Los que crecimos en los ochenta recordamos los anuncios del chicle Boomer protagonizados por una especie de superhéroe. Los americanos tienen una figura parecida llamada Stretch ArmStrong. El caso es que dichos sujetos eran capaces de estirarse sin romperse. Vamos, como el mismísimo metalcore.
Desde que formaciones noventeras comenzaran a fusionar elementos propios del hardcore con otros procedentes del heavy, el género ha ido transitando a la par senderos amables e inhóspitos. Por ello, cuando una nueva formación como Kaonashi irrumpe con frescura y aporta valor a un estilo ya tan trillado, merece todo mi respeto. Etiquetados como emo-math core (hay más etiquetas que música hoy en día), los de Filadelfia han sorprendido con su primer largo. Ya no sólo por su largo título, su concepto (sigue la vida de un adolescente llamado Jamie durante su último año en el instituto Lemon House High), sino también por su propuesta musical.
Sin complejos, con una voz muy característica y con infinidad de ritmos y variantes, Kaonashi desconciertan como en su día hicieron The Blood Brothers, e incluso sorprendiendo con algún toque más progresivo. Tan pronto uno puede realizar air guitar con ‘A Recipe for a Meaningful Life’ como encender un mechero en ‘The Underdog II: Fight On The 40 Yard Line, What’s That In Kilometers?’. Pero quizá, para definir su identidad debamos quedarnos con ´T.A.Y.L.O.R.´, una canción que combina diferentes velocidades y que transmite la vitalidad de un cuerpo joven.
Reconozco que estaban fuera de mi radar hasta hace bien poco, pero a partir de ahora, los vigilaré de cerca. Un grupo que en pleno siglo XXI todavía consiga dejarte en fuera de juego cuando ejecuta un breakdown, es digno de ser tenido en cuenta.
DAVID IPANEMA LEAKS
