Como tantos otros cantantes en bandas de punk rock, era cuestión de tiempo que Jim Lindberg de Pennywise se decidiese algún día a grabar su propio disco en solitario. Lo extraño es que haya tardado tanto teniendo en cuenta que según ha explicado él mismo algunas de estas canciones fueron escritas en los 80 y los 90.
Pero a diferencia de lo que mostró en el debut de la banda The Black Pacific que publicó en 2010, después de marcharse temporalmente de Pennywise, en este álbum no encontrarás ni rastro de punk rock, ni velocidad, ni distorsión. A sus 56 años, Lindberg ha preferido optar por hacer música mucho más tranquila, de naturaleza acústica, aunque afortunadamente ha contado con músicos como David Hidalgo Jr. (Social Distortion) a la batería, Joe Gittleman (The Mighty Mighty BossToneS) al bajo, y Marc Orrell (The Dropkick Murphys) a la guitarra.
Y digo que afortunadamente porque las canciones son tan sencillas, que si no llega a ser por tener ese apoyo extra en la instrumentación, el resultado podría haber sido bastante pobre (ahí está ‘Good Enough’ para comprobarlo). Tanto los acordes como las melodías resultan demasiado familiares para quien haya escuchado un poco de folk rock, así que, al menos, el solo de trompeta de ‘I Feel Like The Sun’, el piano de ‘Hello Again’ o la armónica de ‘Blood On Your Hands’ ayudan a ponerle un poco de condimento.
A ver, el disco se deja escuchar y resulta curioso escucharle en otro contexto, pero la voz de Lindberg no es de las que logra conmoverte por sí sola, y las letras pese a intentar tener un tono más introspectivo acaban cayendo en tópicos como ‘hello, goodbye, hello again, loneliness you are my only friend». Ahora que ya se ha quitado la espinita, si fuera su manager le recomendaría que ni se le ocurra dejar a Pennywise otra vez.
Por cierto, no te molestes en buscar el disco en las tiendas porque hasta mayo no estará disponible la edición física.
MARTA PUIG