Teniendo en cuenta que cada vez resulta más complicado inventar algo completamente nuevo en esto de la música, tal vez la mejor manera de distinguirse sea mezclando distintos elementos que hagan desmarcarse de la competencia. Sin hacer nada excesivamente rompedor, Hellville cuentan con medios de sobra para este cometido.
Porque si de entrada su hard rock con ramalazos punk no es nada que no hayamos escuchado con anterioridad, sí lo es que este se vea acompañado por un timbre vocal más propio del heavy metal y hasta en ocasiones rozando el power. Los madrileños tienen en la poderosa garganta de Irene Marín la mejor de sus armas y saben bien como explotarla. Quizás tardes en asimilar el contraste de tonalidades que chocan en ‘Fuego Y Papel’, ‘Contra El Suelo’ o la redondísima ‘Hienas’, por donde se cuelan riffs y punteos que invitan a alzar las cuernos bien arriba.
La suya es una propuesta que amarás u odiarás, pero a poco que rasques verás que esconde mucho más de lo que se intuye en un primer vistazo. En ‘Un Final’ y ‘Redención’ podemos identificar el ADN de algunas de las mejores baladas acústicas de los 90, rememorando aquellos míticos unpluggeds. De hecho, la versión de ‘No Se Lo Cuentes (A Allison)’ de Los Enemigos esconde un intencionado guiño a los Pixies, dejando clara su amplitud de miras. A la fiesta se suma Afri de sus vecinos de local Swampig en la reivindicativa ‘Riot Grrrls’, remarcando su lado punk.
Registrado en su propio búnker y con la novedad del cambio al castellano respecto a su debut Alameda Desert Heat, este Vol. 2 significa todo un paso adelante para sus intereses.
GONZALO PUEBLA