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HEALTHYLIVING – ‘Songs Of Abundance, Psalms Of Grief’

Uno de esos secretos a descubrir.

Foto: Chris Scott

Quien lleve siguiendo sus pasos como Maud The Moth, sabrá de sobra que Amaya López-Carromero es un alma artísticamente inquieta. Partiendo de su posición como cantautora al piano, nunca ha tenido ningún reparo en ir experimentando y probando distintas posibilidades dentro del terreno de la música clásica, el jazz o el avant garde. No debería sorprender por tanto que al embarcarse en una nueva aventura como Healthyliving se haya adentrado en otro tipo de ambiente.

En este proyecto compartido a tres bandas con el guitarrista Scott McLean (Falloch, Ashenspire) y el batería Stefan Pöstzch, la madrileña residente en Edimburgo pisa un terreno que en el fondo no le es tan ajeno como sería el de un grupo de rock y metal con sonoridades cercanas al post o el doom. Que su debut sobre los escenarios se haya producido en un entorno tan propicio como el Roardburn Festival del pasado mes de abril, da una idea del tipo de formación ante la que nos encontramos.

Songs Of Abundance, Psalms Of Grief es un trabajo que presenta distintas posibilidades, pero en las que el trío sabe desenvolverse con soltura. En la inicial ‘Until’, la voz de Amaya se impone con autoridad entre la maraña de guitarras que sus compañeros le sirven como lienzo para sentar las bases de lo que van a desarrollar a continuación.

Ejercicios como ‘Galleries’ o ‘To The Fields’ exhiben gran parte de su potencial. Ambas te van abrazando suavemente para elevarte con un crescendo vertiginoso en el que te sacuden de forma estremecedora y majestuosa (las notas que logra alcanzar aquí Amaya son sencillamente espectaculares) para luego devolverte con delicadeza al mismo lugar en el que encontraron. El contraste sonoro llega con la hipnótica contundencia de ‘To The Gallows’, dejando claro que, cuando quieren, también saben avasallar.

La otra cara de la moneda la encontramos en la sensibilidad pop bien entendida de ‘Bloom’ y la directa ‘Dream Hive’, los dos corte más accesibles que suponen la puerta de entrada más rápida a un mundo que el grupo ha sabido construir a su medida. Desde la belleza solemne de ‘Back To Back’ hasta la tenebrosa clausura de ‘Obey’, consiguen que te adentres en su universo y ya no desees salir de allí.

Healthyliving son uno de esos secretos a descubrir durante esta temporada. Si eres asistente habitual a festivales como el AMFest o Arctangent, dales una oportunidad. Tienen bastantes números para convertirse en tu nueva obsesión durante los próximos meses.

GONZALO PUEBLA 

BONUS TRACK CON… AMAYA LÓPEZ-CARROMERO (MAUD THE MOTH) 

Antes de entrar de lleno en Healthyliving, quería saber un poco más de ti. ¿Desde cuándo vives en Edimburgo? Imagino que la decisión de mudarte allí fue en busca de conseguir profesionalizarte de algún modo en el mundo de la música.
“Me vine aquí en 2013. Creo que hay muchos mitos, romantización y sobre todo excusas en el tema de la profesionalización en la música. Conste que esto lo digo en el mejor sentido posible, no con la intención de atacar a nadie, pero pienso que la sociedad se beneficia mucho de la idea de que es imposible llegar a vivir de la música o el arte. Y no solo es viable, sino que es muy factible. Lo que pasa es que no vas a ser Rihanna, porque solo hay una (risas). Pero sí es posible vivir de tener una carrera artística. Yo estudié Ingeniería de Caminos en Madrid y terminé la carrera en plena crisis económica, con lo cual sacaba más dinero de tocar en mis proyectos musicales que de la ingeniería. Luego he tenido varios trabajos con los que me he financiado a mi misma. Me vine a Escocia con una beca del doctorado para estudiar acústica musical. Elegí Reino Unido porque siempre se ha tenido la sensación de que es dónde se cuece todo. Y efectivamente es así, pero hay otros países dónde es mucho más sencillo vivir de la música. Alemania, Dinamarca, Francia, incluso Portugal… Es algo de lo que he aprendido mucho en los últimos diez años de mi vida. Seguramente si pudiera hablarle a mi yo de entonces le daría consejos muy diferentes”.

¿Qué es lo que has encontrado fuera que no hubiera aquí en España?
“También es que yo he ido buscando esa viabilidad para lo que yo quería hacer. Cuando me marché de España estaba bastante asentada en la escena madrileña. Conseguía conciertos, la gente venía, compraba mis discos… Y cuando llegué a Reino Unido tuve que empezar de cero. Al principio le decía a la gente que tenía dos álbumes publicados y se reían en mi cara. Después de llevar diez años aquí sí que han surgido oportunidades muy guays. En Londres he tocado con Kayo Dot, conozco a promotores que cuentan conmigo de forma regular… Es verdad que si haces algo en Reino Unido parece que tiene más valor que si se hace en España. Pero la verdad que me resulta muy difícil saber porque es así. Para mí la gran diferencia ahora es que una de las partes de Healthyliving, Scott, es mi pareja pero también somos colaboradores musicales desde hace muchos años. Él es productor, por lo que somos auto sostenibles desde ese punto de vista. Todo lo hacemos nosotros, no tenemos que contratar a otra persona. Es lo mismo que cualquiera que empieza una empresa: vas aprendiendo sobre el camino y te vas volviendo más autosuficiente, aunque sea a base de golpes (risas)”.

Volviendo un poco más atrás, ¿cómo comenzaste a interesarte por la música?
“Empecé a dar clases de piano clásico con cinco años. Siempre he estado en coros y cosas así. Con catorce comencé con canto clásico. También empecé a componer muy pronto. Tengo canciones que hice cuando tendría seis o siete años. Un año le regalé una canción a mi padre por su cumpleaños (risas). De adolescente tenía en el ordenador el Cool Edit, que era un programa súper básico para hacer producciones. Es algo que me ha fascinado toda la vida. La música es como mi otra mitad”.

¿Quiénes fueron tus principales referentes a la hora de iniciarte en la música? No sé si tal vez Tori Amos…
“Sí, Tori Amos y Fiona Apple fueron muy importantes para mi. También Amanda Palmer. A día de hoy quizás no las veo tanto como influencias musicales, pero el hecho de ver a alguien tocando el piano y cantando sin estar en un ambiente exclusivamente clásico significó mucho para mi. Si vienes de ese mundillo parece que es tabú hacer algo distinto. Pasa lo mismo en el canto clásico. Si eres cantante lírica, jamás vas a tocar un piano. Vas a estar de pie cantando y otra persona tocará el piano. Así que me parece muy importante el haber tenido esos referentes y ver que se podían hacer ambas cosas a la vez”.

En tu proyecto personal, Maud The Moth, eres una cantautora de piano y aunque imagino que eso te permite introducirte en diferentes espacios, siempre has estado en contacto la escena más alternativa. Puedes tocar en un teatro y luego en el AMFest, por ejemplo. ¿Desde joven te interesó por igual tanto el rock como, digamos, la música más tradicional o clásica?
“Ha ido un poco por fases. He tenido épocas en las que he renegado más de una cosa u otra, sobre todo del clásico (risas). Luego he tenido momentos desde que me mudé a Escocia, por el tema del doctorado, en los que he tenido acceso a un mundo más académico. Estuve haciendo algún cursillo de conservatorio en Glasgow, también en alguna opera haciendo coros o un par de papeles más secundarios, volví a dar clases de canto… Ahora tengo muchos amigos que son profesionales dentro del ambiente clásico y estoy mucho más metida en ese mundo que en los últimos años. Pero también conozco gente que viene del ahí y están relacionados con entornos más alternativos o de rock. No es tan extraño”.

Hablando ya de Healthyliving, en 2021 aparecieron vuestras primeras canciones en el single Until/Below. ¿Fue el típico proyecto que nació durante el confinamiento o la idea de montar un grupo junto a Scott y Stefan estaba ahí desde hace tiempo?
“Llevábamos muchos años queriendo hacer algo así. Scott y yo nos conocimos hace 8 o 9 años en un concierto, teníamos un montón de amigos en común… Y al poco tiempo me pidió que cantase en un disco que estaba haciendo con su grupo, Falloch. Es un tanto inclasificable, sus dos primeros álbumes son black gaze atmosférico tipo Alcest. Pero el que grabé con ellos es casi progresivo, muy loco… Luego hicimos un par de conciertos juntos y acabamos haciéndonos súper amigos. Teníamos un montón de gustos en común. Más tarde se mudó a Alemania dónde conoció a Stefan y empezaron a tocar juntos. En una ocasión vino aquí a grabar unas baterías para otro proyecto, nos conocimos y me contrató también para otra historia que estaba haciendo en su estudio. Fue tan fácil trabajar entre los tres que nos dimos cuenta de que podíamos grabar un disco sin llegar a matarnos (risas). Decidimos montar Healthyliving antes de la pandemia y aunque fuese todo a distancia nos lo tomamos muy en serio. Primero yo fui a Dresden y estuvimos una semana entera yendo al local todos los días, haciendo jams… Luego ellos me mandaban cosas, grababa encima de lo que me enviaban… Así fue como todo fue tomando forma”.

En el disco te he escuchado llegar a registros que, al menos en Maud The Moth, no se aprecian. ¿Te ha servido para probar otras cosas a nivel vocal?
“Obviamente son proyectos muy diferentes en cuanto a lo se requiere en la figura de la voz. Es verdad que, por ejemplo, Orphné (hasta la fecha el último disco publicado por Maud The Moth en 2020 -ndr.), por la manera en la que está cantado, grabado y producido, es un disco súper orquestado en el que la voz está ahí pero no es un elemento principal. Las canciones están escritas pensando en el piano y la voz, pero luego se empezaron a añadir capas y capas. Al final eso cambió el enfoque del disco. Según iba añadiendo más pistas, el mundo que se creaba alrededor del álbum iba cambiando. De alguna manera era rendirme ante lo que la música me estaba pidiendo. No es un obra de cantautora, sino que tiene otra dimensión más etérea y de ambientes. En cambio, Healthyliving es un grupo de rock donde la voz tiene marcada una cierta predominancia. Entonces es muy distinto en cuanto a producción. Pero en cuanto a registros, no lo siento tan diferente. Sí que es verdad que en los últimos años he explorado notas más agudas, pero incluso te diría que los registros más altos a los que he llegado están en cosas nuevas que estoy haciendo ahora con Maud The Moth”.

Lo preguntaba porque, al menos viéndolo desde tu perspectiva, parece que todas las cantautoras que hacen este tipo de música relacionada con lo oscuro y lo gótico, como Chelsea Wolfe o Emma Ruth Rundle, en algún momento terminan creando otros proyectos con bandas de metal como han hecho ellas con Converge, Thou, Russian Circles… o Julie Christmas con Cult Of Luna también. Y aunque luego el resultado siempre me acabe gustando, personalmente me da la sensación de que empieza a convertirse en un cliché dentro de ese estilo.
“No tiene nada que ver porque Healthyliving es un grupo de verdad. No es una colaboración como pasa en todos los ejemplos que has dado. Somos tres músicos que llevamos colaborando desde hace mucho tiempo y hemos creado algo totalmente nuevo que además no se va a quedar en algo puntual, sino que existe la intención de que haya una continuidad. De todas maneras, esto de las colaboraciones también se puede aplicar a artistas masculinos como Scott Walker y el disco que hizo con Sunn O))), que es una maravilla. El primer grupo que tuvo Julie Christmas se llamaba Made Out Of Babies y luego estuvo en Battle Of Mice con gente de Neurosis, y sus discos son burrísimos. Es verdad que tiene un disco en solitario, The Bad Wife, pero yo al menos siempre la he visto como una cantante de metal. En la década de los 2000’s no había muchas cantantes femeninas dentro del post metal y por eso ella destacó más. Emma Ruth Rundle también venía de Marriages y Red Sparrows. Así que yo lo veo como un paso natural. Entiendo a lo que te refieres, pero quizás ese punto de cliché es más culpa del marketing y la prensa que usan esas etiquetas para vender un producto. Yo al menos lo veo como algo muy lógico porque pertenecen a ese entorno del rock y el metal aunque hayan sido más conocidas fuera de esos círculos”.

Cambiando de tema, a nivel de letras, ¿quisiste afrontarlas de otra manera a como haces en Maud The Moth?
“Sí y no. Creo que me he obsesionado un poco menos (risas). Todo lo que acabo escribiendo termina siendo muy personal, incluso aunque no quiera. Para mi Healthyliving tiene un color muy particular y diferente de Maud The Moth. Son dos mundos distintos. Healthyliving tiene más que ver con el compartir con la sociedad o como esta te influye. Las letras suelen estar más enfocadas en ese aspecto de experiencias dentro de la sociedad. No es que sean autobiográficas, pero sí que muestran mi forma de ver el mundo y como yo encajo en él. Maud The Moth es más de búsqueda interior. No quiero llamarlo espiritual, pero sí tiene un punto más de introversión”.

Hace poco os estrenasteis en directo y además en un marco tan imponente como el Roadburn. ¿Cómo surgió la oportunidad y qué tal fue la experiencia?
“A Walter (Hoeijmakers, director artístico del Roadburn-ndr.) le gustó mucho Orphné y empezamos a hablar para llevar a Maud The Moth al festival. El año pasado tuve la oportunidad de conocerle y ya terminamos de cerrarlo para 2023. Aprovechando esto, también hablamos del grupo y acabamos manándole el disco. Le encantó y nos ofreció hacer nuestro primer concierto allí. Los ensayos fueron complicados ya que Stefan vive en Alemania. Tuvimos que planificarlo bien y fue todo un proceso. Luego el concierto salió increíble, aunque estábamos muy nerviosos (risas). Tocamos en una sala llena para 1.200 personas. Fue bastante locura”.

Acostumbrada a estar siempre detrás del piano, ¿te sentiste cómoda siendo la frontwoman de una banda? Imagino que la manera de interpretar y de relacionarte con el público es cuanto menos diferente .
“Para mi es mucho más fácil que con Maud The Moth. El viernes del Roadburn toqué yo sola y siempre es una situación bastante aterradora (risas). Cualquier error que cometas, no tienes lugar donde esconderte. Está todo a la vista, así que básicamente tienes que clavarlo. Con Healthyliving es una situación mucho más liberadora en el sentido de, como te comentaba antes, compartir: estar en el escenario y poder relacionarte con tus compañeros de banda. También el poder moverme y disipar un poco los nervios ayuda a quemar esa adrenalina”.

¿Qué planes inmediatos tenéis para Healthyliving? ¿Habrá más conciertos? ¿Posibilidades de veros en algún momento por España?
“Estamos cerrando fechas para Alemania y Dinamarca en otoño. En España estamos abiertos a ver si sale algo, pero como de momento no nos conoce mucha gente no está precisamente fácil el tema. Nosotros nos dedicamos casi exclusivamente a la música, por lo que no nos podemos permitir tener perdidas y acabar pagando por tocar. Es algo que nadie debería hacer, pero creo que está muy generalizado el tener un trabajo para financiar tu grupo. En nuestro caso es algo que llevamos años haciendo, pero en este momento de nuestras vidas no es una posibilidad. Así que si conseguimos organizar algunas fechas que puedan funcionar, por supuesto que nos encantaría tocar en España”.

GONZALO PUEBLA