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KVELERTAK – ‘Endling’

Suenan como si hubieran perdido su mojo.

Kvelertak siempre son sinónimo de pasar un buen rato con su mezcla de altos vuelos y voltaje. Una mezcla más metalera en sus inicios y más rockera en 2023. Desde su primer lanzamiento, el homónimo Kvelertak en 2010, ‘los del búho’ han sido unos fijos en la biblioteca musical del que escribe y un must para cualquier fanático de los cruces bastardos entre estilos.

Los noruegos han transitado por la delgada línea de la mezcla de estilos, que van desde el black metal, black’n’roll y el rock heredero del Big Four escandinavo, The Hellacopters, Backyard Babies, Gluecifer y Turbonegro. Puedes jugar a adivinar qué banda se te aparece en cada uno de los temas. No es extraño que puedas reconocer trazas de Thin Lizzy, Turbonegro, los últimos Metallica o los Darkthrone más primitivos. Todo ello consiguiendo un sonido genuino y propio y con un Ivar Nikolaisen, que tres años después de Splid, ya se ha afianzado a la voz y como frontman del combo con ese estilo mucho más punk rock que su antecesor, Erlend Hjelvik.

La fórmula sigue siendo efectiva, pero empieza a dar síntomas de agotamiento. Aunque la inicial y progresiva ‘Krøteveg Te Helvete’ o la de tintes bluegrass ‘Døgetiktens Kvad’ busquen ese poderío de antaño, no llegan a convencer. ‘Endling’ debe ser lo más pop que han grabado jamás, pero le falta carisma. Cuando son directos como en ‘Fedrekult’ o ‘Motsols’ sí que acaban triunfando y convenciendo, pero es poco para la categoría de los seis noruegos. La final ‘Morild’ más progresiva y atmosférica, y con algún guiño a Mastodon, es también rescatable, pero el resultado final es tirando a flojo.

Endling no es un mal disco, incluso en las primeras escuchas hasta te puede poner los pelos de punta, el problema es cuando lo comparas con sus obras anteriores. No aguanta comparación. Le falta punch. Kvelertak pueden y deben ofrecer más, y aquí suenan como si hubieran perdido su mojo. Les falta poner una marcha más y no caer en un peligroso piloto automático. Creo que estamos ante el primer traspiés de una de las bandas que tantas alegrías nos ha dado en los últimos años. No pasa nada, todos nos equivocamos alguna vez.

JOAN CALDERON