dos exitosas ediciones en el espacio de Fabra i Coats de Barcelona, y tras superar con nota el desafío que supuso la pandemia, el AMFest se vio forzado a buscar una nueva ubicación. Pese a las dificultades para encontrar un nuevo espacio, lo que podría haber sido un obstáculo mayúsculo, se ha convertido en un estímulo para seguir adelante con más fuerza.
Con más días, más bandas, y más público, pero conservando su espíritu de siempre, el AMFest abre en La Farga una nueva etapa que esperemos sea tan vibrante como la anterior. Escuchando la ilusión que transmite su director Sergio Picón, no tenemos ninguna duda de así será.
A menos de 48 horas de que abra el festival, ¿en qué estas ocupado ahora mismo?
SERGIO PICÓN «Estamos ya dentro de La Farga montando los tres escenarios. Esta tarde montamos el rigging para las luces y poder volar la PA del escenario principal. Estamos montando las barras. También pendientes de la salud de un familiar de un miembro del equipo. Se nos ha estropeado una máquina y hemos tenido que alquilar una a toda prisa. Básicamente cubrir todos los imprevistos clásicos que van saliendo antes de un evento en el que hay mucha gente implicada».
Esta edición viene marcado por el cambio de ubicación y un cartel más ambicioso. ¿Qué fue primero encontrar un reciento acorde a la dimensión del cartel que queríais o viceversa?
«Tampoco creo que el festival haya crecido de una manera muy evidente. Es cierto que se juntan tres o cuatro nombres que impactan un poco que estén juntos, pero es más bien una casualidad, de coincidencia de giras. No hay una búsqueda de querer crecer. Yo creo que el AMFest tal como estaba en Fabra i Coats era un festival que era sostenible y se autogestionaba, y la gente estaba muy contenta. Ese es el nivel en el que nos queremos mover. El cambio fue obligado, y claro te encuentras en un recinto más grande, y lo que hemos hecho es montar tres escenarios un poco más grandes, hacer las barras más grandes… Pero no tengo la sensación de que el cartel fuera para crecer. Nos ha quedado muy majo y muy equilibrado, pero como te decía fue casualidad. No había una voluntad de ir a más o de crecer más. Este es el primer año en este sitio y estamos alerta para que todo vaya bien».
Para quien no lo sepa, ¿qué pasó para que tuvieseis que marchar de Fabra i Coats?
«Lo que pasó es que se hicieron unos pisos de protección oficial enfrente, algo que llevaba muchos años planeado. Nosotros cuando entramos en 2018 teníamos la certeza de poder hacer el proyecto durante tres años, pero ya el segundo año tuvimos muchos problemas. Pero no eran problemas que vinieran de los vecinos y vecinas, porque ellos cuando firmaron el contrato ya sabían que se hacían actividades allí, sino por el equipo interno de producción. Era un poco raro. Todos los festivales que se hacían ahí, tuvimos que salir y buscar soluciones. En nuestro caso, miramos espacios dentro de Barcelona de gestión privada o semiprivada. Para mi gusto un poco raro esto del público-privado como BSM, precios totalmente desorbitados y muy poca seriedad a la hora de escuchar proyectos nuevos. Paralelamente, ya en 2019 habíamos visitado La Farga y conocido el equipo que lo lleva, y desde el primer momento se mostraron super interesadas en que el festival viniera a aquí. No sé muy bien por qué, pero les gustó la idea, y luego a la gente de L’Hospitalet también le gustó, y la verdad es que sentimos que hemos encontrado el sitio para poder hacer las cosas que tenemos en la cabeza sin que nadie te ponga problemas absurdos, que es lo que nos pasaba en Barcelona».
Es muy grave que el AMFest o una propuesta similar no tenga un espacio en Barcelona donde celebrarse.
«Espacios hay, lo que no hay es voluntad. Sin ir más lejos, el castillo de Montjuïc donde hicimos las ediciones pequeñas en pandemia, es un espacio increíble para hacer algo así, y totalmente desaprovechado. Pero la gente fliparía con los problemas que te ponen para hacer algo musical, y eso que tenemos un público super tranquilo, y que a nivel de volumen nunca nos pasamos de la legalidad. Es algo muy sencillo que cualquier ciudad avanzada de Europa querría tener. El AMFest algo particular y que aporta algo al tejido de festivales. Me parece una pena que el nuestro y otros festivales salgan de Barcelona por los espacios públicos. Sobre todo porque gobierna un partido de izquierdas que debería ser sensible a estas cosas. No sé, a mí me da mucha pena. Pero ahora mismo estamos muy felices con el cambio. Creo que hace falta gente que tenga cierta valentía, y no solo pensar a nivel político. Te puedo poner un ejemplo muy fácil: nosotros necesitábamos un espacio de parking para las bandas, y el ayuntamiento de L’Hospitalet vino y nos dijo que nos ayudaba a encontrarlo. Esta valentía y seguridad por hacer que las cosas tiren adelante, nos la hemos encontrado aquí, y nunca la encontramos en Barcelona».
Aunque has dicho que el cartel fue un poco casualidad, ¿cuándo os pusisteis a trabajar en el cartel teníais en la cabeza algún grupo que fuera un objetivo prioritario?
«El objetivo era Godspeed You! Black Emperor desde el momento en el que supimos que estarían de gira. Y teníamos a Cult Of Luna cerrados desde 2020. Una vez tienes lo de arriba un poco cerrado, sí que hay una prioridad de buscar propuestas que aporten esa personalidad que acaba teniendo el festival. Hablaría de Anna Von Hausswolff, Lingua Ignota, Tricot, Foxtails, Midwife… hay una voluntad de buscar ese equilibrio del que hablamos desde la comunicación del festival. Es donde nos sentimos a gusto a la hora de programar. Hay bandas que pueden estar en festivales más cañeros, pero a mí me gusta esos contrastes para que el espectador pueda pasar de unos Cult Of Luna a unas Tricot, o pasar a Aiming For Enrike. No voy a un festival de metal o uno de post hardcore, sino a uno donde sé que pasarán cosas que me harán pensar ‘¿qué está pasando aquí?’«.
Una de las putadas de montar un festival, es que muchas veces andas tan liado que acabas perdiéndote muchos conciertos. ¿Hay alguna banda que ya has dicho a tu equipo que no vas a perderte pase lo que pase?
«Quiero ver a Foxtails porque me enamoré del grupo en el programa de Twitch que hacemos (El Pacharán De La Victoria – ndr.). Tal como salieron en el programa, les escribí, y se vienen de Connecticut a hacer una fecha única en Europa. Y también tengo muchas ganas de ver a Tricot de nuevo, que las vi en Inglaterra en 2017. Para mí son los dos puntos clave, más allá de los nombres grandes. Pero yo intento verlo todo ni que sea un rato. Pero Foxtails y Tricot los veré enteros seguro, y en el caso de Tricot incluso bailaré un poco».
Para terminar, ¿cómo animarías a los indecisos que todavía no tienen claro si ir o no al festival?
«Yo creo que el AMFest es una reunión de amigas y amigos anual, en el que la música es el centro de todo lo que ocurre, que es algo que se ha perdido en los festivales. Aquí no hay una noria o un photocall. Verás mucha austeridad, unas telas negras para absorber el sonido, unas barras y unos escenarios. Esto que podría parecer aburrido a la gente que va muchos festivales hoy en día, creo que es lo que le da personalidad. Podrán disfrutar de una atmósfera muy chula de gente que quiere descubrir nueva música. Puedes ir sin conocer más que una banda, o dos, o ninguna, y tienes la garantía de que verás buenos directos. En el caso de viernes y sábado, hay nueve propuestas por día. Y los precios son muy razonables. Además con tu presencia garantizas que el festival pueda seguir adelante porque es un festival autogestionado, y donde todo el dinero de entradas y barras es el que hace que pueda funcionar. Así que, ¡bienvenidos al equipo!».
JORDI MEYA
Para horarios, compra de entradas y más información visita la web del festival.
