Aunque por aquí todavía son bastante desconocidos, I Prevail ya se han establecido en Estados Unidos como una de las bandas con más potencial comercial dentro de la escena metalcore. Posiblemente porque no son una banda que se mueva estrictamente dentro de ese género.
Pese a contar con dos vocalistas, Brian Burkheiser para las limpias y Eric Vanlerberghe para las gritadas, o que los breakdowns formen parte de su dieta habitual -recursos utilizados por un buen puñado de grupos de su generación- l Prevail no se cortan a la hora de incorporar elementos de otros estilos que les ayuden a hacer que sus canciones sean más pegadizas que un chicle en la suela de un zapato. Porque si algo se deduce al escuchar True Power, su tercer largo, es que semejante mezcla no nace tanto de sus ganas de experimentar o innovar, sino con la intención de coger ‘lo mejor de cada casa’ en beneficio propio.
Lo que es innegable es que la fórmula funciona. Canciones como ‘Body Bag’, ‘Self-Destruction’, ‘Fake’ o ‘Long Live The King’ suenan como si hubieses puesto a Papa Roach, A Day To Remember y Linkin Park en una coctelera, con partes rapeadas, adornos electrónicos, y estribillos poperos, pero hay que reconocer que los de Michigan tienen empuje sobre todo cuando tiran hacia su lado más metal: en ‘Judgement Day’, con un Eric desbocado y las guitarras funcionando a tope, o ‘Choke’ con su rollo a lo Limp Bizkit, su energía es realmente contagiosa.
Dicho esto, a veces tanto mejunje se les va de las manos. La idea de combinar estrofas en plan Post Malone con riffs metaleros en ‘FWYTYK’ no va a ninguna parte, el medio tiempo ‘Deep End’ parece haber sido escrito con el único propósito de sonar en la radio, y la balada final ‘Doomed’, hasta sería demasiado azucarada para haber formado parte de One More Light.
Pese a esos resbalones, ahora mismo pocos cazadores de hits tienen tanta puntería, y un instinto asesino tan afilado como ellos, así que no me extrañaría que True Power suponga un catapulta en la carrera de I Prevail.
DAVID GARCELL
