Como tantas otras bandas de hard rock, Love/Hate fueron víctimas de la ola alternativa que arrasó la escena musical a principios de los 90. A pesar de haber publicado dos discos buenísimos Blackout In The Bedroom (1990) y Wasted In America (1992), en una multinacional como Columbia, y de tener una propuesta bastante original, en el que mezclaban glam metal con influencias más alternativas, y un toque funk, el éxito de Nirvana y compañía fue demasiado para que pudieran resistir.
Ya con su tercer álbum, Let’s Rumble (1993), la banda cayó en el olvido y aunque fueron sacando discos hasta finales de los 90 y siguieron girando, nunca pudieron remontar. De hecho, su vocalista Jizzy Pearl se acabó convirtiendo en un mercenario, cantando para bandas como L.A. Guns, Ratt, Adler’s Appetite y desde 2013 de Quiet Riot.
Pero la verdad es que un tema como éste sigue conservando toda su frescura: