La banda es nueva, pero no sus intenciones ni sus componentes. En La Excavadora encontramos algunos nombres ilustres de varias formaciones de Euskadi como Gatillazo, Childrain, Obligaciones, o Vicepresidentes reunidos alrededor de las composiciones de Txiki, guitarrista de La Polla. Sin embargo, pese a venir de donde vienen, su primer álbum juntos no suena como te imaginas.
Vale, a grosso modo podrías decir que su base es el punk rock, pero el sonido de La Excavadora tiene una parte igual de hard rock, y otra de melodía, que apuntan una ambición para llegar a un público más amplio. Pisan más lentos, pero pisan fuerte. Por su enfoque me ha recordado un montón a Fire & Gasoline, el disco angelino que grabó Steve Jones de Sex Pistols a finales de los 80. Desde el fulgurante arranque con ‘Futuro’ hasta la final ‘Tiempos Diferentes’, este debut merece ser tragado de un solo sorbo, como si fuera un chupito de Jack Daniel’s.
Por medio nos encontramos con ‘Ceniza’, pegadiza a matar, ‘Mala Música’, con un toque vacilón y divertido a lo Billy Idol; la trallera ‘Kímika’, ‘Animales’, con un piano a lo Hellacopters, o ese medio tiempo a lo The Cult que es ‘Contra El Suelo’. En total son doce canciones, macarras, pero sofisticadas, que chiflarán a los amantes de los grandes riffs, los solos electrizantes y los estribillos gigantes.
Quizá algunas letras y algunos recursos pequen de genéricos, pero con una carta de presentación así, esta máquina esta más que preparada para arrasar allá donde vaya.
DAVID GARCELL
