Problemas internos en Ill Niño. La banda de nu metal con toques latinos que vivió su mejor momento a principios de los 2000 con discos como Revolution Revolución o Confession, parece haberse partido en dos, creando una situación bastante confusa.

Ayer, la banda anunciaba una nueva etapa con una formación renovada que no incluía al vocalista Cristian Machado, ni a los guitarristas Ahrue Luster y Diego Verduzco. Sus reemplazos eran Marcos Leal (Shatered Sun), Jes DeHoyos (Sons Of Texas) y Sal Dominguez (Upon A Burning Body), respectivamente, que se unían al bajista Laz Pina y el batería y fundador Dave Chavarri.

Éste último emitía un comunicado en el que decía: «Estar en un grupo se parece mucho a estar casado, y a veces la gente se distancia y ya no ve las cosas de la misma manera, por lo que una separación es inevitable. Deseamos a nuestros antiguos miembros la mejor suerte en sus carreras musicales. Nuestros nuevos miembros fueron escogidos concienzudamente y son músicos muy respetados y experimentados. Pedimos a todo el mundo que por favor respete nuestra privacidad, mientras todos avanzamos con nuestras carreras».

El anuncio venía acompañado de un nuevo single titulado ‘Sangre’  que podéis escuchar más abajo.

Hasta ahí todo podía encajar dentro de lo normal en muchos grupos. Pero hoy mismo, los tres, ahora, ex miembros han anunciado su intención de seguir adelante como Ill Niño por su cuenta, desmintiendo las explicaciones de Chavarri.

En un comunicado enviado a Blabbermouth, Cristian Machado decía: «A toda nuestra familia, amigos y fans, contrariamente a lo que podáis haber escuchado, Ahrue, Diego y yo NO hemos abandonado Ill Niño y seguimos estando muy comprometidos con el grupo y nuestros fans. Estamos ilusionados por estar trabajando en nueva música, asociaciones y oportunidades. Tendremos más información pronto».

Según explica Blabbermouth, los registros públicos indican que Machado Luster y Verduzco, que poseen la mayoría de la empresa Ill Niño LLC, hicieron una petición en noviembre para garantizarse la propiedad del nombre del grupo. A partir de ahí, Chavarri hizo lo mismo y ahora será la Oficina de Patentes y Marcas la que tendrá que decidir a quién da la razón.

Un embrollo legal que podría acabar como en precedentes como los de Ratt o LA Guns, con varias formaciones con miembros distintos girando al mismo tiempo. Un disparate que nunca suele acabar bien.