Hay cerebros que, ante los mismos estímulos, no responden de la misma forma que la inmensa mayoría de las personas. Tampoco diría que estemos tarados, pero estoy seguro que el 99% de la gente sería incapaz de hallar trascendencia ante el apabullante ejercicio de bestialismo que Within A World Forgotten significa, pero ese 1% restante sí logrará hallar ese resquicio, esa luz mediante el dolor.
Cuando servidor ya se alertó completamente es cuando fue capaz de descifrar qué estaban planteando Infernal Coil en su debut sin apenas informarse sobre su contenido. En efecto, la furiosa cascada de extrema oscuridad black death, con incluso grind, que despachan ‘Wounds Never Close’, ‘Continuum Cruciatus’ y ‘Crusher Of The Seed’ sirven a un fin mayor, que no es otro que una ‘49 Suns’ central de casi 10 minutos. Tormentosa en su primera parte, el ritualismo que luego ejecutan muestra claramente un camino de iluminación espiritual.
Su música es una paradoja, y este primer álbum lo es también del planeta, de la belleza y el caos presentes al mismo tiempo en la naturaleza, y que conlleva la inevitable autodestrucción de la humanidad, claro está.
Nuevas tropelías como las cruentas ‘Reflection Of Waldeinsamkeit’ y ‘Bodies Set In Ashen Death’ conducen al final, y otra vez, a lo extracorpóreo, a lo celestial, a una ‘In Silent Vengeance’ que eriza el vello con su vertiente black más metafísica.
Complejo, disonante, ambiental, ruidoso, colérico, denso, exigente. Apasionante sadomasoquismo metálico.
PAU NAVARRA