Fueron amados y detestados a partes iguales, pero nadie podrá negar que la irrupción de Dover a mediados de los 90 supuso un antes y un después en el devenir de la música independiente de este país. Su segundo disco, Devil Came To Me, no solo les catapultó a la fama, sino que fue el trampolín para una exitosa carrera.

Aunque ahora vemos a muchas de nuestras bandas tocar en el extranjero como algo normal, sigue siendo impactante encontrarse con documentos como esta actuación de 2004 en pleno Rock Am Ring con el público alemán rendido a sus pies. Todavía habría que esperar para esa transformación al electro-pop de su segunda etapa que tanta polémica desató entre los fans.