Seguro que los fans veteranos de sellos como Epitaph y Fat Wreck recuerdan con cariño Punkorama y Fat Music, aquellos gloriosos recopilatorios con los que descubrimos a tantísimas bandas durante los 90 y los 2000. Otro artefacto que deberíamos añadir a la colección sería la serie de compartidos de BYO Records.
El sello de Los Angeles tuvo la genial idea de lanzar varios splits uniendo a algunos de los grupos más destacados del momento, como The Bouncing Souls con Anti-Flag, Hot Water Music y Leatherface, o Alkaline Trio con One Man Army. Pero sin duda alguna, la verdadera joya de la corona es el que hicieron Rancid y NOFX en 2002.
A diferencia del resto, la peculiaridad estaba en que una banda versionaba canciones de la otra y viceversa. Es un verdadero alucine comprobar como dos formaciones tan míticas son capaces de llevarse a su terreno clásicos tanto de un lado como del otro. Sirva como ejemplo este ‘Corazon De Oro’, de Life Won’t Wait, que los de Fat Mike supieron hacer suyo tan rematadamente bien.