La primera aparición de Bob Dylan en el programa Late Night with David Letterman en abril de 1984 es una de las actuaciones más extrañas y memorables que se hayan visto nunca en televisión.
El año anterior el cantautor había publicado Infidels, disco que había grabado junto a músicos como Mark Knopfler, Mick Taylor, Sly Dunbar o Benmont Tench. Pero curiosamente, Dylan no llamó a ninguno de ellos para que le acompañara al programa para promocionarlo, sino que recurrió a tres músicos de una banda latina de punk de Los Angeles totalmente desconocida llamada Plugz.
No está muy claro cómo Dylan conocía al grupo, aunque por lo visto en esa época había asistido a varios conciertos de bandas como X o The Clash por insistencia de sus hijos. Lo más probable es que la conexión viniera porque la novia del batería de Plugz, Charlie Quintana (sí, el mismo que años después tocaría con Izzy Stradlin y Social Distortion), era secretaria del tour manager de Dylan.
El caso es que Dylan se plantó en el estudio junto a estos veinteañeros, el guitarrista J.J. Holiday, el bajista Tony Marscico, y el propio Quintana, e interpretó tres canciones: dos de Infidels, ‘License To Kill’, ‘Jokerman’, y una versión de ‘Don’t Start Me Talking’ de Sonny Boy Williamson.
Ahora que en junio tendremos a Dylan actuando en teatros tocando sentado al piano, está bien recordar su lado más desenfadado y eléctrico. En este vídeo, restaurado usando un programa de Inteligencia Artificial, le vemos transformando el ritmo reggae de ‘Jokerman’ en un tema que podrían firmar The Strokes, y pidiendo que el grupo siga tocando mientras él busca la armónica con la afinación adecuada. Una maravilla irrepetible.