Aún contando con una discografía corta, JD McPherson había conseguido afianzarse como uno de los grandes renovadores de las esencias del rock and roll durante la pasada década. Con una visión que respetaba los cánones del estilo, al tiempo que no tenía reparos en adaptarlos a un sonido contemporáneo, el de Oklahoma había entregado tres álbumes a cada cual más notable con el excelente Let The Good Times Roll como cumbre artística.
Pero al igual que les ocurrió a muchos músicos, la pandemia supuso una época de cambios para nuestro protagonista. En 2021, McPherson vio como buena parte de su banda abandonaba la nave de forma amistosa por distintos motivos. La baja más dolorosa, la de Jimmy Sutton, su brazo derecho desde sus inicios. Entre tanto, fue reclamado como guitarrista de directo para la banda de Robert Plant y Alison Krauss. Era el momento de permanecer en un segundo plano hasta que llegara el momento adecuado de regresar al ruedo.
Siete años más tarde de Undivided Heart & Soul, JD está de vuelta con un trabajo que conserva su particular manera de entender como debe sonar el rock and roll de la vieja escuela en pleno siglo XXI. Empezando por un single de gancho irresistible como ‘Sunshine Getaway’. No es la primera vez la sombra de The Black Keys asoma en uno de sus trabajos, pero es que en ocasiones le sale incluso mejor que al dúo de Akron. Y esta es una de ellas.
Por esa senda que busca actualizar el estilo encontramos sorpresas en la titular ‘Nite Owls’ (algo así como si se dejara poseer por un David Bowie siniestro con unos teclados que le sientan de miedo). Bañada también por un toque tenebroso destaca ‘Don’t Travel Through The Night Alone’, un arrebatador medio tiempo que entraría directamente entre lo mejor de su cancionero más reposado.
Y sí buscas algo más directo, ahí tienes el rock and roll sesentero de ‘I Can’t Go Anywhere With You’ con el cameo de Bloodshot Bill para ponerle una pizca de country en los fraseados, el pildorazo power pop que es ‘The Rock And Roll Girls’, una ‘Just Like Summer’ que podría venir firmada por Roy Orbison, o ‘The Phantom Lover Of New Rochelle’ que aporta la cuota de surf instrumental. Mucha variedad de registros en este Nite Owls que clausura con otro dulce baladón rompecorazones titulado ‘That’s What A Love Song Does To You’.
Superar sus anteriores referencias era una montaña difícil de escalar hasta para él mismo, pero JD McPherson ha vuelto a demostrar que pocos como él saben entender el sonido las décadas de los 50 y 60 en las que el rock and roll tomó forma. Un placer tenerle de nuevo entre nosotros.
GONZALO PUEBLA
