A pesar de que nunca llegaron a traspasar las fronteras del underground, es curioso cómo el nombre de Catorce ha ido ganando valor desde su disolución en 2019. A lo largo de los últimos años, no han sido precisamente pocas las formaciones que, de un modo u otro, han terminado reivindicándolos y reconociendo su influencia. Tal vez su música fuera un secreto para la mayoría, pero no cabe duda de que caló muy hondo entre quienes sí la descubrimos.
De aquella separación nació Hoy Es Siempre Todavía, con Jose Miguel Ocón y Luis Ruiz militando en sus filas y orientándose hacía un hardcore emocional de alto octanaje. Sin embargo, muchos seguíamos echando en falta la sensibilidad compositiva de Jaime Ladrón De Guevara, quién ha permanecido todo este tiempo batallando contra sus problemas de depresión. Como leeréis en una extensa entrevista que publicaremos próximamente, volver a coger una guitarra y encerrarse en un local a escribir nuevas canciones quedaba muy lejos para él.
Tras un primer intento que no llegó a fructificar, finalmente Jaime volvió a contactar con Luis Manuel Terán (anteriormente también en Catorce) y Fran García (Smokers Die Young, Salvaje Lola) para darse a sí mismos una segunda oportunidad. Esa nueva aventura se llama Kaiosama y Una Columna De Humo es su primer esfuerzo con el que pretenden asomar la cabeza después de un largo período de silencio.
Por supuesto que las comparaciones son inevitables y sería absurdo negar que los once cortes que forman este debut no recuerdan por momentos a su grupo matriz. Aun con todo, desde el primer instante se percibe que aquí han subido de nivel en cuanto a complejidad y técnica instrumental. Basta con escuchar el arranque de ‘NERV’ o títulos como ‘Un Punto Azul Pálido’ y ‘Una Pira’, dónde los riffs vertiginosos están a la orden del día mientras la base rítmica se abre paso sin apenas conceder tregua. A pesar de ir al límite, siempre hay espacio para que aparezca una melodía salvadora a la que aferrarse.
Esa misma tendencia es la que presenta también ‘Vana//Gloria’, en la que aparece la obligada colaboración de Cándido Gálvez de Viva Belgrado. No en vano, Jaime estuvo girando durante una temporada con los córdobeses como segundo guitarrista. Además, Ángel Madueño ha sido quien ha grabado el bajo en el álbum, por lo que todo queda en familia.
Haciendo la función de alto en el camino para tomar aire encontramos a ‘Cesura’, una pieza acústica con reminiscencias a los A Perfect Circle más etéreos. No tardan en regresar las hostilidades en ‘Ritual Arcana’ y ‘Atreides’. El trabajo de Luis Manuel Terán tras los parches, siempre bien respaldado por Fran García, es una absoluta barbaridad. Solo ver cómo van a ser capaces de trasladar este vendaval al directo ya debería ser razón suficiente para acercarse a cualquier concierto que anuncien en el futuro próximo.
Se reservan el final para bajar el tempo en la asombrosa ‘SEELE’. Un cierre en el que reflexionan en voz alta y de forma poética sobre los sin sabores de perseguir el sueño de la música y las consecuencias fatales que este puede traer. Pero aunque el crescendo en el que el productor Jesús Gómez ‘Trikel’ dobla las voces guarde cierta amargura, el tener de vuelta a estos tres músicos es toda una victoria. Bienvenidos de nuevo.
GONZALO PUEBLA