Tres años después de Luminiferous, parece que la euforia hacia High On Fire ha menguado bastante, y este Electric Messiah no creo que les ayude mucho a avivar la llama. De hecho, y como de costumbre, sólo los muy, muy fans del trío lo pondrán por las nubes. El resto pasaremos por estos nueve cortes de puntillas.
Nueve canciones que, desgraciadamente, me han recordado algo que siempre me ha rondado por la cabeza… mi impresión de que la otra banda de Matt Pike está un pelín sobrevalorada. Lo siento, pero así lo creo. El inicio de su octavo álbum me encanta, pero luego el asunto se diluye hasta que acabas perdiendo el interés hacia lo que está ocurriendo.
Como una locomotora a cien por hora y sin frenos te enviste ‘Spewn From The Earth’, y ‘Steps Of The Ziggurat / House Of Enlil’ eleva una montaña de sonido que va a requerir de tus mejores virtudes para coronarla. La dura pegada prehistórica de Des Kensel tras los tambores es una de las mayores bazas de este gran tema épico de casi 9 minutos y medio, y él será realmente el puntal de este trabajo. ‘Electric Messiah’ despega con su rollo más Motörhead con extra de mala uva, también está guapa, pero quizá con los 10 de ‘Sanctioned Annihilation’ empiezan los problemas.
Para cuando llegas a ‘The Pallid Mask’ estás out, y aún vas por el ecuador del disco… Le pondrás empeño, pero ni la camorrista ‘Freebooter’ te va a resucitar. Nos causó conmoción ver el dedo parcialmente amputado del pobre Pike, pero debemos ser justos con lo escuchado.
PAU NAVARRA